El régimen de Corea del Norte realizó este domingo 26 de
noviembre su sexta y hasta el momento más poderosa prueba nuclear.
"China debe usar todas las medidas a su alcance para
convencer a Corea del Norte de poner fin a sus provocaciones y volver al camino
de la desnuclearización", sostuvo Donald Trump, tras el lanzamiento de un
poderoso y nuevo misil intercontinental norcoreano, desde la localidad
norcoreana de Sain Ni, hasta caer en el Mar del Japón.
El misil fue lanzado desde una plataforma móvil, recorrió una
distancia de 950 kilómetros en 53 minutos antes de caer al Mar de Japón
("Mar del Este" en las dos Coreas) y alcanzó un apogeo, altitud
máxima, de 4.475 kilómetros.
"Creemos que el nuevo misil norcoreano es capaz de
portar no solo armas nucleares, sino también biológicas y químicas",
declaró el ministro de Defensa de Japón, Itsunori Onodera en el Parlamento.
En este sentido los especialistas norcoreanos aseguran que el
Hawsong-15 "puede alcanzar toda la zona continental de Estados
Unidos".
Con un poder de 100 kilotones se trataría del artefacto más
importante probado por el régimen. El
kilotón, unidad de referencia para medir estas armas, equivale a 1.000
kilogramos del explosivo convencional TNT.
China, que ha tenido una posición blanda con su aliado de
Corea del Norte, sin embargo últimamente han existido tensiones y ante este
nuevo ensayo nuclear expresó "gran preocupación y rechazo", en
palabras del portavoz del Ministerio del Exterior, Geng Shuang.
Donald Trump que hasta ahora se desbocaba insultando a Kim
Jong-Un, esta vez llamativamente, reaccionó en forma muy calma. "Nos
encargaremos de eso", dijo, para añadir luego que su país toma "muy
en serio" lo sucedido, pero que está en condiciones de "manejar"
la situación.
Si en vez de una trayectoria elíptica hubiese sido disparado
con un ángulo normal de lanzamiento, hubiese podido llegar hasta Estados
Unidos, siendo el actual el de mayor
alcance jamás mostrado por un misil norcoreano.
"Un misil de este tipo tendría capacidad para llegar
hasta Washington y cualquier otra parte del territorio continental de Estados
Unidos", dijo David Wright, de la Unión de Científicos Preocupados (UCS).
Se estima que tiene un alcance de 13 mil kilómetros.
"Condenamos este lanzamiento y esperamos que todas las
partes se mantengan en calma, lo que es muy necesario para evitar el peor
escenario posible en la península coreana", dijo el portavoz del Kremlin,
Dmitry Peskov. Además de China, Rusia es el otro aliado importante de Corea del
Norte.
Ante esto, Corea del Sur reaccionó cinco minutos después del
lanzamiento y disparó tres misiles hacia el mar en un ejercicio militar.
El presidente Moon Jae-in sostuvo que "podría producirse
una situación que ya no se pueda resolver". Quiere evitar tanto la amenaza
nuclear de Corea del Norte, como la intervención norteamericana en un
contragolpe preventivo.
Según el ministro de Defensa japonés, Itsunori Onodera, el
Gobierno siguió el vuelo del proyectil en todo momento.
El misil cayó 250 kilómetros al oeste de la provincia norteña
japonesa de Aomori. En lo que va de los últimos meses Corea del Norte disparó
dos misiles que sobrevolaron el norte de Japón y cayeron en el Pacífico.
Todo esto abre una serie de interrogantes.
¿Es eficaz el sistema de anti misiles que tiene Estados
Unidos?
¿Japón y Corea del Sur están en condiciones de enfrentar esta
amenaza?
Estas interrogantes sobrevuelan a nivel internacional en este
momento y subyacen en las preocupaciones del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas.
"La alianza Estados Unidos-Corea del Sur sigue
convencida de que podemos defendernos contra cualquier amenaza
norcoreana", sostuvo tranquilizadoramente, el portavoz del Departamento de
Defensa, coronel Rob Manning, poco después del disparo.
Si bien es cierto que Estados Unidos y sus aliados tienen a
su disposición, varios mecanismos para enfrentar este desafío, ninguno es
infalible.
Para repeler un misil balístico intercontinental Estados
Unidos dispone del Ground-based Midcourse Defense (GMD), situado en Fort Greely
(Alaska) y en la base aérea Vandenberg (California).
En el pasado tuvieron fallos y podrían verse superados por
una lluvia de misiles.
También existe el Sistema de Defensa de Misiles AEGIS,
mediante el cual los buques de guerra, gracias a la información que
proporcionan radares y sensores, pueden derribar misiles.
Junto a esto, el gobierno estadounidense desplegó este año el
escudo antimisiles THAAD en Corea del Sur, capaz de destruir misiles de corto,
medio y largo alcance en su fase final de vuelo.
Hasta ahora las presiones diplomáticas y sanciones económicas
no han detenido este nuevo y peligroso avance en el programa de armas del
régimen norcoreano.
Más allá de este proceso de creciente belicismo todavía no
hay pruebas de que el régimen haya podido miniaturizar una bomba atómica, paso
previo para poder montarla en la ojiva de un misil.
"Los expertos creían que Corea del Norte necesitaría de
dos o tres años más de desarrollo de sus capacidades nucleares, pero están avanzando
más rápido de lo esperado y no podemos descartar que Pyongyang declare el éxito
total de su programa en un año", dijo Cho Myoung-gyon, ministro de
Unificación de Corea del Sur, en una conferencia de prensa en Seúl.
¿Se está ante un conflicto inevitable, como piensa Moon
Jae-in o ante una forma de hacerse valer, como quiere hacer creer Kim Jong-Un?
Sea como sea estamos ante una encrucijada belicista peligrosa,
que todo indica que no la puede detener las sanciones económicas, las presiones
políticas y diplomáticas, ni siquiera China y Rusia.
La carrera ahora es contra reloj y nadie puede pronosticar
cual va a ser la reacción de Estados Unidos.