miércoles, 31 de julio de 2013

Paraguay, ese reducto de la dignidad republicana


        Paraguay hoy nos está dando un ejemplo de dignidad republicana que hay que revalorizar, en un contexto como el actual en donde cada día se ve cómo se va perdiendo el marco axiológico de la República y en donde se ha vuelto crucial educar en valores. Como decía José Pedro Varela: “Para instituir la República, lo primero es formar los republicanos; para crear el gobierno del pueblo, lo primero es despertar y llamar a la vida activa al pueblo mismo; para hacer que la opinión pública sea soberana, lo primero es formar la opinión pública; y todas las grandes necesidades de la Democracia, todas las exigencias de la República, sólo tienen un medio posible de realización: educar, educar, siempre educar!”.
        Es tanto lo que se ha perdido en lo que va de los últimos años, que cuando uno se encuentra con un ejemplo de dignidad republicana, siente la distancia enorme que hay entre la firmeza y la coherencia cívica de la forma de proceder republicana frente a la descompostura moral en que ha caído el bolivarianismo.
        Si se repasan brevemente los hechos se puede ver con meridiana claridad que es lo que ha ocurrido en este asunto.
        Brasil tenía un proyecto de apoyar un gobierno bolivariano bajo la presidencia de Fernando Lugo. Detrás de todo esto está la figura de Marco Aurelio García, rompiendo con 143 años de diplomacia brasilera, una de las más eficientes del mundo.
        Desde el punto de vista marxista‑leninista de Marco Aurelio García, Lugo había ganado el gobierno, pero la burguesía paraguaya tenía el poder y siguiendo a Lenin planteaba el poder, como la cuestión central de toda revolución.
        Dice este señor en un artículo publicado en “Política Externa” que: “Esto porque el poder no es un lugar que se pueda tomar como la izquierda creyó durante un cierto tiempo. El poder es, antes, la expresión de una correlación de fuerzas que envuelve factores económicos, sociales, políticos y culturales. Para alterar esa correlación de fuerzas no basta llegar al gobierno, menos a una parte de ella, como ocurrió en Paraguay. Es necesario tener ideas e instrumentos de movilización capaces de construir mejoras en torno a un proyecto de cambio”.
        Son reflexiones que no tienen desperdicio porque llaman a un sartenazo interno llamado a instalar “un nuevo orden” como el que se estaba imponiendo en países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, bajo el régimen bolivariano, al mismo estilo que el que denunciaba Curzio Malaparte en “Técnica de un golpe de estado” cuando explicaba el modo en que los bolcheviques tomaron el poder en Rusia. La diferencia estriba en que mientras para Lenin el ejército y la masa eran los factores fundamentales, para Marco Aurelio García es el ejército y la mayoría parlamentaria, bajo un orden de cosas fundado en una nueva Constitución.
         Según él, en Paraguay: “se imponía, en este caso, la necesidad de una refundación institucional, que se ajustase a la nueva correlación de fuerzas reveladas en las urnas. En la mayoría de los casos, esa ansiedad de refundación puso en el orden del día la convocatoria de Asambleas Constituyentes capaces de diseñar una nueva institucionalidad. Este fue el camino seguido, en la última década, por Venezuela, Ecuador y Bolivia. Las constituyentes hicieron surgir en estos tres países un nuevo orden constitucional, legitimado en referendos populares, y conferían a sus presidentes la gobernabilidad de la que carecían sus antecesores. Lugo no siguió ninguna de estas alternativas”.
        Le recrimina a Lugo la ausencia de una base parlamentaria y la desmovilización de las bases sociales, así como la existencia de una oposición vigilante, como si un Presidente, por el simple hecho de serlo, pudiera fabricar la realidad, sólo porque en una elección fue muy votado por la gente.
        Con respecto a la masacre de Curuguaty, lo que expresa Marco Aurelio García deja que pensar, porque se dio en el marco de un gobierno que fomentó violentas invasiones en Ñacunday, Santa Rita, Ytakyry, y otros lugares. Fernando Lugo ordenó a los militares apoyar a los invasores simulando mensuras, ordenó la creación de Escuelas-carpas para los niños hijos de invasores, asistencia médica en los campamentos, ayuda en víveres y materiales de parte de la SEN, y los invasores eran privilegiados por el gobierno de Lugo.
        Además los líderes carperos frecuentaban el Palacio de Gobierno y Mburuvichá Róga sin necesidad de pedir audiencia, entraban y salían como Perico por su casa; además de incentivar las invasiones con medios violentos sin ser molestados (Eudocia Lugo, Paková Ledesma, Victoriano López, José Rodríguez y Sixto Pereira son algunos ejemplos), incluso tenían apoyo de la policía con los famosos Protocolos de Carlos Filizzola.
        No escapa para Marco Aurelio García que la violencia y la inseguridad son instrumentos necesarios para imponer el comunismo (o bolivarianismo, da igual), como así la falta de empleos y la insatisfacción popular son terreno fértil para la causa marxista. La matanza de Curuguaty era el principio para crear una onda de atropellos en todo el país, era la chispa para incendiar la pradera de la democracia en Paraguay.
        Les salió el tiro por la culata porque no previeron que el parlamento paraguayo iría a obrar expeditivamente quitándole el respaldo político a Lugo.
        En esa misma edición de “Política Externa” hay un artículo del ex Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil , Celso Lafer, titulada "Descaminhos do Mercosula suspensão da participação do Paraguai e a incorporação da Venezuela: uma avaliação crítica da posição brasileira", que entre otras cosas dice textualmente: "A decisão de incorporar a Venezuela ao Mercosul é uma ilegalidade agravada pela ilegalidade antecedente da suspensão do Paraguai do bloco. A ação diplomática do Brasil em Mendoza e seus desdobramentos caracterizam-se por uma dupla ilegalidade, não sendo compatíveis com o respeito ao Direito Internacional, que é dimensão caracterizadora de um Estado Democrático de Direito. A ação do Brasil também pode ser qualificada como altamente questionável do ponto de vista da avaliação de sua eficiência e oportunidade. Compromete o soft power e a credibilidade internacional do Brasil como respeitador do Direito Internacional. As decisões tomadas em Mendoza constituem o mais substantivo equívoco da política externa brasileira nestes dois primeiros anos da presidência Dilma Rousseff". Lo que está indicando que Brasil tiene aquí planteado un desafío que trata de soslayar queriéndole hacer una cama a Horacio Cartes.
        Como bien dice José María Penabad del diario La Nación de Costa Rica, “La dignidad tiene nombre: Paraguay”, y señala que Asunción no entra al juego bolivariano porque la decencia es emblema de su honorabilidad. “Por decoro Paraguay, dice no al actual Mercosur, retrato de vicios de convivencia y juego de irrespetos democráticos”.
        Más allá de todas las cuestiones ante dichas, no se ve hoy la razón por la cual Paraguay tenga que volver al Mercosur, cuando fuera de él logró crecer un 10 por ciento, y antes solo crecía un 4,5 por ciento.

