viernes, 4 de julio de 2014

Cosas veredes, Sancho.

       Cuando se analiza el populismo, como hacía Alfredo Palacios en la Argentina, sacando la conclusión de que el peronismo es un populismo de derecha, se pierde de vista que en política lo central no es tanto qué cosa es determinada fuerza política, sino concretamente, qué es lo que hace.
       Cuando en las elecciones de 2009, escuché a políticos explicar minuciosamente el populismo del Frente Amplio, este hecho me motivó a una reflexión que por diversas razones no quise manifestar en ese momento, porque sería trágico que la oposición al Frente Amplio cometa los mismos errores que el anti peronismo en la Argentina.
       El drama argentino, no me cansaré de repetirlo, no es el peronismo, la tragedia política del vecino país está en la oposición. El peronismo de cimbronazo en cimbronazo y marchando a los bandazos, estuvo siempre pronto para perder, pero la oposición solamente dos veces, estuvo pronta para ganar.
       El populismo es una variante de un estado que es paternalista en las formas, pero Juez y Gendarme en su configuración real. Para jugar el rol bonapartista de mediar entre los diversos intereses difusos inventa una falsa dicotomía y juega ese rol, pero hacia adentro de su fuerza política, no hacia el conjunto de la sociedad.
       Este hecho explica la no sintonía de los populistas –que son totalitarios disfrazados-, con el resto de la ciudadanía. Hablan como si todo el mundo perteneciera a esa fuerza política. Están siempre adentro de una barricada calmando no se sabe bien a quién.
       En el caso de Juan Domingo Perón atomizó a todo el mundo con la palabra compañero, cuando todos sabemos que compañero en latín es aquel con quien se comparte el pan. Cualquier parentesco con el Uruguay es pura coincidencia casual.
       El populista se encuentra con una sociedad de individuos que carece de nivel político para expresar sus opiniones. Gente ignorante y sumergida que tiene muchos motivos en la vida, pero ninguna razón. Piensan mal, viven mal.
       En Argentina el populismo clásico de derecha y el neo populismo actual, “el progre”, encontró un punto débil en la configuración de las matrices sociales bajo las cuales esa sociedad se fue formando y vio, con perfecta nitidez que el Complejo de Indio es lo que unifica a los argentinos. De ahí a patear el tablero geopolítico mundial y volver al Cono Sur en área de guerra, hay un solo paso, porque viven en función de sus tendencias internas, que son muchas y con intereses creados muy distintos. Ni el resto de la gente, ni los países vecinos, existe para ellos.
       En el Uruguay no hubo posibilidad de populismo porque nuestro estado tuvo siempre una relación paternalista, aún en las épocas en que era Juez y Gendarme. Eso le permitió jugar el rol bonapartista con mayor eficacia. Las épocas de alta conflictividad que tuvimos fue cuando se rompió el pacto social, pero son instancias completamente circunstanciales en el proceso político uruguayo.
       Se podía decir mi Presidente aunque no se lo hubiera votado; hoy es imposible, porque el populismo a la uruguaya encontró en las barriadas, el barra bravismo barrialista que necesita para fronterizar psicológicamente a la sociedad. Se ve que quieren llevar las cosas al mismo punto en que se manejaba Noriega, en Panamá.
       El tema da para más, porque el populismo para perpetuarse destruye  a la educación, y costea gente con planes trabajar para que no trabajen. Son los que cuando le critican esa fuerza política se arremangan para pelear. Es significativo de su nivel mental, no hablan, solo ladran y gruñen.
       Para entender claramente el desfasaje de esta gente con la realidad política nacional e internacional, me voy a centrar en las declaraciones de Astori para consumo ruso: Como si Uruguay fuera Ecuador y él un continuador del pensamiento de Correa va y dice que Estados Unidos “ha incurrido en omisiones o en contradicciones graves a lo largo de la historia”, a principios fundamentales en materia de política internacional, como la no injerencia y el respeto a la soberanía de los países. “Estas omisiones o contradicciones han hecho mucho más daño que ayuda”, sostiene buscando que los rusos le financien la campaña.
       Todos sabemos que ni él, ni Gabriel Oddone piensan así, de modo que se lo toma como de quien viene, pero más allá del chiste de mal gusto que lanzó a la prensa internacional, hay un hecho que esta lumbrera de la economía progre, pierde de vista.
       Estados Unidos es el único país del mundo que no coloniza a nadie. Se lo critica cuando interviene y también cuando no interviene, eso hace que el carácter de la intervención siempre sea tardío. Es como un bombero que llega tarde para apagar el incendio.
       Interviene a la fuerza, molesto y porque el socio local se lo pide. Luego se va y retira hasta que una situación que iba camino al descontrol total, se normaliza.
       Uno se pregunta cuál puede ser la razón para que un "bocho" así, haga esas declaraciones, más allá de las necesidades de financiamiento que tiene para la campaña electoral en curso.
       No se le ve otra explicación en el hecho de que la puja internista del populismo al estilo frentista, lo dejó tan descolocado allí adentro, que ni el dedo de Vázquez puede hoy sostenerlo. Tiene que posar de No Alineado y el árbol del internismo del Frente Amplio, no le deja ver el bosque del colapso argentino.
        Cosas veredes, Sancho.

