miércoles, 30 de julio de 2014

¡Chás gracias, tabarecito!

       El ciclo de la soja, ha sido tanto en Argentina, como Uruguay, algo muy parecido a lo que en otro tiempo fue el ciclo del pau Brasil, el caucho, el hule, el cacao, la caña de azúcar, el petróleo.
       Se les dice “países banana” a aquellos lugares que tecnifican exclusivamente un solo producto exportable y con ese dinero enorme no diversifican nada; una minoría vive a cuerpo de Rey inventando obras faraónicas y el resto, tiene que dar las gracias por la limosna vergonzosa.
       Los iluminados de lo único que sí entienden, es de egiptología.
       Están obligados a decir: “¡Chás gracias, patroncito!” y recibir la afrenta de un perdón hermano”.
       Ouro Preto, Zacatecas, Cuba, Medio Oriente, son los pálidos despojos de gobernantes que “tiraron manteca al techo”, no hicieron nada por nadie y son magnánimos, vida y milagro. Para las cosas más elementales, hay que ser amigo del amigo del amigo de un Jeque importante.
       Cuando en la campaña pasada el slogan del Frente era “Un país de primera”, estaba claro a donde en verdad iban, a un país de cuarta. Cuando hoy al darse cuenta que van Bien Mal, dicen que Uruguay no se detiene, en estas cabezas que siempre el inconsciente las traiciona, lo que están significando es que van POR MÁS, sin contemplación alguna, porque si se les termina, sólo la fría soledad de las paredes de una cárcel puede acogerlos, antes de que el de Allá Arriba haga lo suyo con gente así.
       La tonelada de soja estaba a $ 500 (quinientos dólares de los Estados Unidos de Norteamérica),  y representa el 12% de nuestras exportaciones. Hoy bajó a $ 380 (trescientos ochenta dólares de los Estados Unidos de Norteamérica) y sigue bajando aceleradamente.
       Pablo Ferreri, que además de saber el número RUT de cada uno, en esa dictadura financiera que es hoy la Dirección General Impositiva, no quiere que lo aplaudan, porque con la calculadora va sumando cuanto precisa la clientela que responde electoralmente y no al estilo tupamaro que es un vale todo para un viva el Pepe y la Pepa, es el indicador más claro de lo que son; están convencidos que van a ganar y hablan con la calculadora en la mano.
       Aprendieron a duras penas que las promesas de hoy son los impuestos de mañana y le sacan punta al lápiz, un poquito antes de sacarse las mentiras de los dedos.
       Lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo: Le van a encajar una medicina de caballo a la clase media "Che te la voglio dire", y en ese momento aprenderemos algo nuevo: No se dice bichicome, se dice villista.
       Las Unidades de Base, quise decir, los Comité de Base del Frente van a estar adecuadamente preparados para cuotificar un poco mejor las cosas y muchos acomodaticios de los partidos fundacionales, que siempre los hay, irán a decorar la farsa y poner la cara.
       Los hay que ya están diciendo que en su juventud eran de la FEUU. Los de Haedo se acomodan, cuando el carro empieza a andar.
       Al finalizar el ciclo de la soja se abre otro proceso nuevo, en donde lo que vale, es la capacidad exportadora y la infraestructura productiva que tiene el Uruguay. ¡Qué capacidad se pudo haber alcanzado con el dólar planchado!
       Buscan lo que los argentinos llaman “la burguesía boba”, “la buguechía” de Mujica, esto es, el inversor tonto que se le hace los pececitos de colores, invierte y luego queda con la colita al aire, mientras el peronismo y su patota dan el manotazo de la negrada.
        Sabemos cómo se empieza con San Tabaré y hoy es dable registrar minuciosamente, cómo se termina.
       El pobrerío, que siempre rodea los tablados, dirá “Chás gracias, patroncito”, mientras sacan pecho como gorrión de basurero.
       Como decía Eduardo Galeano: “los tecnócratas y sus calculadoras”, anticipando como un profeta hacia atrás, el gobierno de Pablo Ferrari.
       Les queda una muy buena solución MARXIANA, la negación de la negación, de la negación, de la negación, como único camino de afirmación.
       Un portento de la naturaleza, el gusano se volvió mariposa y los mariposones blanqui colorados, rosaditos ¿Verdad? nos volvemos gusanos sin comerla y sin beberla, después de haber financiado el festín en que han vivido.
       Quiere neutralizar el núcleo duro de la derecha y no se da cuenta, porque no le da la capacidad al Salamanco, que lo que quiere tapar es el núcleo duro de la realidad que se nos viene.
       Para una transferencia de recursos neto, que es lo que quiere Pablo Ferreri, en donde los sectores cultos e instruidos de la sociedad uruguaya, después de financiar el despiporre, le financian el ajuste, se necesita ser medio masoquista o tener un problema neurológico en la cabeza.
       No se resuelve con vendidos, traidores y Mascarones de Proa.
       Hoy es fácil irse del Uruguay, pese a la crisis mundial, porque el que más o el que menos, tiene familiares en el exterior.
       Difícil es revertir esta situación aciaga y trágica y salir con bien.
       Difícil es ponerle fin a la herencia maldita que nos dejaron a todos los niveles, social, económico, político, sindical, educativo, cultural.
       Difícil va a ser también convivir con una cosa que no discute con nadie que no sea de allí adentro y vive todo el día mirándose el ombligo y cuando levanta la cabeza sólo sabe decir: “¿Verdad espejito que soy el más lindo?”
       Si el Uruguay llegó a esto es porque se lo merece.

       Debo haber sido muy malo en mis vidas anteriores, pero creo que no tanto como para merecer una cosa así.

