miércoles, 29 de julio de 2009

NO SE VE LA RAZÓN POR LA CUAL SE MANOSEAN LAS CENIZAS DE ARTIGAS.






Realmente, no se ve la razón por la cuál se pretende que el Prócer, José Gervasio Artigas sea, dentro del conjunto de los Libertadores, una especie de Prócer de segunda, condenado a un simple Museo y no pueda disponer de un Mausoleo, como todos los demás.

Se argumenta, para tal despropósito, que el Mausoleo fue construído en la época de la dictadura militar, pero con ese criterio habría que destruir todas las obras de infraestructura que se hicieron en ese período y se olvida también, que los Mausoleos de los demás Próceres fueron realizados en dictadura y no por eso a nadie se le ocurrió la peregrina idea de quitarlos de allí. Con ese criterio habría que despreciar la reforma vareliana y a José Pedro Varela, porque fue hecha en la época de la dictadura de Latorre.

Se argumenta con total liviandad moral que se trasladan los restos porque no se ha sabido corregir en democracia la ausencia de frases de Artigas en el Mausoleo, habida cuenta que cualquiera de ellas condenaba a la dictadura militar, pero se olvida que Artigas no está en sus frases célebres sino en su conducta, en su accionar y en su brillante y genial capacidad militar.

Estamos en presencia de un Gobierno desesperado, que vino como para no irse más y que ve ahora que se le termina su ciclo.

No se entiende tampoco, qué motivación puede tener alguien para sacar las cenizas de Artigas del Mausoleo y llevarlas al Palacio Estevez, cuando no hay acuerdo político, ni concenso en las organizaciones sociales para adoptar una medida llamada a durar lo que un lirio, no bien cambien las autoridades actuales.

Sea cual fuere la rara y enfermiza motivación que subyace en este manoseo al Prócer, no deja de ser una falta de respeto, tanto al individuo, como a su memoria y a la de todo el pueblo uruguayo.

Como decía Eduardo Acevedo Díaz en el Alegato Histórico, el Uruguay tuvo en su amanecer histórico una bendición, salió el Sol de la Patria trayendo un Artigas y eso es un raro privilegio que otros en América no pueden tener. Debe ser eso, lo que este Gobierno no le puede perdonar al pueblo oriental.

A esta gente tendremos que saberle decirle basta, como supimos decirle que no a Sarratea.









martes, 7 de julio de 2009

EL ESCENARIO QUE SE AVECINA

Unificando el discurso



Cualquiera entiende, que en el Frente amplio, el panorama no es nada satisfactorio para ellos. En primer lugar, existió un Congreso en diciembre de 2008 que no se sabe bien para qué aprobó un Programa, cuando según expresiones del candidato a Vicepresidente, Danilo Astori, es lo que hay que discutir. Ya sabemos, que ese era un programa nostálgico del mismo país contra el que se levantaron en armas. Un programa de 1966, cuando un político fallecido decía: "Novillos gordos y uruguayos flacos, vote Quiro Collazo". Sólo le faltó defender a Barry, el Fugitivo, el LLanero Solitario, Pilán y "por supu" a la Trilateral y a la Conferencia de la Olas.

Cuando ví eso, me quedé perplejo, porque ese Uruguay tan querido, fue el que se afanaron hasta límites increíbles por destruir. Primero, con el famoso y mentado: "Dale, comprometéte", luego con una suerte de existencialismo del tipo: "Mi humanidad esencial me lleva a hincar los codos en la mugre, hay que asumir emocionadamente una situación en el mundo" y luego con el consabido argumento de que están jugados, en el sentido de la canción de Viglietti: "Si perdiéramos la acción ya sabemos nuestra suerte". Como si Libertad o Muerte, fuera un grito a favor de la muerte y otras sorpresas.

Resulta que en diciembre de 2008, venimos a enterarnos que de ese odiado país, sienten nostalgias, lo que está indicando no sólo una falsa conciencia del presente incierto bajo el que hoy vivimos, sino de una mala conciencia; la de aquel que quiso fascistizar al enemigo para combatirlo mejor.

Es evidente que Astori no los quiere ni regalados. Es más, el General Líber Seregni se la comió doblado por no tener actitudes claras contra eso, cosa que trató de enmendar hasta la evidencia, luego de salir de la cárcel.