jueves, 3 de julio de 2014

En política no existe la casualidad, sino la causalidad

       El orden causativo en términos rigurosos, que a veces cuesta entender en la vida cotidiana, en donde el acontecer es a la vez simultaneo y sucesivo, en política en cambio, es muy fácil de observar.
       La política debe ser de las pocas actividades humanas en donde no hay puntada sin hilo.
       Esa es la causa por la cual al político le cuesta moverse fuera de los límites que le impone la disciplina partidaria y es la razón por la cual, se hacen las coordinaciones de bancada y cada sector discute todos los temas. La política es una actividad más compleja de lo que suele parecerle a quien lo ve de afuera, porque implica, como bien enseñaba Max Weber un justo equilibrio entre la ética de la responsabilidad –la disciplina partidaria-, y la ética de la convicción personal. Feliz de aquel político que siempre votó exclusivamente, las cosas en las que está de acuerdo.
       Para muchos, fundamentalmente, por la forma desordenada que adopta la actividad parlamentaria cuando el ambiente está caldeado y la prensa, junto a muchedumbres fuera del recinto  están expectantes de lo que se discute, la figura del político se les aparece como una criatura errante que vive en un mundo de corredores inciertos. Era La Rochefoucauld quien decía: “Hablar, hablar, hablar, solo sabes hablar”, pero esa es la visión del hombre común, que lo ve de afuera.
       La política nos enseña Aristóteles, es la actividad más noble del espíritu humano, y eso es precisamente, lo que hemos perdido en esta década de oprobio y bobería.
       Si se analiza el paquete de medidas que “los progres” nos han impuesto, con sus brazos de yeso votando a tapa cerrada todo lo que han querido, vemos que hay una lógica implacable que conduce a lo que bien podríamos de definir, como de dictadura financiera,
       Primero el Impuesto a la Renta, verdadera venganza contra la clase media, porque hay estudios económicos que demuestran que no ejerce ninguna gravitación en el monto global de lo que la Dirección General Impositiva recauda.
       Después el FONASA que terminó degradando la salud en el Uruguay.
       Ahora la ley de inclusión financiera pensada contra las Cooperativas de Ahorro y Crédito y al servicio de lo que se pasaron la vida combatiendo, la tan mentada patria financiera.
      En ese proceso degradaron las matrices sociales hasta límites increíbles, metieron empleados públicos en una dimensión inconcebible, robaron a cuatro manos, como bien expresa Pedro Bordaberry en los entes públicos: UTE, OSE, ANTEL, ANCAP y demás, esto es, se enriquecieron desde los entes recaudadores, porque han sido siempre islas y con los progres encontraron la oportunidad que antes no tenían.
       La ley de medios es una papa caliente que la posponen para después, no tanto por el tema de la propaganda electoral y la cuotificación política que quieren imponerle a la prensa, sino porque está pensada para no contestar ningún pedido de informe.
       Estamos hablando de gente que se pasó la vida elevando pedidos de informe por cualquier guarangada y que al llegar Vázquez al gobierno impidió elevarlos, sin previa autorización de la bancada.
       Están palpando el mapa político de un Uruguay que ya no es el mismo y, si les es favorable, porque tienen chance de ganar, la aprueban, de lo contrario, si se encuentran que van en franca desventaja, no la aprueban, porque cualquiera sabe que esa ley está pensada desde lo que Nicolás Maquiavelo en el Príncipe visualizaba como la lógica del poder: Le va a servir a cualquiera que gobierne para condenar a la oposición a vivir en noche y niebla.
        Vinieron como para no irse nunca más.