Lo que también, se tiene que terminar

        El Uruguay es un barco a la deriva. El capitán no tiene ningún interés en encarar la tormenta que todos estamos divisando en el horizonte.
        Al hombre no le importa el naufragio porque quiere ser premio Nobel, mediar en Colombia hablando solamente con las FARC, quedar bien con Obama trayendo niños sirios, imponer a cal y canto la marihuana, aunque las farmacias no quieran, insistir con el frustrado ferrocarril.
        En eso aplica un axioma: Persevera y triunfaras y termina siendo para todo el mundo, más pesado que mosca de tambo.
        Se pone a convencer al Presidente ruso Putin con el mapa del Uruguay en la mano, para que invierta donde le señala con el dedo.
        Todo le viene bien para largar ingeniosidades, en una verborrea lindante en el monólogo del que disparata, en un delirio lógico sistematizado.
        La televisión siempre le hizo el juego, aún ahí en donde van a recibir el castigo de la Ley de Medios, como recompensa a tantas entrevistas.
        No debe haber existido Presidente de la República en la historia uruguaya que la televisión no le haya realizado tantos reportajes como a él. Sabrán a cambio de qué.
        Viven todos en estado de anarquía, sin saber a qué atenerse en ningún tema de la agenda presidencial.
        Si pierden se les va a complicar, porque entonces no podrán comprar la impunidad que están buscando.
        El sindicalismo se está preparando para la pérdida de credibilidad que se le avecina, porque si pierden, vamos a largar todos una gran carcajada al verlos menear el rabito de filisteo y gritar “No estoy de acuerdo”, “¡Qué no vas a estar de acuerdo, vos!”, diremos todos.
        El sindicalismo uruguayo no es un sindicalismo a la francesa, que está contra “El Gran Capital” o a la británica que en las zonas fabriles practica la ayuda mutua: es un sindicalismo a la española; están para defenderse ellos y más nadie.
        En el Uruguay hay un sindicalismo blanco que no alcanza la visibilidad que ellos muestran, porque no tiene por qué. El sindicalista blanco es un estudioso de los temas y se maneja con más capacidad que  cualquiera de ellos. No ideologiza las cosas, ni hace huelgas para entregar un reclamo, no tira de la cuerda hasta que se rompe; se mueve con sentido común y no antepone cuestiones políticas en lo que hace.
        El Partido Nacional tiene también allí, a los mejores hombres. Por eso lo ningunean y se burlan, porque les molesta que exista por suerte gente en el Uruguay que sabe hacer planteos que son de recibo en una negociación, que no siempre es salarial, sino que por lo general, abarca temas de diversa naturaleza laboral.
        Cada vez que opina alguien que se nota que no es de izquierda lo acusan de blando, tibio, de hablar sin fundamento, sin sentido científico. Así como el sindicalismo peronista en la Argentina acusa de no ser obrero a todo aquel que dice algo que no le conviene, en el Uruguay le encajan el mote de no tener conciencia de clase.
        Ellos quieren hacerle creer a la gente que son “el partido obrero” y de obreros tienen tanto, como cualquiera de nosotros de esquimales.   
        No se trata solamente, de quitarles la mayoría parlamentaria o de ganar la elección, que ya sería un paso importantísimo, sino que el sindicalismo blanco se abra camino, porque es la parte pensante, criteriosa.
        Aquellos que en algún momento sintieron la tentación del Frente Amplio, hoy están arrepentidos. No pueden creer el nivel de descomposición en que estamos.
        De Lorenzo Carnelli a Fernández Crespo, el Uruguay vivió la época dorada del sindicalismo blanco, en los tiempos que el Partido Colorado era gobierno. Esa tradición no se perdió sino, que como jefes motineros de un golpe técnico, tras el Congreso del Pueblo, enceparon a todo el mundo en la CNT y después salieron a buscar un Fidel Ampliado, como brazo político parlamentario.
        Las asambleas que hacen, tienen que aparatearlas  y digitarlas desde arriba, llevándose a todo el mundo a los ponchazos, porque son tantas las contradicciones que tienen entre ellos, que se vuelven verdaderas ollas de grillo. No da gana alguna ir a ese tipo de Asamblea sindical y por eso son mayoría. Achican todo lo que tocan, para poder controlarlo mejor.
        Son expertos en hacerle el juego consciente a los intereses más nefastos. No representan al trabajador, ni trabajan, están todo el día en curros que nadie entiende y opinando de política.
        En época en dónde no eran gobierno, le digo una vez a uno: “Eso que hacés no es digno” y me contesta: “¿Vos me das de comer a mí? ¡Entonces, muzzarella con la dignidad! Se ve que siempre estuvieron financiados para hacer daño.
        Así como Carlos Menem gobernaba con pizza y champagne, aquí gobiernan con muzzarella para la dignidad, pizza, faina y cerveza.
        Cuando insultan sin argumentar y adjetivando conductas, lo que en verdad están haciendo es una típica proyección psicológica de lo que son. Agreden con mala conciencia de sí mismos. Son como "los gordos" del peronismo; no saben hablar y por eso viven ladrando.
        Se pasaron la vida diciendo que en el Uruguay la gente protesta y protesta, pero no combate y fue ganar el Frente Amplio y lo único que supieron hacer es refunfuñar.
        Hablando con uno que refunfuñaba sin parar le digo: “Pero ¡Recién ahora ustedes se dieron cuenta que los únicos que defienden al trabajador en el Uruguay, son los blancos y los colorados!” y sacaba la cara para el costado.
        Para entender de sindicalismo, hay que conocer la realidad concreta del lugar en donde se trabaja y ser realmente, un trabajador, no un atorrante que va a opinar. No se precisa ninguna ideología rara, ningún conocimiento universal del funcionamiento sindical internacional y documentos traídos de todos los lugares del mundo, en donde cada cosa que pasa, algo le dice a la realidad uruguaya y a ellos que tienen la ideología para interpretar los flujos y reflujos de la conciencia de clase universal. Son la III Internacional comunista, el Komintern, y tienen más vida política interna, que la CUT en Brasil.
        Son hombres sin estudio, ni formación técnica o profesional en nada, que encontraron una palanca en el gremialismo para medrar en la sociedad uruguaya.
        Están preparando un golpe técnico como el que condujo al Congreso del Pueblo y de allí a la CNT, que consiste en anarquizar a todo el mundo, en el preciso instante en que se abroquelan en determinados resortes básicos del poder.
        Esto también, se tiene que terminar.