Unir a Mujica y Astori, lo sabemos todos, es como juntar el agua con el aceite.

Ante una eventual derrota ¿Quién es el responsable? Mujica dirá: "Ustedes no me apoyaron", y los de Astori dirán: "A nosotros nos humillaron en un Congreso". Mujica dirá: "Puse toda la carne en el asador" y los de Astori dirán: "Nosotros hacemos la política, ustedes se subieron al carro". Mujica dirá: "A mi me dieron dos veces, en un Congreso y en una interna a padrón abierto, la máxima responsabilidad y cumplí". Los de Astori dirán: "Las responsabilidades son para representar a todos, no a un sector". Mujica dirá: "Hablo por mi clase". Los de Astori dirán: "Trabajamos para que existan menos pobres, no para un país de mentalidad pobrista y pobrísimo". Más que eso, le van a decir: "Nosotros llevamos el Frente a la victoria en el 2004, luego de un crecimiento imparable y ustedes lo destruyeron". Y así sucesivamente. Va a estar como para alquilar balcones, mientras el PIT-CNT, se despereza de tanta genuflexión y comienza su clásica y testimonial gimnasia política.

Cuando hagan oposición vamos a largar todos, la gran carcajada.

Tener peso en un Frente donde se vota por disciplina, suele desatar pasiones a la peronista.





lunes, 6 de julio de 2009

LO QUE LAS INTENDENCIAS QUE GANÓ EL FRENTE NOS ESTÁN DICIENDO




Si observamos los resultados de las internas, tomando exclusivamente aquellas intendencias que ganó el Frente Amplio en el año 2004, tenemos hoy, el siguiente panorama:



Desde el punto de vista de la participación, Treinta y Tres, Maldonado y Florida son los más importantes. En ellos el Partido Nacional aventaja notoriamente al Frente Amplio. Lo que está indicando una clara desaprobación al Señor Intendente Municipal de Treinta y Tres, doctor Gerardo Amaral Olivera; al Señor Intendente Municipal de Maldonado, Óscar de los Santos y al Señor Intendente Municipal de Florida, maestro Juan Francisco Giachetto Spinelli. Es un escenario en donde en todas las Intendencias menos en la de Montevideo, la ventaja nacionalista es notoria. El triunfo blanco en Salto y Canelones anuncia un escenario departamental polarizado, lo que está indicando que el Señor Intendente Municipal de Salto, maestro Ramón Fonticiella y el Señor Intendente Municipal de Canelones, doctor Marcos Carámbula, tienen por delante una dura disputa. También hay que tener en cuenta que en estos departamentos la participación es menor y allí en dónde el Frente Amplio lleva amplia ventaja (2 a 1) ante el Partido Nacional, como lo es en el departamento de Montevideo, la participación es la más baja de todas, incluso de la media nacional (40%).

Si se lo mira desde el punto de vista de los habilitados para votar, es decir desde el ángulo de la mayor densidad demográfica y, por ende, desde el nivel de urbanización en el Uruguay vemos que:



Montevideo, la Capital, el departamento más urbanizado y desruralizado del país, dónde el Frente Amplio lleva una clara ventaja al Partido Nacional (2 a 1) es el que menos participación genera y le sigue Canelones que como todos sabemos es el espejo de lo que ocurre en Montevideo. Allí, el Partido Nacional le lleva al Frente Amplio una leve ventaja y el nivel de participación está en la media, la mediana y el modo general del país en su conjunto.

Si observamos detenidamente vemos que donde menos habilitados para votar hay, mayor es la participación y mayor la ventaja del Partido Nacional. Treinta y Tres, en lo más bajo de la escala, es dónde el Partido Nacional lo duplica al Frente, los habilitados son menores y la participación es mayor. Toda una señal política clara. Estamos hablando de un departamento en donde la polarización de la campaña en el 2004 fue entre Amaral Olivera y el recientemente fallecido Wilson Elso Goñi. Allí ganó el Frente Amplio en una reñida disputa, que a juzgar hoy por las cifras se vuelca la balanza decididamente, del lado nacionalista.

Si en cambio miramos la situación del Partido Colorado, solamente en Salto se puede decir que está en una situación competitiva aunque en clara desventaja ante los otros dos, en los demás es un partido que ha caído mucho, no obstante lo cual, conserva proporcionalmente cierta presencia.