lunes, 15 de julio de 2013

La IMM, ese gran elefante blanco



        En la Intendencia de Montevideo estamos viviendo una verdadera orgía con los recursos del contribuyente.
        Mientras la recaudación aumenta en el año 2012 en U$S 55 millones, sube sin embargo también el déficit. En su rendición de cuentas se nos dice que la recaudación subió de 547 millones de dólares a 602 millones, pero resulta que a la vez el déficit trepó de 92 millones de dólares a 134 millones. Lo que significa que mientras cada vez pagamos más, en el mismo momento se gasta mucho más y el nivel de endeudamiento es mayor.
        Estamos hablando de una Intendencia en donde los jerarcas que son removidos por cuestionamientos en sus funciones siguen ocupando cargos en la administración municipal y en algunos casos en puestos de dirección que no existían anteriormente. Lo que significa en buen romance que el precepto constitucional de que el funcionario es para la función y no la función para el funcionario, está visiblemente invertido.
        Una Intendencia que cuenta con 8.000 funcionarios y 1.000 vehículos, lo que da una relación, con un promedio de un vehículo cada 9 funcionarios, de los cuales 871 son propiedad de la Intendencia y el resto contratados.
        La argumentación que se ofrece es de una debilidad argumental que la vuelve insostenible, se sostiene que este descontrol viene dado por las obras realizadas en el “corredor Garzón”, en donde la repavimentación apenas llegó a las 20 cuadras y hubo aturullamiento del tránsito con dificultades de diversa índole para los peatones.
        Lo que la Intendencia de Montevideo gastó  por la vía de las inversiones es tan solo el 25% del presupuesto, en tanto el otro 75% se va en sueldos, horas extras y gastos de funcionamiento. Las inversiones se llevaron sólo el 25% del presupuesto, mientras que entre sueldos y gastos de funcionamiento se evapora el otro 75%. Todo esto se da en el marco de un transporte público que es caro y es lento, de basurales endémicos cada vez más grandes, de ausencia de iluminación y de una ciudad plagada de carritos interfiriendo el tráfico.
        Estamos hablando de una Intendencia que tiene una voracidad fiscal al parecer insaciable, que según su Balance de Ejecución Presupuestal  recaudó 11 millones de dólares en concepto de multas de tránsito aplicadas en 2012, que por infracciones de tránsito los inspectores de la Intendencia reportaron US$ 10.305.000 en 2012 y por vehículos que circularon con la patente impaga US$ 2.600.000.
        El guinchado de vehículos, del que se hace cargo la Cooperativa 31 de Enero aunque también, pero en mucho menor grado la comuna, le reportó a la Intendencia unos US$ 2.600.000. A lo que hay que agregarle la venta de tickets por el estacionamiento tarifado durante 2012, que le reportó a la Intendencia US$ 3.500.000.
        Por si fuera poco con esta furia para recaudar, está prevista la creación de 90 nuevos cargos de conducción, con sueldos que en algunos casos llegan a los $ 90.000 por mes.
        Estamos verdaderamente en un gran carnaval electoral, que con total desparpajo se levanta ante una sociedad como la montevideana, que recién ahora se está recuperando del golpe que significó el triunfo del Frente Amplio.