¡Arriba los que los echan!

Te quiero quilos Mieres, pero te falta metros

       Pablo Mieres del Partido Independiente, tiene cosas muy positivas en política qué hay que saber valorarle. Es un estudioso de los temas, no dice una cosa por otra, es un hombre abierto al diálogo, no hace política para quedar bien, sino que dice lo que piensa en cada tema y, fundamentalmente, tiene el valor que no todos tienen, de plantarse ante un auditorio y navegar solo contra la corriente.
       No le tiene miedo al linchamiento político, porque se siente sólido en su argumentación.
       Como dice Mafalda, “Te quiero quilos Guille, pero te falta metros”.
       No se dio cuenta que una cosa es la minería y otra bien distinta, la minería a cielo abierto.
       Es una lástima que no lea prensa chilena, por Internet, porque las limitaciones teóricas, después se pagan en la práctica concreta y al final las pagamos todos, hipotecando el destino de nuestros hijos.
       Aratirí fue exonerada no solo de impuestos, sino de toda obligación hacia la sociedad uruguaya, porque es un punto de blanqueo de los dólares negros que se triangulan desde la India.
       Quien está detrás de todo esto es el partido de Eduardo Galeano. Como se arrepintió de haber escrito tanta pavada junta, ahora está escribiendo Los socavones y los caporales nativos en la inyección de sangre nueva.
       Vázquez no fue al Paraninfo de la Universidad, no porque tenga la voz tomada de tanto hablar con la gente, pelos en la lengua o se ponga tartamudo cuando le faltan argumentos,
       No fue porque hay una cosa que se llama Daniel Martínez, que es el hombre oficial de Aratiri y el que les va a financiar la campaña.
       El gobierno tiene un apuro imponente en este momento, porque donde pierdan esta mayoría parlamentaria, Aratiri tendrá que respetar las normas elementales del derecho tributario y la seguridad industrial de los mineros.
       ¡Capisce! ¡Capisca!
       El problema de Tabaré Ramón Vázquez Rosas, cada vez se lo ve con mayor nitidez, es que quiere armar un show mediático para tiquis mitis de barriada frenteamplista.
       No puede debatir con nadie en ningún tema, porque lo que natura non da Salamanca non presta.
        Siempre se tomó la política en chiste y ahora, en la hora previa al juicio final de los uruguayos, se está dando cuenta que dió no e’ chiste.
       Pero si por un momento de flojera, Vázquez quisiera discutir y debatir con altura sus ideas, necesitaría un traductor que a cada cosa que dijo, interprete lo que en verdad quiso decir.
       ¡Son tantas las limitaciones del doctor! ¡Qué le hace una mancha más al tigre! ¿Verdad? Puede que ahora una mancha más, le haga.
       En aquel Uruguay que tanta furia desata en Tabarecito, un tal Vázquez pudo recibirse de médico y el hermano, de profesor de cachiporra.
       La silla de Vázquez en el Paraninfo quedó vacía. ¡Qué pena, penita del alma mía! ¡Qué liderazgo más grande tiene un hombre así!

       Debe ser porque se están abriendo las grandes alamedas.

martes, 29 de julio de 2014

El 26 de Marzo está en las antípodas de nuestro pensamiento.

       El 26 de Marzo y Unidad Popular  su paragua protector, está en las antípodas del pensamiento blanco y nacionalista, pero, y aquí el pero es esencial, son hombres coherentes que deben ser respetados.
       A diferencia del frenteamplista a lo Baraibar, son frentistas a la vieja usanza.
       Los frentes no se hacen para jugar a las madres y quedarse así toda la vida, prendados a lo que fueron las cosas aquella vez.
       En política se hacen frentes para cosas puntuales y concretas en momentos específicos. Se dice: “Para tal cosa estamos de acuerdo distintos sectores, ¡Entonces vamos a eso!”, y luego que esa tarea histórica se termina, cada cual vuelve a su partido original.
       Otra cosa es el Frente Único estaliniano que vinieron a inventar aquí los aprendices tardíos de Dimitrof y compañía.
       Un frente quiere decir, marchemos separados, pero coordinemos juntos, en pos de este objetivo fundamental. Es eso y nada más.
       No es una excusa para que el partido único –ya sabemos quién es “el Partido”‑, tenga un paraguas protector.
       Ellos quieren Frente Amplio, no Fidel Ampliado y eso los diferencia, al punto que tienen que irse muy lejos de allí.
       No pueden armar un Frente como quisieran, por diversas causas, que no saben caracterizar.
       ¡Se fue un millón de personas del Uruguay y lo que queda, “es lo que hay, valor”.!
       Terminan coordinando con cualquier cosa.
       Como decía Voltaire: “Estaré en discrepancia con todo lo que dices, pero estoy dispuesto a dar mi vida, por tu derecho a decirlo”, es así como en lo personal los siento a ellos.
       He conocido blancos que tienen una particular admiración por la coherencia que ellos tienen y, yo les he dicho: “Es verdad, son coherentes con el ayer, pero no son justos con el presente, porque si bien tienen una razón hacia atrás, carecen de respuestas valederas hacia adelante. El mundo del futuro no va con esas “coherencias” de ellos, que más allá de todo lo que se pueda decir, es respetable, evidentemente.” Y me daban la razón.
       El día que lleguen al Parlamento, van a tener que ser como Carrillo en España y defender al pequeño y mediano productor contra las Multinacionales frenteamplistas y, ahí quiero verlos, si esa basecita, entiende algo de política. Pero eso, será otro tema.
        El día que se den cuenta de esto, van a hacer un giro de 360 grados.
       Al Uruguay lo saca del pantano leninista, el Partido Nacional o no lo saca absolutamente, nadie.
       El 26 de Marzo y sus alrededores de Unidad Popular, tienen una cosa positiva; discuten políticamente y no administrativamente, como en el Frente Amplio.
       Hablando en serio, por ahí, tal vez, podamos entendernos.
       Aquí no vinimos a jugar a las madres; los blancos, siempre estuvimos jugados.