De todo esto se deduce una conclusión política clara, el Partido Nacional que ganó en todas las Intendencias del país, logró vencer y superar el único momento histórico que tuvo el Frente Amplio de llegar a todo el país, superando el clásico techo de ganar siempre en la Capital.

Para tener una idea de lo que significa un triunfo general en todo el interior del país, hay que considerar que existen 1.513.183 habilitados para votar y en Montevideo 1.071.037. Vencer la barrera que el Interior le planteaba al Frente Amplio fue una de las claves de su victoria en las pasadas elecciones. Si se tiene en cuenta que en Montevideo gobierna desde el año 1990 a la fecha ininterrumpidamente, es fácil comprender que ese 20 por ciento de voto prestado proviene, fundamentalmente de los departamentos que estuvimos analizando.

Para concluir, en política no existe la casualidad, existe la causalidad y si es razonable llegar al Gobierno con 8 Intendencias, perder 7 de las mismas, es un claro indicador de ese declive frentista que se suele buscar por la baja participación montevideana -otro indicador-, pero que a mi entender tiene sus raíces en el hecho de que el Interior hizo una experiencia municipal, que no quiere volver a repetir.

No hay que olvidar que estamos hablando de un Frente que lleva como candidato único a la Presidencia de la República, un verdadero "gauchi político", que parece sacado de los tiempos de Manuel Aquino, muy criollista y martínfierrista, que además fue durante el Gobierno actual, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Lo que está indicando que, como dicen los muchachos: "No están, ni ahí".


LA FORMA FRENTISTA DE LEER LOS RESULTADOS, HOY NO CIERRA.


Si observamos los resultados electorales de las elecciones internas con mentalidad frentista, podemos decir que como en las internas de 2004 el Partido Nacional tuvo el 41% de los votos, el Frente Amplio el 42% y el Partido Colorado el 15% y en cambio en octubre, los porcentajes fueron de 35%, 52% y 10% respectivamente, ahora en las internas de 2009 cuando el Partido Nacional tuvo el 46% de los votos -un 5% más que hace cinco años-, el Frente amplio el 41% -un 1º menos- y el Partido Colorado el 12%, un 3% menos, el Frente Amplio puede ganar nuevamente en primera vuelta, porque si se ve expuesto a un balotaje, entonces sí, la polarización lo liquida. El argumento frentista es imperativo: junio no tiene nada que ver con octubre.

Es obvio que nada indica que en octubre los porcentajes se mantengan en progresión aritmética pura. También es auto evidente que mermar un 1% no significa nada y crecer un 5%, si bien está dando una señal, puede -desde la mentalidad frentista- ser el indicador de que el Partido Nacional llegó a un techo y en cambio el Frente Amplio estaría en su piso. Es llamativo que en el 2004 sostenían lo mismo: que Larrañaga estaba en su techo y Vázquez en su piso.

Ahora dicen que están en el piso porque el no votante en las internas es el frentista desmotivado.

Es indudable que cada cual puede leer las cifras como quiere y extraer de ellas cualquier conclusión.

Habría que pensar, desde esta lógica frentista, que todo aquel que una vez voto al Frente Amplio, quedó prendado para siempre a esa opción y si se desengaña, su única respuesta es no participar, pero cuando es obligatorio hacerlo, a regañadientes, inconforme y molesto, no tiene más remedio que volver a votar al Frente Amplio. Sería el proceso psicológico de desengaño por la izquierda, en una situación ideológica en donde como el Frente Amplio no avanzó hacia lo de Castro y Chávez, entonces la gente no participa y en vez de votar con las manos, decide votar con los pies.

También es un hecho de que toda la prédica frentista está dirigida a ese hombre o mujer. Ellos discuten con la utra izquierda y no están en condiciones de discutir con absolutamente más nadie.

Con esta mentalidad se suele perder de vista varias cosas nuevas que han ocurrido en estos últimos cinco años.

1º) Se fueron 200 mil personas del Uruguay durante el Gobierno de Vázquez. La misma gente del Frente decía: "Si no les gusta que se vayan". Ahora quieren llamarlos con el voto epistolar.