Hay que terminar con esta degradación social.

       Hay que ponerle punto final a este mal sueño que se llama Frente Amplio y amenaza convertirse en pesadilla, bajo lo que Émile Durkheim, en sociología, llamaba anomia, que en buen romance quiere decir, la falta de normas o a la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad.
       La anomia es lo que explica la conducta desviada. No rompen con las leyes, sino con las normas, los institutos sociales consuetudinarios, bajo los cuales hemos vivido.
       La mayor presión conducente al desvío se da, nos dice Émile Durkheim, entre los grupos socio económicos más bajos y las conductas desviadas son: el crimen, el suicidio, los desórdenes mentales, el alcoholismo y demás. Se supone que la anomia es un colapso de la gobernabilidad por no poder controlar esta emergente situación de alienación experimentada por un individuo o una subcultura, hecho que provoca una situación desorganizada que resulta en un comportamiento no social.
       La anomia es en este caso una disociación entre los objetivos culturales y el acceso de ciertos sectores a los medios necesarios. La relación entre los medios y los fines se debilitan.
       El que se encuentra en estado de anomia nos decía, hace muchos años atrás, ese gran catedrático de sociología que fue Isaac Ganon, no puede favorecer la solidaridad orgánica de la sociedad, porque des institucionaliza los códigos morales de las instituciones que nos rigen.
       Concretamente, según Durkheim, la anomia implica la falta de normas que puedan orientar el comportamiento de los individuos.
       Según Carlos Nino la anomia en el caso de Argentina se explica por la forma en que se transita por los espacios públicos, cómo estos son cuidados, la naturalidad con que se evaden las responsabilidades cívicas, la forma en que se contamina el ambiente, la extensión de la corrupción, y demás.  Viven en la falta de códigos morales, en la ilegalidad, en el irrespeto a las normas y les exigen a los otros la más pulcra moralidad.
       Cuando les conviene se apartan de la ley o desconocen el principio de autoridad que dicta las normas en cuestión.
       Dice Carlos Nino que cuando la anomia se vuelve “boba”, todos quedan perjudicados. No es que la ley no haya contemplado ese aspecto, sostiene, tampoco son necesidades que haya que satisfacer al margen de ella, sino que se vive en la inobservancia producto de una gran disfuncionalidad.
       Lo que analiza Carlos Nino, para ser entendido, es a individuos que tienen propósitos incompatibles con los de los demás.
       A Nino no le importa ni la moralidad, ni la legalidad, sino el hecho de si se es eficiente o no para controlar la situación. La distancia entre las expectativas sociales y los caminos concretos para alcanzarla es tan grande, que ante esto aparecen distintas modalidades para encontrar un atajo:
·      Dicen estar de acuerdo con los propósitos que todos compartimos, pero como son distintos resulta que tienen otra manera de resolver las cosas.
·      Caen en el piedeletrismo, observan la norma, pero ignoran los fines y burocratizan hasta límites increíbles, lo que tienen que resolver.
·   Viven en la “maniobra”, la “chicana”, “el resquicio legal”, para beneficiarse en términos personales.