Los Martínez "NO PASARÁN"

Los que no entienden ni por sí mismos, ni cuando se les explica

        Para entender el modus operandi que han tenido los gobiernos mal llamados progresistas en la región y concretamente, en nuestro país, hay que leer El Príncipe de Nicolás Maquiavelo que en 1513, daba bases para comprender la realidad política desde el ejercicio del poder.
        En política dice Maquiavelo están “Los que entienden por sí mismos y merecen la calificación de excelentísimos. Los que entienden cuando se les explica y merecen la calificación de excelentes. Y los que no entienden por sí mismos, ni cuando se les explica”.
        Lo novedoso 501 años después, es que una fuerza política íntegra y en todos sus matices internos, esté compuesta por gente que no entienda “por sí mismos, ni cuando se les explica”.
        Lo mismo ocurre con toda la ola de gobiernos de signo ideológico similar. Se lo ve con nitidez en la Argentina de Néstor y Cristina.
        A dos días de una cesación de pagos, hacen la de Vázquez y dicen “Vamos bien”, “no pasa neca”, sólo les falta decir Argentina no se detiene.
        Lo he dicho en muchísimos post de este bloger; no es que van a devaluar, porque las devaluaciones si bien son trágicas al comienzo, reactivan luego la exportación y la economía comienza a desarrollarse, saliendo del estancamiento generado por tanto tiempo de vivir asfixiado y sin competitividad, con el dólar planchado.
        La devaluación, es como se le dice “una medicina de caballo”, que a nadie le hace gracia, pero cuando se llega a un desequilibrio tan grande en las finanzas, producto de un manejo corrupto e irresponsable, no queda más remedio.
        Los que no entienden ni por sí mismos, ni cuando se les explica, no quieren ver que lo que ha de ocurrir es más grave todavía: le van a embargar la flota marítima y regiones enteras y además no van a tener acceso a los mercados de capitales. Le van a hacer lo de Portillo en México, que no quiso pagar porque se quedó sin divisas y le obligaron a entregar durante 10 años gratis la producción petrolera mejicana.
        No entienden, viven en otro mundo, quieren fabricar la realidad.
      Un ejemplo claro de esto fue una conferencia que dio Cristina hace un tiempo atrás y su gente en casa de gobierno cantaba; “¡Que me importa, que me importa, lo que digan los gorilas!”. Quiere decir que leen la prensa opositora y no les importa, mientras llaman a sus seguidores a que no la lean y le hacen una guerra para que no pueda salir a la calle.
        Mujica en esto es mejor, porque como está convencido de que la gente no lee la prensa, puede al menos por ahora, que todavía no se votó la Ley de Medios, haber algo de libertad informativa.
        Son todos iguales en diferentes realidades.
        En qué se diferencia un Secretario de la Presidencia como Oscar Parrilli diciendo que “no va a pasar nada” y que “Argentina de ninguna manera está en default”, con las declaraciones aquí de Mario Bergara sosteniendo que un 3,3 no es un déficit malo, es perfectamente sustentable.
        Hablan para gente que no entiende ni por sí mismo, ni por órdenes de Central.
        Para Maduro la culpa de todo la tiene Estados Unidos, para Tabaré Vázquez la oposición blanqui-colorada y para Oscar Parrilli “los agoreros del desánimo y el desastre que siempre tratan de generar miedo en la sociedad”. Nunca se les ocurre pensar qué cuota parte de responsabilidad tienen ellos, en el desquicio mayúsculo al que llevan a los demás.
        Así como a Mónica Xavier la oposición “no la deja trabajar”, para Cristina la culpa de todo la tiene el colonialismo británico y la soberbia de aquellos que le negaron un destino mejor a la Argentina.
        Lo peor es que se lo creen, como se cree Vázquez que representa la opción seria y responsable que necesita el Uruguay en esta hora difícil de corredores de destino incierto.
        Si no se lo creyera no se postulaba de nuevo, porque todos sabemos que como ex Presidente, tiene derecho a cinco secretarios, más una jubilación privilegiada. Es un pequeño poder institucional en su casa. Si quiere ser Presidente otra vez es porque se siente llamado a brindar, a aportar, a servirle a la sociedad lo tanto que ésta, en la época que gobernaban los blancos y los colorados, le brindó para que pudiera ser médico, pero cuando uno ve que lo que sale de allí son estupideces, manija pa’ la colada, y burlas a la oposición, es dable suponer entonces que el único que se comió su propia pastilla es él mismo.
        El Príncipe, tiene que dedicarse exclusivamente a la política y más nada, decía Maquiavelo.

