jueves, 10 de marzo de 2016

¿Ahora el odio religioso?



Primero se llevaron a los comunistas,
pero a mí no me importó
 porque yo no lo era;
 enseguida se llevaron a unos obreros,
 pero a mí no me importó
porque yo tampoco lo era,
 después detuvieron a los sindicalistas, 
 pero a mí no me importó
 porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas,
 pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó;
 ahora me llevan a mí,
 ¡Qué espantoso!
 ¡Esto es inadmisible!
Bertolt Brecht

      En Chile el Seminario Mayor San Fidel, en la diócesis de Villarrica, en la IX Región, estuvo tomado ilegalmente durante dos años por comunidades que aducen una causa indigenista que nada tiene que ver con una problemática de carácter religioso. Hace dos semanas, al ser finalmente desalojado dicho recinto por la fuerza pública conforme a derecho, el líder de esa ocupación ilegítima, Fidel Tranamil, amenazó explícitamente a la Iglesia Católica: "Ha demostrado ser un miembro más del Estado, y no vamos a descansar hasta expulsarla del territorio mapuche". Menos de dos semanas después, el muy modesto templo de San Sebastián en Vilcún, en la misma región, trabajosamente edificado con magros recursos, en buena parte aportados por los feligreses, sufrió un atentado incendiario que lo destruyó totalmente, al igual que una casa para formación de sacerdotes y un santuario contiguo. Aparentemente actuaron dos grupos con armas de fuego, y los hechores dejaron en el lugar un lienzo con consignas y un llamado expreso a la "lucha armada". Tras el atentado, resulta inevitable considerar un eventual vínculo entre ambos hechos, y el intendente de La Araucanía, Andrés Jouannet, advirtió que quienes "hayan afirmado eso van a tener que hacerse cargo de sus declaraciones".
      Estamos hablando de un país como Chile en donde el 70 por ciento de la población se identifica como católico.
      En el Uruguay el comerciante judío David Fremd fue apuñalado por Carlos Omar Peralta López, en Paysandú el 8 de marzo. Ante esto el juez le aplicó tres delitos: de homicidio especialmente agravado por la premeditación, de odio hacia las personas por motivo religioso, y de lesiones personales por las heridas al hijo del Fremd.
      Todos sabemos que si existe un solo Dios y ese Dios es vivido de diferentes formas por cada religión, no puede, llámese como se quiera, mandar a matar a otro de otra religión.
      En Chile nunca los mapuches atacaron a una Iglesia y en el Uruguay, éste es el primer atentado religioso que se registra. Ya, allende la cordillera sospechan que hay alguien detrás de los mapuches, como aquí sospechamos que el fenómeno del asesinato de Fremd, no vino por generación espontánea.
       El atentado a la AMIA y a Nisman que lo estaba investigando en la Argentina, el incendio de una humilde Iglesia en Chile y ahora el asesinato a cuchilladas de Fremd, son cosas que hacen pensar en que en todo esto hay una mano negra detrás.
      ¿Ahora el odio religioso? ¿Por qué?


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