       Ser ético y pretender actuar moralmente, en esta situación general de descaecimiento colectivo, termina siendo una irresponsabilidad, porque para actuar moralmente, hay que tener en cuenta los efectos y las consecuencias de lo que se hace.
       Creo que estamos en el punto más bajo al que la sociedad uruguaya pudo haber caído en su historia. Estoy de acuerdo con Pedro Bordaberry cuando dice, que los delitos de corrupción no deben prescribir.

miércoles, 2 de julio de 2014

No se puede fabricar la realidad con la ideología

       Recuerdo que un poco antes de la caída de Isabelita Perón en la Argentina, la CGT le hizo una huelga al Ministro de Economía, Celestino Rodríguez. Fue el único caso en la historia argentina en donde el sindicalismo peronista, le hace una huelga a un gobierno peronista. El episodio se recuerda como “El Rodrigazo” y fue, lisa y llanamente, una devaluación.
       Contaba Celestino Rodríguez, en un reportaje que le hicieron cuando cayó, que él de economía no sabía mucho y daba a entender, que lo pusieron de Ministro precisamente, por eso. Era el mascarón de proa.
       Cuando asume el cargo le dicen: “Miré Celestino, usted puede tener la ideología que se le dé la gana, pero en economía, una sola cosa es cierta, dos más dos, son cuatro”.
       El consejo que le dan a Celestino Rodríguez, parece hecho a la medida de lo que el Frente Amplio en el Uruguay no quiere, ni quiso, ni querrá, entender. Dos más dos son cuatro. Punto. Ni un gaucho, ni dos gauchos, ni tres gauchos, ni 33 gauchos.
       No se puede fabricar la realidad con la ideología.
    Argentina tuvo desde que asumió Lavagna un crecimiento del 7,5 por ciento anual en forma ininterrumpida, gracias a la revalorización del precio de la soja, por el incendio que hubo en Estados Unidos.
       Influyó también la alta tasa de natalidad que comenzó a darse en Europa en un crecimiento imparable de la población mundial. Más niños al mundo, significa más productos agropecuarios para las economías emergentes que tienen su ventaja comparativa en la producción extensiva. Mucha materia prima y poca mano de obra, esto es, los commodity.
       En pleno crecimiento de la economía Néstor Kirchner saca a Lavagna y cuando le preguntan éste dice: “Ellos quieren lo mismo que yo, pero la diferencia es que no saben cómo se hace”.
       El artífice de la salida de la crisis argentina, fue Lavagna, no otro.
       No encuentra nada mejor que emprenderla contra el agro y los productores argentinos se vienen al Uruguay a trabajar bajo más estables y seguras condiciones jurídicas. Pregunto yo: Los frenteamplistas ¿Cuando amenazan muy sueltos de cuerpo con más impuestos al agro, quieren correrlos, como hizo Kirchner?
        Sería bueno que aclaren, porque es un buen tema de campaña electoral, en el preciso instante en que en las diversas Intendencias que ganaron, la gente no puede ya ni verlos, ni siquiera, cuando se disfrazan de falso pobre.
       Es una simple cuestión de cálculo matemático elemental; Si la economía argentina creció un 7,5 por ciento anual acumulativo y hoy llega a una situación de virtual cesación de pagos, algún ratón se comió el queso. Como el bicho es “progre” tuvo la impunidad que jamás nadie pudo alcanzar en la historia de ese país, porque si el animalito hubiera sido de otro color político distinto al peronismo, no hubiera durado, ni dos años.
       Cualquier parentesco con el Uruguay es pura coincidencia.
       Hoy Argentina tiene delante la hora de la verdad; si emite dinero agrava la inflación y sigue habiendo estancamiento, y si genera iliquidez –esto es, retira circulante para equilibrar la rotación imparable-, continúa igual la inflación y el estancamiento. A eso se le suma lo del Juez Griesa, que va a conducir a un embargo del comercio exterior en su conjunto, empezando por las embarcaciones, como ya pasó con la Fragata Libertad, que es una clara señal de lo que se les viene encima cuando se entra en cesación de pagos y el Fondo Monetario Internacional deja de suministrar “fondos frescos”.
       Cuando se da esta situación, por más aguantado artificialmente que esté el Uruguay, una consecuencia se sufre, porque Argentina es eso que tenemos allí enfrente, nos guste o no.
       Ni llevando el dólar a 30 se les va a poder vender un afiler.
       Lo que sí vamos a ver es gente disparando con lo puesto y los dólares en las medias atados con una gomita. Vamos a ir los 3 millones de uruguayos a comprar y el comercio nuestro desaparece, mientras la Dirección General Impositiva les controla hasta el más insignificante asiento contable, en esa suerte de dictadura financiera que armaron para esquilmar a quien trabaja. Los únicos que van a estar bien son aquellos que cuando colapsa Argentina van a los remates y a los nodos a comprar al quilo, para poder con un stock así, trabajar a costo cero.
       La ley de inclusión financiera es en verdad, una ley de exclusión de las Cooperativas de Ahorro y Crédito que van al muere. Como son frenteamplistas, refunfuñan y no pasa nada.
       Cualquier parentesco con el peronismo argentino es pura casualidad.
       En el Frente Amplio dicen muy sueltos de cuerpo que van para más, sería bueno que aclaren un poco para los hombres de poca ideología, para más que cosa.