        

Definiciones para esperar la muerte de mi país

        Homero Manzi, días antes de morir escribió Definiciones para esperar mi muerte. Allí confiesa que estuvo siempre acompañado de voces y de colores, “unas generadas en el trajín de la marcha, otras inventadas tras mi propia soledad”.
        Son voces y colores, decía “que juraron acompañarme hasta la muerte”.
        Se salvó porque murió antes de que el tirano depuesto huyera, porque si no, lo hubiéramos tenido viviendo en el Uruguay, como a Discépolo.
        Más apropiado sería, creo yo, que hubiera escrito Definiciones para esperar la muerte de la Argentina, porque si bien es lo más exacto de todo, también hoy es dable escribir las definiciones para esperar la muerte del Uruguay, y como en Macondo, sentarse en la puerta de la propia casa, a esperar que pase la carroza.
        La moral en este sentido, condena lo que la historia condena. A Dorticós lo suicidaron, Allende se suicidó y dicen los íntimos de Juan Domingo, que lloró tres días sin parar cuando el derrocamiento de Allende.
        Todos ellos, de diferentes maneras y distintas modalidades de encarar las cosas, recibieron el abrazo del beso de la muerte, porque el socialismo –la vía chilena al genocidio‑, y la patria socialista del peronismo, ya eran cosa juzgada en los tiempos dorados de Vladivostok, “El Compañero Presidente”, el Duende de Montevideo y la Bella Durmiente que ahora se despereza.
        Se ve que al Uruguay le hizo mal tanta sabiduría, porque no hizo la experiencia de lo inevitable. Ahora la va a hacer.
        Hoy estamos en presencia de algo novedoso: La vía uruguaya a la eutanasia.
        Cuando uno ve que se ataca un día sí y otro también a la Federación Rural, a la Cámara de Comercio, a la Cámara de Industria, a los importadores, los exportadores y los contribuyentes en general, “la burguesía y su servidumbre”, como decía Ernesto Guevara Linch, es porque tienen un programa bien definido de lo que van a hacer.
        De Venezuela los empresarios y los industriales disparaban con sus empleados y de Carmona para acá, el mismo gobierno bolivariano se puso a destruir el parque industrial, para que “la burguesía y su servidumbre no se reproduzca.”.
        Tenían la misma angustia interior que paralizaba a Lenín en silla de ruedas: “¿Por qué la gente sigue comprando y vendiendo?” y ahí vino el tole tole cuando descubrieron que era por culpa de Trotsky.
        “Ojo con el trotsko quiere decir para Huidobro, "alerta naranja que se viene el temporal” y mientras siguen “pa’ lante” a la nicaragüense, los demás decimos “Agárrate Catalina”.
        Cuando se termina, porque al final llega el “Tierra, trágame”, Allende se suicida y Perón llora tres días.
        Aquella era La hora de los hornos, también en el Uruguay. Se vivía en Estado de Sitio,  hasta que los partidos fundacionales supieron poner al Estado en su sitio.
        Hoy el horno no está para bollos.
        Los proyectos de Perón –paga con tiempo, para no pagar con sangre-, y el de Allende a las patadas con las grandes alamedas, son de orientaciones distintas y, si se lo ve desde el punto de vista económico, totalmente opuestos, no porque Juan Domingo simpatizara con otro socialista, como había sido Benito Mussolini, sino porque el peronismo se construye desde la burguesía nacional y no desde “la buguechía”, como quiere José Mujica Cordano.
        El peronismo era preocupante para las inversiones británicas. Cuando le preguntaron a Winston Churchill, que había peleado contra los rusos y contra los nazis, ya anciano, quién era en ese momento su principal enemigo, Churchill sin vacilar contesta, el peronismo argentino. Si viviera diría el peronismo uruguayo.
         Lo de Allende y Chávez sólo le preocupa a algunas inversiones, porque a otras les permite, tener mercado cautivo y dólar planchado.
        A Coca Cola y a los demócratas les importa muy poco la macro economía. “La buguechía”, vernácula les molesta.
        Gobernar “a la peronista” significa jugar un rol pseudo bonapartista entre intereses difusos que viven en perpetua lucha “por la puja distributiva”. No es capitalismo de estado, no es el nazi fascismo, es un error decir eso, antes bien es un capitalismo de amigos. Es saber intervenir con las fuerzas vivas que mueven la economía y operar con las fuerzas que están de vivas.
        Siempre me llamó la atención como puede ser que si a Perón se lo derrocó desde aquí, desde aquí nada menos, no se sepa caracterizar con exactitud a esta gente.
        Un modelo “a la bolivariana” es otra cosha, como diría Seregni. Se necesita recibir el visto bueno de allá lejos, para gobernar contra los trabajadores y los empresarios y repatriar divisas sin clausulas gatillo, plazos o metas.
        Aquí tuvimos en estos diez años, dos preclaros que allá lejos son Gardel, cantando “Rubias de New York”, aquí cuando vienen también son Gardel, pero cantando “Cuesta Abajo”, con la vergüenza de haber sido socialistas y el dolor de ya no serlo.
        La tienen clara. Para que no les pase lo de Allende traen a Bush, y para que no les ocurra lo de Juan Domingo, convencieron a la filigresía de que Cristo era frenteamplista, porque si no, se venía un Domingo siete.
        Recién entonces, con el rabo bien atado y las espaldas cubiertas, tienen luz verde para emprenderla contra la clase media y los trabajadores. Es un fenómeno el muchachito.
        ¡Qué los ricos financien nuestra lucha! ¿Verdad? Y que los trabajadores de corbata se fumen la diferencia.
        Estos aprendices de Galeano encontraron una nueva fórmula para prosperar: Combata la pobreza, insulte a un hombre de familia constituida y vote la taba, que siempre saca culo.
        Con un modelo de país, que claramente no es “a la peronista”, tampoco es claro, aunque lo parece bastante “a la bolivariana” y que se maneja a la que te criaste”, asigún, como diría el paisano, sólo restan las definiciones oncológicas para determinar el momento exacto de la eutanasia.
        La dinastía de los Castro’s –duro recordatorio de lo que no hay que hacer-, les dio un beso y los bendijo fraternalmente, como a tantos otros, que así les fue.
        Gracias, Fidel.
        Cuando el socio local no está ni ahí, solo cabe decir: “Fidel, seguro, a los bolches dale duro”.
        Hoy la muerte lame las paredes y da igual morir al doblar una esquina que en un hospital. 

        Evidentemente, aquí hay iluminados que saben cómo se ASSE.



