Macri
tomó una decisión importante al anunciar la eliminación de las retenciones a
las exportaciones cerealeras e industriales y la baja de 5 puntos para las
exportaciones de soja, lo que junto a éste incentivo, un ajuste de la paridad
monetaria, permitirá que el agro tenga por fin un nivel de capitalización, que
le permita aumentar su capacidad productiva. Todo esto bajo el compromiso de
liquidar unos 3 mil millones de dólares de aquí a fin de año.
A
eso hay que sumarle préstamos al Banco Central de entidades financieras
internacionales, por no menos de 5 mil millones de dólares, sin descartar un
auxilio adicional de la Reserva Federal de los Estados Unidos y, más adelante,
un crédito del Fondo Monetario Internacional. En total, todo esto traería 30 mil
millones de dólares.
El
tema aquí es que no se sabe qué tiempo puede tardar y cómo encarar un arreglo
previo con los holdouts beneficiados por la sentencia contra la Argentina del
juez Thomas Griesa.
Nominalmente,
en forma apalancada hay 24.465 millones
de dólares de reservas, pero en efectivo, aunque parezca mentira, la cifra es
cero. Tendrá que ir a una flotación limpia del dólar sin ninguna intervención y
salir en la búsqueda de fondos frescos para sostener la demanda.
La
idea de Macri es un sistema que contemple intervenciones del Banco Central por
franjas de flotación, en donde compra dólares en el piso de la banda y los
vende en el techo. En ese caso el dólar costaría aproximadamente 15 pesos.
Si
a esto se le agrega el nivel de remarcación que hubo en los últimos días,
liberar el cepo cambiario exigiría poner las tasas de interés en un 40 por
ciento.
Si
se hace el cálculo matemático, la relación entre la base monetaria, que ronda
los 612.000 millones de pesos, y las reservas brutas del BCRA, de unos 24.500
millones de dólares, el tipo de cambio de equilibrio equivaldría a 25 pesos por
dólar. Si bien es cierto que ninguna ley monetaria indica que el precio del
dólar tenga que devenir como consecuencia de la relación entre la base
monetaria y las reservas, éste parámetro afecta negativamente la confiabilidad
de un dólar a 15, por lo que no es nada improbable que la banda de flotación “libre”
por franjas haga oscilar el dólar entre 15 y 25 o menos.
Con
un nivel de inflación superior al 30 por ciento anual, con Provincias quebradas
que no tienen para pagar los sueldos, ni las tasas de interés podrán mantenerse
en el entorno del 40 por ciento.
Tiene
dos desafíos por delante: Una solución al déficit de Reservas Internacionales
Netas (RIN) y una política fiscal consistente que le ofrezca certezas a los
operadores económicos.
Si no puedes verlo haz click aquí
Si no puedes verlo haz click aquí