       

Se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena

       Mientras la figura de Boudou es cada vez más impopular en la Argentina y el gobierno enfrenta una virtual cesación de pagos, en un cóctel explosivo de corrupción y default, Argentina endurece cada día más su posición hacia Uruguay. Es lo de siempre, cada vez que están al borde del colapso malvinizan la relación con los países vecinos.
       Ante esto, el gobierno calla y otorga, no da datos sobre conflictos con Argentina. Hace la de Cristina  y Vázquez; contesta con un Profundo y Prolongado Silencio (PPS).
       En reciente reunión con el PIT-CNT, el integrante del Secretariado, Fernando Gambera introduce el tema y tímidamente dice que “Argentina está obstruyendo el funcionamiento del MERCOSUR”, cuando en realidad no es una simple obstrucción, un palo en la rueda o un pellizco, sino un boicot a las relaciones bilaterales que pone en juego tanto, la condición hub del puerto de Montevideo, como más de 400 emprendimientos económicos.
       Un Vázquez por primera vez preocupado, quiere ahora reconstruir el MERCOSUR, refundarlo, cuando todos sabemos que está refundido.
       En este sentido $endic con la soga al cuello contesta al estilo de Gargano: “Más y mejor MERCOSUR”.
       A ninguno de estas lumbreras que echan humo por la cabeza, se les ocurrió discutir sobre las intenciones de Argentina de no utilizar más el canal del Indio y crear un canal propio de salida al mar. Porque ese es otro golpe al comercio exterior uruguayo.
       Recientemente, el precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou realiza un pedido de informes y el Ministro de Relaciones Exteriores da la callada por respuesta. Ya le hicieron un daño terrible al comercio exterior uruguayo, ahora las empresas navieras podrían verse tentadas a dejar las cargas en los puertos de complementación argentinos como Bahía Blanca y Quequen y se verían desmotivados a retornar a Montevideo a buscar los contenedores en tanto tienen la posibilidad de entrar y salir directo desde y hacia Buenos Aires desde el mar. El Uruguay queda completamente bloqueado a nivel marítimo.
       ¡Qué le hace una mancha más al tigre! ¿Verdad PIT-CNT?
       Tienen delante un país que colapsa y al caer arrastra a su vecino Uruguay y lo único que les importa es el día de asueto para los casi 40 mil residentes uruguayos en Argentina que vienen a votar a un país en el que no viven.
       Se ve que van a reaccionar furiosos contra Argentina, si Cristina les niega el día de asueto para que vengan a votar. Porque el interés nacional y los temas fundamentales del comercio exterior uruguayo brillan por su ausencia en la agenda del partido oficialista que nos gobierna.
       Como son mentes chicas que se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena, no tienen en cuenta la otra cara de esta situación. Pongamos la hipótesis de que no habría efecto contagio como en el pasado –cosa por demás discutible porque ya el comercio uruguayo dejó de ser competitivo para los turistas argentinos y la relación bilateral afectó a más de 400 empresas que exportan hacia el vecino país-, ¿Qué va a pasar cuando después del Mundial, Brasil se vea obligado a devaluar? Ese es el dato clave que está en boca de todos los economistas serios.
       El brasilero no razona en dólares como los uruguayos y los argentinos; vive y piensa en reales y si hay un ajuste de la paridad monetaria, como Brasil es un parque industrial que no depende de los insumos importados, sino que fabrica todo, hasta un tornillo, al común de la gente, no le cambia nada, no le genera inflación añadida al ajuste monetario, pero a nivel del comercio exterior para nosotros, la relación con Brasil se vuelve trágica, porque medido en dólares, los productores reciben menos, por lo mismo.
       Cuando Brasil devalúa es cuando la campaña uruguaya entra en una crisis que suele durar como dos años, hasta que la situación se normaliza y en ese lapso de tiempo, el productor rural no puede campear el endeudamiento en dólares que tiene, porque la relación comercial le come la tasa de ganancia.
       Esto, que es hoy lo realmente preocupante de la situación, podría ser paliado con una Argentina en mejor estado, entrando divisas por la vía del turismo, pero todo indica que el panorama regional se volvió sombrío tanto para el sur de nuestro país, como para el norte del mismo.
       ¡No se dan cuenta que en economía, el que no sabe es como el que no ve y que el Uruguay necesita volver a la senda que nos trazaron los partidos fundacionales!