Cuesta Abajo EL URUGUAY NO SE DETIENE

lunes, 28 de julio de 2014

El modelo de país que se nos viene

        Hoy en Venezuela se vive un gran caos económico, se recrudecen las restricciones sobre la divisa y la sociedad se va sumiendo en un proceso de degradación muy similar al de Cuba, como recientemente pudieron apreciar Tabaré Vazquez y Raúl Sendic cuando viajaron, no se sabe bien a hacer qué cosa.
        La mecánica para destruir una sociedad es infalible. Mientras en economía cuesta mucho esfuerzo conceptual dar con fórmulas que cuajen, lo de Cuba y Venezuela es matemáticamente, lo que no hay que hacer. Pese a eso, todos hemos visto la solidaridad del Pit-Cnt con el gobierno de Maduro en el preciso instante que reprimía a la juventud, la necesidad enorme que tenía Tabaré Vázquez de fotografiarse con Fidel Castro y el viajecito que hizo Raúl Sendic a Cuba, no bien lo nombraron Vicepresidente.
        Lo de Sendic es comprensible, porque estudió, se formó, se adiestró en Cuba y por ende, es natural que así sea. Como dice un refrán; La cabra al monte tira.
        Como en el Uruguay la gente no lee la prensa y solamente “la gilada” es la que compra el diario y consume información variada, pueden pactar quien sabe qué cosa en Cuba –la metrópoli-, y venir acá a decir cualquier ingeniosidad. A algo fueron a Cuba, porque como bien sabemos todos, ningún almuerzo es gratis.
        En Venezuela pese al enorme desquicio con el que se fue destruyendo la economía existió durante todo este período una cosa de la que nadie dice nada; Empresas estadounidenses y de otros países prosperaron durante años y se beneficiaron con la política de Chávez, porque ofreció una competencia limitada, consumidores hambrientos de marcas, y cercanos vínculos comerciales con Estados Unidos, lo que le posibilitó al elenco chavista comprar mansiones en Miami y blanquear nacientes fortunas petroleras.
        Junto a esto, el dólar estuvo planchado durante todo el período de Chávez y eso hizo que se sobrevaluara notoriamente el valor de lo que vendían. Estas pocas empresas con un mercado cautivo repatriaron fortunas a la casa matriz.
        Venezuela además, fue siempre y sigue siendo aún hoy, un puntual proveedor de petróleo a Estados Unidos.
        El único que salió perdiendo de todo esto, es el pequeño y mediano productor, la clase media que tuvo que irse en masa y el comercio minorista.
        La burguesía nacional y la clase obrera –“el proletariado amariconado de la ciudad”, como le decía Ernesto Guevara Linch‑, tuvieron que disparar en bloque de un país, en donde se volvió irrentable producir un alfiler con el dólar planchado.
        Cualquier similitud con el Uruguay es pura coincidencia.
        Contumacia quiere decir, reiteración en el error. Cuando se sabe a ciencia cierta que algo es pernicioso y se sigue insistiendo, estamos en presencia de un delito en contumacia.
        Hasta ahora uno lo vivió como un conflicto de visiones, de ideologías, de idealidades, pero ahora, cuando ya no hay dos opiniones ¿Por qué esa obsecuencia de Vázquez y Sendic a Cuba?
        Cuando se les recrimina esto, ellos se ríen o dicen cosas tales como: “Comunismo cayó, ahora podemos”. ¿Podemos que? ¿Inventarlo de nuevo? La “gilada” no entiende bien, le falta ideología, libro gordo del Petete,  porque si algo confirma Venezuela, es que no hay tal socialismo del siglo XXI, lo que si existe es una sociedad que perdió el siglo XXI.
        Tiene que haber algo más que uno no entiende, para tanta obsecuencia, genuflexión y servilismo a Cuba, con el argumento de que está bloqueada y a Venezuela, en donde no tienen ninguna excusa para agarrárselas con nadie.
        "Solía ser un ambiente muy lucrativo para ellos, -ciertas empresas norteamericanas‑, pero creo que estamos chocando contra la pared", dijo Carlos Tejera, el gerente general de la Cámara de Comercio Venezuela-Estados Unidos. "Todas las indicaciones son que estas multinacionales van a tener que estudiar con verdadera frialdad y dureza lo que está ocurriendo aquí y tienen que tomar una decisión, porque esto es insostenible".
        Con una inflación del 60% anual y el dólar planchado, la ganancia de estas empresas que trabajaban con un mercado cautivo, fue descomunal. Por ejemplo, Femsa, la mayor embotelladora de Coca-Cola en América Latina el año pasado, registró ingresos en Venezuela por 2.400 millones de dólares, ligeramente más que en Brasil, país mucho más grande. Sin embargo, los volúmenes de ventas, que reflejan el número de botellas, fueron dos a tres veces mayores en Brasil, que en Venezuela.
        Con el dólar sobrevaluado a niveles de una gran distorsión, el tipo de contabilidad llenaba los libros de muchas empresa con "utilidades fantasma", que les permitía a los directivos desviar fondos y mostrar excelentes resultados reales.
        El gobierno primero devalúa de 4,3 a 6,3, bolívares por dólar, después crea tres tipos de cambio. 1) El dólar a 6,3 enfocado principalmente, a la importación de bienes esenciales como alimento y medicina. 2) La tasa intermedia de 10,5 bolívares contra el dólar, disponible para empresas invitadas a participar en subastas del gobierno. 3) A 50 bolívares, con el propósito de estar abierto para todas las empresas e individuos, aunque de acceso restringido.
        Está faltando aquel hermoso momento, cuando en Cuba, Fidel Castro prohibió tener dólares, “porque es la moneda del enemigo y no nos dábamos cuenta”.
        Si a esto se le agrega que el gobierno prohibió que las empresas repatrien sus capitales durante los últimos cinco años, ahora si se les complica, porque con el dólar devaluado y ausente de las arcas del estado, esa gran riqueza en bolívares, significa muy poco cada día que pasa y la moneda sigue cayendo.
        A su vez, los controles de la divisa les impiden a estas empresas, importar bienes, servicios, refacciones u otros materiales. El gobierno a su vez no les paga lo prometido por importaciones compradas a crédito a proveedores, y en muchos casos los proveedores ahora se niegan a embarcar más bienes a Venezuela hasta que reciban su pago. Ahora, por fin hay escasez de productos y en pleno desabastecimiento se puede construir no el socialismo del siglo XXI, sino el socialismo del siglo XX en el siglo XXI y pagar en especies o vivir de la rapiña.
        Los funcionarios de Economía en Venezuela, dicen que quieren avanzar hacia un tipo de cambio unificado; probablemente pongan el dólar a 100 y solamente puedan venderlo los turistas.
        Son etapas en la construcción de una sociedad de pobres como la que tanto quiere Vázquez y Sendic.