2º) Existen 375 mil votantes nuevos. Todos sabemos que la juventud tenía una predilección casi cautiva por el Frente Amplio. No se registra en esa merma del 1%, que los jóvenes hayan tenido una enorme participación hacia el Frente como existía en otra época.

3º) El Padrón no está actualizado, dado que durante el período 1999 a 2004 murió y se fue mucha gente y eso se actualiza mucho después. Se espera un quinquenio para que la persona pague la multa y si así no ocurre, en el otro es borrado del Padrón. Pueden existir lo menos 250 personas fallecidas.

4º) La tendencia histórica en el Uruguay es que mueren 50 mil personas por año y nacen 50 mil más. Eso le da una estabilidad a las cifras cuando se las compara históricamente, aunque lo que se está queriendo determinar no tenga nada que ver con el período anterior.

Nadie sabe lo que puede suceder y es obvio que estos resultados no dan pie para a cantar victoria antes de tiempo, pero una sola cosa es cierta, ni se palpa un entusiasmo por el Frente Amplio, ni la juventud de hoy está ideologizada y partidizada.

jueves, 2 de julio de 2009

Raras formas de interpretar una interna.


Dije en un artículo anterior que lo que le dolía al Frente Amplio no era ser minoría ante el escenario no frentista, sino que el Partido Nacional fuera mayoría capaz de vencerlo por sí mismo.

Desde el punto de vista político esta ojeriza lo conduce a un ensañamiento contra el blanco propiamente dicho, que llega al punto de la desconsideración hacia su identidad nacionalista, como es el hecho de decirle "blanqui‑colorado" o "rosado" como forma de no dirigirse concretamente, a su competidor. Todos sabemos que el Partido Colorado hace ya un par de elecciones que no está en su mejor momento histórico, de modo que no se ve la razón por la cual para dirigirse al competidor, haya que negarle la identidad política, el orgullo de ser blanco.

Este hecho se paga en política y con más razón en un país como el Uruguay que tiene los partidos tradicionales más viejos del mundo. Si ha crecido Pedro Bordaberry dentro del Partido Colorado ha sido justamente, por su capacidad de reivindicar el orgullo de ser y sentirse colorado y si el Partido Nacional se ha vuelto opción de Gobierno, con un despegue fenomenal en credibilidad de sus candidatos presidenciales -solo comparable al de Jorge Batlle en el 99'- es precisamente por esa manera que el Gobierno y su hinchada tienen de dirigirse a la oposición, sin respetarle la identidad histórica.

La relativa mayoría que una interna puede dar, debe leerse como lo que la interna es: una definición de cada partido para buscar su candidato único. Otra lectura es ponerse fuera del pleito y hacer una proyección de los resultados hacia octubre. Probablemente se mantengan, pero nada indica que tengan que conservarse en términos matemáticos, allí dónde el voto es obligatorio. Leer los resultados de junio, con mentalidad de octubre -como hacen los politólogos y las empresas encuestadoras- es un error gravísimo, porque en octubre, tampoco está en juego el balotaje, sino la composición parlamentaria. Sólo aquellas dos fuerzas que no alcancen la mayoría, van en noviembre a una definición del Presidente, de modo que no hay razones tacticistas al estilo del voto útil, para no elegir el parlamentario que se desea. Qué un candidato suscite aversión y rechazo fuerte en un sector específico, no significa por eso que sea útil votar a ese sector. Puede ser útil votar a cualquier otro, auque también se comparta el rechazo a ese candidato. No estamos en la época de la Constitución del 67', en dónde muchos votaban como quien tira una pedrada contra otro. Lejos estamos hoy de la época en dónde había quienes decían que no votar el Partido Colorado era hacerle el juego al comunismo, puesto que, argumentaban, era debilitar a la única fuerza que podía enfrentarlo con eficacia.

Al Frente Amplio no le conviene el balojate, porque sabe que en ese escenario además de perder, queda expuesto a su clásica y ya típica debilidad argumental. Por ende, polariza desde las internas jugando a quien enfrenta mejor al otro. La señal que tiene es la de quien es mayoría, pero no internamente, sino externamente. Es una rara forma de interpretar resultados internos con mentalidad externa que hunden sus raíces en la proyección que las internas del 99' y del 2004 dejan, como si fuera una ley nueva en política: el que en una interna demuestra ser más participativo y militante que el otro en términos externos, aunque no tenga mayoría absoluta comparativamente considerado, es el seguro ganador de las elecciones nacionales.