No al fraude electoral

Estamos ante el hecho cierto de perder en nuestro país las garantías del sufragio y la pureza al mandato popular.
Larga lucha liderada por el Partido Nacional, con Francisco Lavandeira masacrado en el atrio de la Matriz, luchando contra “la balota”, el voto cantado y lo que se llamaba en aquella época, el caballo del comisario.
Costó mucho después de Masoller que en el Uruguay el voto tuviera las garantías que luego supo darle la Corte Electoral.
Hoy estamos ante un sistema que entronca en lo que Zbigniew Brzezinski llamaba “La era tecnotrónica” y eso desconcierta a muchos que se entusiasman por los sistemas informáticos y pierden de vista los nuevos desafíos y complejidades que esto tiene.
Para tener noción de donde estamos parados en este momento con ceibalitas que funcionan mal y dedos que ponen cualquier cifra en el teclado, leamos lo que dice Alvín Toffler en “El Cambio de Poder”
“En Seúl, Corea del Sur, en diciembre de 1987, después de dieciséis años de mandato militar, se celebraron elecciones generales. Los resultados de esta contienda enconadamente librada fueron aceptados al final y el país siguió con sus actividades. Pero en las horas inmediatas siguientes al cierre de los colegios electorales, los observadores políticos observaron ciertas peculiaridades en el resultado del escrutinio de los votos.
En la primera evaluación de resultados, el porcentaje que se había asignado al ganador sobre el total de votos emitidos, permaneció extrañamente inmutable durante la noche y en todas las regiones. Un candidato de la oposición, muy popular, manifestó sus dudas sobre la magnitud de su victoria en la provincia de Kwangju y dijo que no podía creer que de verdad hubiera arrasado con el 94 por ciento de los votos. En el mejor de los casos, alegaba, hubiera conseguido un máximo del 80 por ciento. Esto hizo crecer la sospecha de que alguien estaba manipulando no las urnas, sino los ordenadores que recopilaban los resultados.
Nadie confirmó jamás esta sospecha, que nosotros sepamos, pero el, corresponsal del Financial Times en Seúl, señaló, citando a un analista político de Washington, que «sería extremadamente fácil preparar un modelo informático de un resultado aceptable de la votación. El cual podría haberse adaptado a las preferencias del público sobre posible intención de voto, así como a las características regionales, de clase y edad de los electores y a los acontecimientos que ocurrieran durante la campaña. Un modelo así establecería la magnitud de una mayoría...».
Un modelo de esta clase podría ser utilizado para adaptar los resultados de forma muy sutil en los distritos clave a fin de facilitar la victoria sin dejar una pista muy descarada. Esto es posible si un sofisticado programador, con acceso a la clave adecuada, indicara al ordenador que asignara un determinado porcentaje de los votos de un candidato a otro, y luego activara una hampa de desvío» que, a su vez, borraría todo registro de la manipulación llevada a cabo.
El proyecto «Vigilancia Electoral», del Instituto de Investigación de la Policía Urbana, casi basado en trabajos hechos por dos científicos informáticos de la Universidad de Princeton, Jon R. Edwards y Jay Strauss, llega a la conclusión de que «el advenimiento del recuento de votos informatizado durante las dos décadas pasadas ha dado lugar a la posibilidad de fraude y error electorales en una escala inimaginable con anterioridad».
Muchos funcionarios de los organismos responsables de la seguridad y (los que controlan las elecciones no están de acuerdo con esto, pero Vigilancia Electoral ha conseguido el apoyo de Willis Ware, investigador jefe de la «Raed Corporation». Ware lo expone de forma todavía más dramática: «La vulnerabilidad de los sistemas de votación electrónicos es tal que quizás haya un Chernobyl en espera de explotar en alguna elección, de la misma manera que un terremoto de intensidad ocho en la escala de Richter se espera que se produzca cualquier día en California.
Demos un giro atrás a esta situación que se admite puramente especulativa. Imagine lo que se conseguiría sólo con que el ordenador fuera «retocado» por parte de unos técnicos, programadores o integradores de sistemas que trabajaran para una multinacional deseosa, por ejemplo, de que determinado senador tuviera que abandonar su cargo. O imagine que la urna electrónica estuviera bajo el control secreto e indirecto no de un partido político o de una corporación, sino de una potencia extranjera. Cualquier elección se ganaría -o se perdería- si se añadieran -o restaran- ciertas cantidades minúsculas e inapreciables de votos en cada circunscripción sin que hubiera la probabilidad de que nadie se enterase de la trampa.
¡Te advertimos político. Tú lo quisiste!”