La mala praxis médica (1)

       La mala praxis en Medicina, refiere a los actos de negligencia médica que consisten en ser actos mal realizados por parte de un proveedor de asistencia sanitaria, que se desvía de los estándares aceptados en la comunidad médica y que causa alguna lesión al paciente. Es haber realizado actos no apropiados o, por no haber tenido la diligencia requerida para el caso particular. Es decir, no haberse sometido a los parámetros mínimos y estándares de conducta para enfrentar el caso, y no haber cumplido con las normas técnicas de la profesión médica. Constituye, junto a la impericia e imprudencia médica, una vulneración a la Lex Artis Ad Hoc.
       También recae en el equipo de salud en el caso.
       La Lex Artis Ad Hoc es haber vulnerado la Lex, la regla de medición de una conducta que se fue de los baremos bajo los cuales debe operar.
       La conducta médica tiene que estar adecuada a la técnica normal requerida y corresponderse con la generalidad de conductas profesionales ante casos análogos.
       Artis refiere al hecho de que la ciencia médica se proyecta al exterior a través de una técnica y eso opera según el arte personal de su autor o profesionalidad. El que queda afectado por la Lex es el profesional de la Medicina.
       Lo que individualiza a la Lex Artis es su condición Ad Hoc que significa, que si bien existen presupuestos generales, hay que contemplar las características peculiares de cada actor en Medicina.
       La Lex Artis Ad Hoc refiere, por tanto al hecho, de que el médico no tiene una obligación de resultados sino de medios.
       El médico no está ante enfermedades muy difíciles obligado a curar al enfermo, sino antes bien, a proporcionarle todos los cuidados que requiera, según el estado de la ciencia en ese momento.
       Demás está decir que, la Lex Artis Ad Hoc se da en el marco del cumplimiento con el juramento hipocrático
       El término mala praxis, se utiliza tanto en los casos de “acción u omisión”, ya sea en la prescripción de medicación o en una manipulación en el cuerpo en el paciente.
       Lo que los estudios jurídicos que se han hecho al respecto indican, es que un médico promedio, tarda unos cuatro años en que se resuelva una demanda por negligencia en su contra. Una especialidad médica, cuanto más compleja es, más demora el juicio por mala praxis al profesional, porque es más difícil determinar si estuvo o no, a la altura de su responsabilidad.
       La cuestión se vuelve mucho más compleja sostiene Mauro Javier Oruezábal Moreno, en el tema de los cuidados paliativos de los enfermos que están en situación terminal, dado que son atendidos por equipos escasamente coordinados, lo que implica repetición de información, controversia de opiniones, desorientación familiar, y en definitiva, incomodidad del enfermo. Esto ya configura una mala praxis que es rutina en estos casos por lo cual la aplicación de la Lex Artis Ad Hoc, se complica en el sentido de que lo anómalo, es la regla de atención de estos pacientes.
       En el caso de la Oncología, por ejemplo, son dos los grupos fundamentales que componen el concepto de negligencias médicas. Por una parte, las negligencias generadas a consecuencia de un retraso o error en el diagnóstico y por otro lado, la incorrecta aplicación del tratamiento oncológico.
       El no llegar a un diagnóstico adecuado en el momento oportuno, suele ser debido a que ante determinados síntomas (denominados para neoplásicos), susceptibles de estar relacionados con el cáncer, no se efectúan las pruebas diagnósticas adecuadas, ya que para confirmar un juicio clínico hay que descartar primero otras posibilidades.
       No filiar el origen de la sintomatología de un paciente y no prescribir a tiempo las pruebas diagnósticas oportunas hace que, ante una enfermedad con alta mortalidad, se pierda la oportunidad de ser tratado a tiempo y de que la persona pudiera salvarse o, cuanto menos, tener una mejor calidad de vida y una mayor esperanza de vida.
       La pérdida de oportunidad es una teoría jurídica que permite indemnizar al paciente que se ha visto privado de la posibilidad de curación a manos del médico. A diferencia de los casos de responsabilidad en los que se imputa al médico la causa de un fallecimiento o de una lesión, en este tipo de casos el paciente ingresa en el hospital con un daño preexistente y lo que se atribuye al facultativo es la frustración de las expectativas de sanación. El ejemplo más frecuente es el retraso en el diagnóstico de una enfermedad que, de haber sido  detectada a tiempo, el paciente hubiera tenido mayores probabilidades de recuperación, como es el caso de determinados tipos de cáncer, ya que en ocasiones son patologías de largo desarrollo, de esta manera si se realizan todas las pruebas diagnósticas a tiempo, el cáncer o no se hubiese desarrollado, o si lo hubiese hecho, se hubiera detectado en un estadio menos avanzado que hubiera permitido aumentar notablemente, las opciones terapéuticas del enfermo.
       Tras el diagnóstico del cáncer, pueden surgir complicaciones y negligencias médicas respecto al tratamiento que para su erradicación se pauta, y en este sentido, tres son fundamentalmente los errores médicos que se cometen en este tipo de mala praxis: Dosis por Exceso, a consecuencia de una deficiente interpretación de las dosis, Dosis por Defecto, por un cambio innecesarios de tratamiento, omisión involuntaria de dosis a consecuencia de esquemas complejos, y por último un Mal Uso respecto a una inadecuada medicación concomitante.
       En definitiva, los factores que facilitan los errores de Medicación en Oncología se pueden resumir en la siguiente relación:
·  Formación Específica del Personal Sanitario que participa en estas terapias.
·  Errores Humanos Evitables en el Personal Sanitario.
·  Complejidad de este tipo de asistencias.
·  Factores Relacionados con el propio tratamiento.
·  Escaso o deficiente control de los diversos procesos del tratamiento.
·  Jerarquización de los procesos y terapias.
·  En el caso del Oncólogo, una adecuada prescripción, rigurosa en los procedimientos de cálculo de las dosis; vía, orden y tiempo de administración; medicación concomitante y demás; constituye el principal punto clave para evitar los errores.
       La responsabilidad, en general, no viene a ser otra cosa que la asunción de las consecuencias de un daño, normalmente traducidas en una estimación económica, por lo que para establecer de manera adecuada esta indemnización, se deberá poner su asunto en auténticos profesionales peritos y abogados especialistas en derecho sanitario, que velen adecuadamente por los intereses del que demanda.
      