sábado, 13 de julio de 2013

Ese Chile nuestro


            Recuerdo que cuando derrocaron a Salvador Allende, Juan Pablo Terra – senador del Frente Amplio y miembro de la Democracia Cristiana Internacional- escribió una editorial del diario Ahora dando su opinión sobre lo que ocurría allí.
            Lo que decía ahí –lo leí varias veces- era aproximadamente lo siguiente. Chile vivía un proceso de cambios y de transformaciones sociales importantes, pero sostenía Juan Pablo Terra que no se hacen revoluciones con mayorías circunstanciales.
            En ese momento la discusión era sobre el tema de la mitad más uno.
            Una tendencia sostenía que se hacen revoluciones solamente con la mitad más uno y la otra afirmaba que si se pretende eso, sería imposible un proceso de cambio.
            Rodney Arismendi era un enemigo acérrimo de la tesis de la mitad más uno como factor de cambio, pero en vastos sectores de la izquierda era muchísima la gente –incluso dentro del partido comunista- que sostenía que es imposible un proceso de cambio, si no está de acuerdo con eso, la mitad más uno.
            Juan Pablo Terra lo que sostenía es que no se puede imponerle al resto de la sociedad una cosa, si no hay un acuerdo amplio sobre las reglas de juego bajo las cuales esa cosa ha de operar.
            Decía: “Le hemos dicho hasta el cansancio –a los defensores del camino único, a los que creen que hay una sola forma de hacer las cosas- que no se hacen revoluciones con mayorías circunstanciales-, porque después vienen los problemas”.
            Palabras más, palabras menos, era eso lo que decía Juan Pablo Terra, en ese momento.
            El artículo, por lo que tuve entendido en aquella época, cayó muy mal en aquel partido demócrata cristiano izquierdizado y radicalizado. Un partido camilista, guerrilleril como si Juan Pablo Segundo, por el solo hecho de haber dicho que lo suyo era la opción preferencial por los pobres, por esa sola causa, de Medellín a Puebla, estuviese de acuerdo con las barbaridades que ocurrían.
            Había gente como Hugo Assman y Héctor Borrás, que le buscaban el caroso  a la cebolla, pero eran la minoría de la minoría.
            Juan Pablo Terra –que era un hombre respetado por la Democracia Cristiana Internacional-, tuvo que enfrentar solo, todo el peso de una política que no le era propia. No aguanto más la presión internacional y se fue del Frente Amplio, cometiendo el error de hacerlo en dictadura.
            Hoy está sucediendo una cosa similar, que exige, creo  yo, análisis concreto.
            Hay un Chile nuestro que está en problemas.
            Las encuestas dicen que  si  las elecciones presidenciales fueran este domingo, un 39% votaría por Michelle Bachelet y un 25% por Pablo Longueira. En tercer lugar aparece Marco Enríquez Ominami, representante del Partido Progresista, con un 7%, seguido por el independiente Franco Parisi (6%) y Marcel Claude (2%) del Partido Humanista.
            Lo que está indicando que de ganar Michelle Bachelet lo haría con la minoría mayor.
            El tema de fondo está aquí, con una mayoría circunstancial ¿piensan llevarse a los demás por delante?
           Están en una línea política temeraria y el sindicalismo –como lo demuestra la huelga reciente, viene a darles una mano de bleque, que consiste en apagar el incendio con gasolina­­­-.
            Probablemente la burguesía chilena se lo merezca por inepta. No nos olvidemos por favor que es el fracaso de un sistema económico, que ha sido exitoso y del cual todos quieren morder. No quisiera que sea ese, el único argumento. Porque si la supuesta ineptitud de la burguesía chilena en tanto socio local es el único argumento, horas trágicas se aproximan. Chile con la Razón y con la Fuerza sabe cómo hacerlo solo.
           No es el sistema el que está mal, sino la falta de liderazgo.
          