Me parece más que suficiente lo que sostiene Alvín Toffler para que en estas elecciones el recuento de los votos sea manual.

martes, 1 de julio de 2014

Estamos delante de un posible fraude electoral

       Si analizamos un poco la realidad política uruguaya actual, pero lo hacemos desde el punto de vista social, lo que se llama sociología cultural y observamos concretamente, el tema de la juventud de hoy, podemos extraer algunas conclusiones reveladoras.
       Joven se es hasta los 26 años, por ende, quienes tienen menos de dicha edad son los nacidos después del año 1989. No analicemos exclusivamente el tema del nuevo votante, el de los nacidos en el año 1996, sino el de la juventud en su conjunto, como totalidad. De esta forma, podemos colegir que jóvenes son quienes vinieron al mundo entre el año 89’ y el 96’.
       Entre estas dos fechas -1989 y 1996-, mucha agua corrió bajo los puentes. Ganó Lacalle las elecciones nacionales y junto a él, por primera vez en la historia triunfa el Partido Nacional, puesto que en el 59’ la victoria nacionalista era en el sistema colegiado, en un esquema de 3 y 2; Vázquez gana la Intendencia Municipal de Montevideo; cae el sistema comunista mundial; a nivel mundial las corporaciones entraron en una ola de fusiones; en la región se deja atrás los acuerdos bilaterales que existían con Argentina –el CAUCE-, y con Brasil –el PEC- y fue absorbido todo en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), planteado, en ese entonces, como Unión Aduanera y, no como otra cosa.
       Fue caer el comunismo y, como no tenían de donde agarrarse, el Parque Jurásico uruguayo se pone a leer a la izquierda norteamericana. Parecían un ala del Partido  Demócrata o el SWP del trotkismo americano; gente que se la da completa y después sale a ponderar por planes de asistencia social a expensas de los contribuyentes; deben creen que el dinero fluye como un maná del cielo. Lo único que saben hacer es pedir por más impuestos, no tienen otra herramienta operativa para proceder.
       Ningún joven puede tener noción de esto, más que por lo que le cuentan sus padres o familiares en ese esquema de familia actual en donde los abuelos hicieron de padre.
       El joven que nació en este período de desconcierto ideológico de la izquierda y no de una supuesta contra ofensiva neo liberal, como querían hacer creer, si alguna memoria de aquello puede tener, debe ser la de oír decir a sus padres, “no va la cosha”.
       El hecho de que Vázquez haya tomado una Intendencia como la de Montevideo con superávit y la deje, después de haber aumentado los impuestos municipales, con pérdida, que haya privatizado más de 60 servicios, sin un criterio de retiro incentivado, que entraba y salía a los portazos cada vez que algo lo contrariaba, de eso, no tiene la más mínima noción. Que esa es la causa por la cual Montevideo es la ciudad más sucia y más cara del país, no puede al joven actual, pasársele por el entendimiento.
       Pongamos el caso imaginario de un joven que hoy tiene 23 años.
       En el 97’ estaba en la escuela, por ende, del desaguisado enorme que hizo Arana en la Intendencia, no tiene la más mínima noción, de un Seregni decrépito y despreciado por el mismo Frente Amplio, tampoco.