Continuara//

¡Qué devuelvan lo que robaron!




       Combatir la corrupción es una cosa. Todos sabemos que con suerte el juez los procesa sin prisión y aún en el supuesto caso de que cumplan una condena, no deja de ser una cuestión de carácter vindicativo, que no les hace nada a los corruptos.
       El corrupto cuando lo que robó es una cifra muy grande, en realidad no va a la prisión, compra su seguridad y esto es así en todos los lugares del mundo.
       Muchos incluso, se hacen meter presos, porque resulta más seguro estar allí, que vivir expuesto a un posible ajuste de cuentas.
       No obstante eso, combatir la corrupción es correcto, porque ninguna sociedad puede darse el lujo de alentar en su gente un mundo de anti valores. Si se permite eso y se llega, como en el país vecino, al límite de la impunidad verbal, entonces todas las matrices sociales entran en desintegración.
       Combatir la corrupción es entender que ésta no tiene color político; el corrupto primero es tal y luego ve donde le conviene estar.
       Cualquier fuerza política que se precie de ser tal, cuando se encuentra con un caso de corrupción, lo primero que hace es nombrar una Comisión Investigadora en el Parlamento, para que se pueda indagar en el tema y luego eleva a la Justicia los resultados.
       Cuando, como hemos visto, la fuerza política de gobierno se ha negado a nombrar Comisiones Investigadoras y encima, salen a echar paños tibios en la situación, como han sido las declaraciones del ex Presidente doctor Tabaré Ramón Vázquez Rosas, acerca de que su fuerza política está compuesta por hombres, que muy rara vez “meten la mano en la lata”, sino a lo sumo “la pata” y, cuando junto a esto, el conjunto de dicha fuerza protege, hasta las últimas consecuencias, a gente que la Suprema Corte de Justicia ha procesado, es dable entonces comprender que la profundidad de la corrupción, que esa fuerza trajo en el país, está mucho más allá de lo meramente imaginable.
       Si bien es cierto, que el combate a la corrupción es condición necesaria para una correcta higiene moral en la sociedad uruguaya, sin embargo, no es suficiente.
       Aquí hay que entender una diferencia que es esencial para proceder con acierto en tan delicado tema. Una cosa es robar y otra muy distinta lo es expoliar.
       Según el Diccionario de la Real Academia Española, robar es: “Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno o hurtar de cualquier modo que sea.”.
       Expoliar es: “Despojar con violencia o con iniquidad.”, entendiendo por iniquidad “maldad, injusticia grande”. El termino expoliación refiere al despojo en gran escala; “Expoliación de terrenos, propiedades y demás”.
       El Código Penal uruguayo en el artículo 340, pune el hurto, de la siguiente manera: “El que se apoderare de cosa ajena mueble, sustrayéndosela a su tenedor, para aprovecharse, o hacer que otro se aproveche de ella, será castigado con tres meses de prisión a seis años de penitenciaría.”.
       El delito de expoliación en cambio entra dentro de lo que se llama también, delito de cuello blanco de lesa humanidad y consiste en obtener beneficios despojando a un pueblo.
       Dice al respecto Eduardo Febbro, en “El circuito de bancos internacionales que blanquea las fortunas de los tiranos. La ruta del dinero”, Página 12, ed. 27/3/2011, que el delito de cuello blanco de lesa humanidad: es “… Un crimen contra la humanidad. Silencioso, sin violencia aparente. Una espantosa empresa de expoliación de los recursos de los pueblos llevada a cabo con la inacabable complicidad del sistema bancario mundial. Las fortunas de los dictadores duermen en los bancos occidentales el fructuoso sueño de los beneficios, mientras decenas de miles de personas se mueran de hambre o sin medios para pagar un tratamiento contra el sida…
       Se podría seguir abundando en este tema, pero considero que al respecto deben pronunciarse los especialistas de estos asuntos, que están muchísimo más capacitados que yo, para poder hacer un abordaje de carácter global, a esta plaga que hoy se pone de manifiesto en la sociedad uruguaya, que además de la expoliación sufrida ha de encarar muy pronto, el efecto contagio de la cesación de pagos en el vecino país.
       Para concluir aquí, creo que no alcanza con llevar a la cárcel a los expoliadores, sino que se debe congelar sus cuentas bancarias, puesto que como todos sabemos es el sistema financiero quien tiene estos depósitos.