Es una forma infrecuente de interpretar los datos de la realidad política. Hunde sus raíces en varias aristas y aspectos propios de la mentalidad de esta gente: Creen que el Frente Amplio es un Partido Único en dónde lo que se acepta es nada más que discutir el tamaño de los afiches y el tipo de letra de los volantes, si el delegado es este o aquel y a quien le corresponde ser secretario del secretario del Secretario General adjunto. Constatar que frente a sí tiene una fuerza organizada que discute políticamente y no administrativamente, y que internamente expresa un nivel de cohesión importante, es algo que realmente le preocupa y molesta sobremanera. Que la Cámara de Comercio, la Cámara de Industria, la Federación Rural, los exportadores, los importadores ‑lo que en términos marxistas se llama la burguesía nacional‑ estén en contra de ellos, al parecer no les preocupa en absoluto. Los industriales, por ejemplo, ya dijeron que iban a salir a actuar políticamente y esa es en gran parte la recomposición y concentración en liderazgo del Partido Colorado y el nuevo vigor del Partido Nacional. Eso no los inmuta, pero que un partido no frentista tenga unos puntos más que ellos en una simple interna, eso les enciende la señal de alarma.

El hecho cierto de que ya no es época para síndicos, parecen no haberlo registrado.

miércoles, 1 de julio de 2009

OTRA FORMA DE MIRAR LOS RESULTADOS.

CANDIDATO

VOTOS

Lacalle

274.959

Mujica

225.294

Larrañaga

206.034

Astori

171.784

Bordaberry

90.849

Carámbula

35.866

Amorín

18.540

Hierro

14.973


Uno de los análisis políticos que siempre me gustó hacer es el de observar el resultado desde el punto de vista de los candidatos más votados, porque si bien es cierto que merced a la Ley de Lemas suman dentro de sus respectivos partidos y si bien, también es verdad que en definitiva son los partidos los que movilizan a sus electorados y ponen los equipos de Gobierno, perder de vista el rol que juegan los candidatos en el escenario político, en gran parte es mutilar el análisis, es perder de vista el lugar del hombre en el proceso político.

También, siempre preferí el análisis numérico puro, para poder tener una proporción más realista y ponderada que la simple estadística deductiva en dónde los porcentajes si bien aclaran en gran parte el lugar que cada partido ocupa y que cada candidato dentro de él tiene, no ayudan a visualizar la situación de conjunto cuando se la mira desde el peso específico que cada actor político tiene.

Si analizamos detenidamente las cifras fuera del contexto partidario en el que operan acumulando votos y, las miramos por el liderazgo personal que cada uno tiene, podemos constatar una serie de cosas que son novedosas y no se suelen percibir a la simple vista del resultado general.

El candidato con más liderazgo personal en el escenario político uruguayo es Luis Alberto Lacalle, con 274.959 votos, le sigue José Mujica con 225.294.

Luego en tercer lugar Larrañaga con 206.034 y en cuarto lugar Astori con 171.784.

Si se lo mira desde el punto de vista de un cabeza a cabeza, Lacalle ver sus Mujica, Larrañaga versus Astori, la balanza se inclina favorablemente para el partido nacional.

Si seguimos por este análisis que me parece el más apropiado de todo, porque si bien la gente vota partidos el rol del hombre es decisivo, en quinto lugar tenemos a un Bordaberry, por quien nadie daba nada, que tiene un liderazgo por lejos más favorable que Carámbula -90.849 a 35.866-, lo que está indicando que hay una clara preferencia del liderazgo de derecha se lo mire por donde sea.

Incluso si se afina más el análisis, Amorín Batlle que representa más el liberalismo con 18.540 votos, lleva una clara ventaja sobre Luis Hierro con 14.973, que representa el socialdemocratismo batllista.

Desde el punto de vista del liderazgo al menos, hay un claro viraje a la derecha en las preferencias del electorado, cuando se lo observa desde un punto estrictamente individual.

Este análisis del caudillismo, como se le decía en otra época, siempre me dio buen resultado para interpretar el estado de ánimo que se desprende de un resultado electoral. Porque caudillo no es quien es más hacia adentro de su partido, sino quien lidera ante sus oponentes naturales de afuera.