       En el 2003 salía de la escuela y entraba en el liceo en el momento justamente, en que el Uruguay comenzaba, gracias a Jorge Batlle, la recuperación económica que todo ajuste monetario trae aparejado en el sector exportador. Del rol que jugó Anne Osborn Krueger defendiendo al Uruguay en el Fondo Monetario Internacional y, posibilitando esa refinanciación benigna de un 5 por ciento, que tanto molesta ahora a los argentinos, no tiene ni la pálida noción.
       Cuando estaba en segundo año de liceo, Vázquez había ganado las elecciones y como por arte de magia, los chiquilines dejaron de hacer política barata por cualquier cosa y todo el tiempo, como era hasta entonces.
       Pongamos que es de familia frentista; que Danilo Astori dijo en Estados Unidos, cuando le preguntaron qué política económica iba a llevar a cabo, que iba a ser la misma de los partidos fundacionales y, cuando le dijeron si no temía por las consecuencias sociales, contesta: “No, porque a nosotros nos la van a aceptar”; de eso no puede estar al tanto; qué la única condición que pidieron fue poner el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y después salieron a decir: “son órdenes”; eso no lo puede saber.
       Si los padres son del Frente Amplio, puede que entienda mucho del delegado del delegado del delegado del secretario general adjunto en la coordinadora y si está hoy en la Universidad, es probable que sepa en pila también, de Antonio Gramsci y el rol de los intelectuales en un proceso revolucionario. Puede que le tenga un gran cariño a Chávez, aunque Venezuela pase a formar parte de un quinto mundo.
       En el 2009 los votó, pero ya no era de aquella camada de los nacidos entre mediados y fines de los 70’, que en el 99’ patoteaban a todo el mundo; o bien era un vulgar y silvestre delincuente o producto de lo que ellos llaman manija pa’ la colada.
       El tabarecismo del comando robolucionario, que tenía una frase hecha para cualquier cosa y contestaba en clave de FA y versos de Zitarrosa, o desapareció con la devaluación de agosto de 2002 u hoy tiene lo menos, 35 años. No se ve que la gente de esa edad ande queriendo mover las raíces de los árboles y pidiéndoles a los demás que cambien.
       Si hoy los vota, y al parecer no son tantos, de política no va a opinar. Lo único que puede decirle a los vecinos es cosas del tipo: ¡Qué linda la marihuana, por favor no fume tabaco!  ¡Señora, si tiene un hijo no deseado, aborte! ¡No sea sexista, señor, deje que un homosexual cuide a sus hijos! ¡Combata la pobreza, no le dirija la palabra a un hombre de corbata! ¡Necesito irme de casa y como el sueldo no me alcanza, quiero que me regalen el alquiler! ¡Preciso un empleo público, vecina, vote por el Frente Amplio que vamos a ser todos funcionarios estatales!
       De esa cabeza, no puede salir otra cosa.
       El tema está en que los jóvenes de hoy no están ni ahí.
       No es nada improbable que estemos delante, como lo demuestran las elecciones internas que hemos vivido, de un fraude electoral a la venezolana. Es crucial que la Corte Electoral vuelva al sistema de conteo manual.