lunes, 7 de marzo de 2016

Con la mano en la lata y la pata en el currículum.




        El reciente episodio sobre la licenciatura de $endic, exige una serie de reflexiones, teniendo en cuenta que se trata de una figura que de fallecer Vázquez, sería el nuevo Presidente de la República. 
        Mintió en todos los temas. En lo de ANCAP primero dijo que el déficit era por la diferencia cambiaria, y luego que se pronuncia la Comisión Investigadora, le endilgó la culpa a los salarios de los que trabajan en las gasolineras. Con el tema de su currículum ocurre algo parecido, porque si bien es cierto que para el cargo que ocupa no se precisa título, dado que el único título lo da la ciudadanía cuando vota, no deja de ser una tomadura de pelo a todo el mundo.
        Recuerdo que el fiscal Start cuando el caso Clinton en Estados Unidos, no lo juzgaba por haberle sido infiel a Hillary Clinton, sino por haber mentido en un reportaje diciendo que no lo era. En este caso no tiene importancia si es o no licenciado, el tema es que se desdijo varias veces frente a las cámaras de televisión. ¡Qué credibilidad puede tener la palabra de un hombre así!
        Evidentemente es pedagogo, licenciado y docente. Pedagogo porque está en una nube de pedos, docente porque se levanta a las doce y licenciado porque vive de licencia. Pero más allá de esto, que podría no tener la más mínima importancia, si no hubiera mentido en su currículum, hay aquí la clara indicación de varias cosas.
        Por un lado, la pequeñez mental de aquel que se pavonea de importante con un título imaginario. Por el otro, la tomadura de pelo a la gente en el Uruguay, como si no supiéramos que en Cuba no existe medalla de oro, ni licenciatura de genética al margen del título de médico y si a eso le sumamos el escandaloso déficit de ANCAP, cartón completo. No se le puede creer en nada a una cosa así.
        Todo esto ocurre en un contexto político en donde el Frente Amplio se prepara para una lucha feroz de cara a las elecciones internas del 29 de mayo de este año. Con fino olfato político presienten que tal vez ésta sea la última gestión y en una piñata que tiene de rehén a toda la opinión pública, lo único que les importa es elegir delegados para el Plenario de dicha fuerza. Ese es el tema de fondo en la puja entre el Frente Líber Seregni y los otros sectores.
        En ese proceso hacia las internas del Frente se desata una inflación de dos dígitos, un déficit fiscal del 3,8 por ciento, una notoria desaceleración de la economía y el crecimiento del desempleo, fundamentalmente en el comercio y la construcción, un aumento de las tarifas públicas, los productores rurales trabajando con rentabilidad negativa y un contexto regional que de Venezuela a Brasil, pasando por Argentina y todos los países de Mercosur cambia drásticamente la orientación que se ha llevado en ésta década desaprovechada de crecimiento imparable de la economía desde agosto de 2003 a 2014.
        Así como a Cristina, Correa, Maduro, Evo Morales o Dilma lo único que les importa es conservar el poder, creyendo que vinieron para no irse nunca más, el Frente Amplio no escapa a esta concepción, según la cual fueron autorizados por el Altísimo a perpetuarse y gobernar indefinidamente.
        Mienten como si fuéramos maloqueloros de las favelas, villistas, indios del Altiplano, chavistas prostituidos, o bichicomes de un asentamiento precario.
        Las olas son de flujo y reflujo y se viene inexorablemente un cambio en todo el entorno regional. Ya el gobierno presenta fisuras graves. Faltan cuatro años y me temo que para ese entonces nos quedemos sin país.
      Uruguay no debería tener un Vicepresidente cuyas palabras avergonzarían a cualquiera si las dijera su hijo.

 

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