Paraguay de miembro pleno a paria regional.


En un momento en donde se pretende que Italia, España, Portugal y Francia “pidan perdón”, por el infeliz incidente ocurrido con Evo Morales, a los presidentes del Mercosur no se les pasa por la cabeza pedirle perdón a Paraguay, que es miembro pleno, aunque lo hayan expulsado, que su senado no votó el ingreso de Venezuela y que además, le corresponde la presidencia pro témpore del Mercosur.
        Por si fuera poco se lo expulsó sin respetar su Constitución Nacional y el mecanismo legítimo de juicio político bajo el cual Lugo fue destituido del cargo. No se le dio ni siquiera derecho al debido proceso para que Paraguay expusiera sus razones, mientras se le pedía debido proceso a Lugo, cuando él mismo había abdicado y aceptado el tiempo para expresar su posición en el juicio político.
        Con impecables elecciones democráticas gana Horacio Cartes y el Mercosur sin embargo, le da la presidencia pro témpore a un individuo que obtuvo el cargo por métodos mafiosos y fraudulentos, como Maduro.
        Es muy fuerte todo esto. Subleva. Indigna.
        La opinión que importa aquí es la de Brasil.
        Pregunto yo: ¿Es tan tonto Brasil que no se da cuenta que si quiere un acuerdo con la Unidad Europea a su imagen y semejanza regional, la misma Europa a quien quiere que se disculpe es precisamente la que está observando la chanchada infame que le están haciendo a Paraguay? Brasil piensa que Europa se chupa el dedo, que no están observando que los únicos colonialistas trasnochados son ellos.
        No me voy a poner a analizar la interna del PT brasilero para interpretar el estropicio contra Paraguay y el esperpento en que se convirtió el Mercosur: un órgano para la politiquería y no para el comercio y la integración.
        El tema de fondo es muy simple y las declaraciones de la presidenta brasileña en parte lo indican: El Mercosur sin Paraguay no es creíble para la Unidad Europea.
        Paraguay tiene en marcha un juicio contra el Mercosur y el que va a pagar es Brasil que le va a resultar difícil ocupar dignamente lugares en organismos mundiales. Es muy triste eso. El único que debe disculparse aquí es Brasil, porque de Argentina, Uruguay y Venezuela, lamentablemente se puede esperar muy poco.
        Para Brasil cuenta más abastecer una Venezuela destruida en su industria por el chavismo castrista –que destruye empresas ex profeso para debilitar a los operadores económicos internos y darle más poder a la burocracia-, que cuidar la integración regional, aparecer como líder del proceso y presentarse ante la Unidad Europea como un lugar creíble para invertir.
        Más allá de eso, desde que Paraguay se fue del Mercosur creció su economía un 10 por ciento, cifra record si se tiene en cuenta que el crecimiento en el Mercosur fue siempre de un 4,5 por ciento.
        Lo que está indicando que Paraguay no está solo y Alemania, que tiene una comunidad importante viviendo allí, tiene claro que el motor del Mercosur es el país guaraní en relación privilegiada con Brasil.
        Paraguay fue escuchado con sumo respeto por el Vaticano y por Alemania, fundamentalmente. La indignación no era contra Lugo en sí, sino contra el desastre moral que generó la teología de la liberación anarquizando hasta monjas que nunca habían participado en política, como le fue expresado claramente a Franco por las jerarquías eclesiásticas, que agradecieron el juicio político y la destitución de Lugo.
        El Vaticano fue el primer país del mundo en reconocer a Paraguay y quitarlo del aislamiento y eso en el marco de que era un ex sacerdote el destituido. A los primeros en no gustarles que una organización espiritual se politice, como si los buenos y los malos tuvieran colores políticos, es precisamente a una fuerza temporal como la Iglesia Católica.
        El clima moral que generó Lugo en Paraguay era enfermizo y no se aguantaba más, con todas las Parroquias anarquizadas y las monjas –sector que nunca opina de política- en estado de asamblea permanente.
        La expulsión de Paraguay fue anti reglamentaria a la misma normativa del Mercosur. Al momento de ser suspendido del Mercosur, el congreso de Paraguay no había aún aprobado el ingreso de Venezuela al bloque regional y se resistía a hacerlo alegando razones políticas. Se expulsó a Paraguay para hacer entrar a Venezuela por la ventana y ese país que ilegítimamente entra es quien ahora tiene la Presidencia pró tempore que le corresponde al país guaraní.
        ¿Qué tiene que ir a hacer Paraguay allí?
        Brasil no se da cuenta que además de perder prestigio diplomático internacional –lo único que en verdad le importa- perdió total liderazgo ante la Unidad Europea al avalar una práctica imperialista que nos retrotrae a la Triple Alianza.