miércoles, 2 de julio de 2014

No se puede fabricar la realidad con la ideología

       Recuerdo que un poco antes de la caída de Isabelita Perón en la Argentina, la CGT le hizo una huelga al Ministro de Economía, Celestino Rodríguez. Fue el único caso en la historia argentina en donde el sindicalismo peronista, le hace una huelga a un gobierno peronista. El episodio se recuerda como “El Rodrigazo” y fue, lisa y llanamente, una devaluación.
       Contaba Celestino Rodríguez, en un reportaje que le hicieron cuando cayó, que él de economía no sabía mucho y daba a entender, que lo pusieron de Ministro precisamente, por eso. Era el mascarón de proa.
       Cuando asume el cargo le dicen: “Miré Celestino, usted puede tener la ideología que se le dé la gana, pero en economía, una sola cosa es cierta, dos más dos, son cuatro”.
       El consejo que le dan a Celestino Rodríguez, parece hecho a la medida de lo que el Frente Amplio en el Uruguay no quiere, ni quiso, ni querrá, entender. Dos más dos son cuatro. Punto. Ni un gaucho, ni dos gauchos, ni tres gauchos, ni 33 gauchos.
       No se puede fabricar la realidad con la ideología.
    Argentina tuvo desde que asumió Lavagna un crecimiento del 7,5 por ciento anual en forma ininterrumpida, gracias a la revalorización del precio de la soja, por el incendio que hubo en Estados Unidos.
       Influyó también la alta tasa de natalidad que comenzó a darse en Europa en un crecimiento imparable de la población mundial. Más niños al mundo, significa más productos agropecuarios para las economías emergentes que tienen su ventaja comparativa en la producción extensiva. Mucha materia prima y poca mano de obra, esto es, los commodity.
       En pleno crecimiento de la economía Néstor Kirchner saca a Lavagna y cuando le preguntan éste dice: “Ellos quieren lo mismo que yo, pero la diferencia es que no saben cómo se hace”.
       El artífice de la salida de la crisis argentina, fue Lavagna, no otro.
       No encuentra nada mejor que emprenderla contra el agro y los productores argentinos se vienen al Uruguay a trabajar bajo más estables y seguras condiciones jurídicas. Pregunto yo: Los frenteamplistas ¿Cuando amenazan muy sueltos de cuerpo con más impuestos al agro, quieren correrlos, como hizo Kirchner?
        Sería bueno que aclaren, porque es un buen tema de campaña electoral, en el preciso instante en que en las diversas Intendencias que ganaron, la gente no puede ya ni verlos, ni siquiera, cuando se disfrazan de falso pobre.
       Es una simple cuestión de cálculo matemático elemental; Si la economía argentina creció un 7,5 por ciento anual acumulativo y hoy llega a una situación de virtual cesación de pagos, algún ratón se comió el queso. Como el bicho es “progre” tuvo la impunidad que jamás nadie pudo alcanzar en la historia de ese país, porque si el animalito hubiera sido de otro color político distinto al peronismo, no hubiera durado, ni dos años.
       Cualquier parentesco con el Uruguay es pura coincidencia.
       Hoy Argentina tiene delante la hora de la verdad; si emite dinero agrava la inflación y sigue habiendo estancamiento, y si genera iliquidez –esto es, retira circulante para equilibrar la rotación imparable-, continúa igual la inflación y el estancamiento. A eso se le suma lo del Juez Griesa, que va a conducir a un embargo del comercio exterior en su conjunto, empezando por las embarcaciones, como ya pasó con la Fragata Libertad, que es una clara señal de lo que se les viene encima cuando se entra en cesación de pagos y el Fondo Monetario Internacional deja de suministrar “fondos frescos”.
       Cuando se da esta situación, por más aguantado artificialmente que esté el Uruguay, una consecuencia se sufre, porque Argentina es eso que tenemos allí enfrente, nos guste o no.
       Ni llevando el dólar a 30 se les va a poder vender un afiler.
       Lo que sí vamos a ver es gente disparando con lo puesto y los dólares en las medias atados con una gomita. Vamos a ir los 3 millones de uruguayos a comprar y el comercio nuestro desaparece, mientras la Dirección General Impositiva les controla hasta el más insignificante asiento contable, en esa suerte de dictadura financiera que armaron para esquilmar a quien trabaja. Los únicos que van a estar bien son aquellos que cuando colapsa Argentina van a los remates y a los nodos a comprar al quilo, para poder con un stock así, trabajar a costo cero.
       La ley de inclusión financiera es en verdad, una ley de exclusión de las Cooperativas de Ahorro y Crédito que van al muere. Como son frenteamplistas, refunfuñan y no pasa nada.
       Cualquier parentesco con el peronismo argentino es pura casualidad.
       En el Frente Amplio dicen muy sueltos de cuerpo que van para más, sería bueno que aclaren un poco para los hombres de poca ideología, para más que cosa.