Era
Mao Tze Tung quien cuando tomó el poder en 1948 dijo que lo suyo era una larga
marcha. En realidad larga marcha fue el camino de la normalización de las cosas
en China.
China
es un ejemplo clarísimo de lo que le sucede a los países que se van del mundo.
Terminan emitiendo una moneda que si bien tiene un valor de uso allí, carece de
valor de cambio en los mercados mundiales y eso los limita tanto en los
acuerdos bilaterales, como en el acceso al comercio exterior.
Es
lo mismo que ocurrió con el rublo después de la revolución rusa en el 17’. La
ex Unión Soviética tenía que adquirir corona sueca, y pagar en papel y
especies. Crearon primero el CAME y después el COMECON, porque no conocían otra
forma de intercambio comercial que el trueque entre países. Algo que terminó
generando zonas que vivían de un solo producto y dependían en todo de la
tecnología soviética. No tenían la opción de adquirir de otros países lo que
necesitaban. Eran tanto desde el punto de vista comercial como político, satrapías
de un imperio que en nada difería del Imperio Romano.
Hoy
el Fondo Monetario Internacional va a incluir la moneda china, el yuan, en la
canasta de inversiones, ratificando por esa vía la expansión comercial de dicho
país a nivel mundial.
Cabe
consignar, para entender lo que acaba de ocurrir que los Derechos Especiales de
Giro (DEG), es una moneda sintética que tiene una demanda potencial sobre las
monedas libremente utilizables por los miembros del Fondo Monetario
Internacional. Se usa exclusivamente, para el comercio exterior y las finanzas.
Cada
cinco años el Comité Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional determina la
cantidad de cada moneda que hacen un DEG, de acuerdo con la importancia
relativa de la moneda en el comercio y las finanzas internacionales.
En
prevención a una posible debacle del dólar a nivel mundial, como ocurrió con la
libra esterlina después de la crisis del 29’, hoy es una divisa de reserva en
detrimento del dólar estadounidense, con la finalidad de dar más estabilidad al
sistema financiero mundial y prevenir futuras crisis.
Hoy
el yuan entra a formar parte de las
unidades de referencia del FMI, compuesta por el dólar, el euro, la libra
esterlina y el yen, y de esta forma se fija a ciencia cierta una variable que
es fundamental en el funcionamiento de cualquier sistema económico, determinar
en función de la Prime Rate el valor de las tasas de interés a nivel mundial.
Hoy
el yuan es una de las monedas más usadas del mundo y China ya no tiene que
firmar acuerdos bilaterales con 39 países, comprando en cada lugar con quien
quiere comerciar moneda de allí, para darle valor de cambio al comercio
exterior. De ahora en más, el yuan será una moneda que además de tener valor de
uso, tendrá valor de cambio.
Para
lograr esto, China tuvo que hacer importantes reformas económicas, permitiendo
el acceso para extranjeros al mercado cambiario chino, ofrecer una más
frecuente emisión de los bonos de deuda en los mercados, y ampliar las horas de
operaciones con el yuan.
Esto, que para nosotros es de sentido común, para un país como China, que viene de lo
más oscuro del aislamiento comunista, ha sido un proceso dificultoso, que culmina
el 1º de octubre de 2016. Por esta vía, la llamada "nueva ruta de la
seda", una red comercial en desarrollo que espera conectar 60 países entre
Europa y Asia, será posible, abriendo a China a un escenario mucho más amplio
que el de ahora.
No
obstante, para que el yuan juegue el mismo rol que hoy tiene el dólar, es
necesario una larga marcha, ésta vez no por los bosques, sino por los bonos de
deuda, el petróleo, el aluminio y el cobre, que ya comienzan a cotizarse en las
Bolsas en yuanes.
El
dólar necesitó, después de la Segunda Guerra Mundial, muchas décadas para
superar a la libra y jugar el rol de la misma en los mercados mundiales.
Este
crecimiento en la importancia del yuan que hace tres años atrás no estaba ni
siquiera entre las tres monedas más usadas, es un hecho auspicioso, aunque hoy
esté en quinto lugar, pese al hecho de que China es la segunda economía en
importancia, después de Estados Unidos.
Este
espaldarazo del Fondo Monetario Internacional hará que China pueda jugar el rol
que merece en el comercio mundial y, a su vez, fortalecerá las finanzas a
escala global.
Si no puedes verlo haz click aqui