jueves, 10 de diciembre de 2015

Argentina es una sociedad dividida.

 

        No será una sociedad unida, pero puede ser una sociedad respetuosa en la diversidad.
        Un país en donde se terminaron los iluminados, los caudillos, los líderes y dirigentes, y lo que importa son los equipos de trabajo que ese caudillo tiene para gobernar y efectivizar sus políticas.
       ¡Qué peronismo dramatiza la derrota y puede crear la alternancia! 
       Será el tema de la enorme mediocridad argentina.
        Cristina será recordada como la primera presidenta que truncó la fotografía de entregar la banda y el bastón presidencial.
        Vivir en un país normal no será fácil, después de 12 años de anormalidad institucional.
        La confianza colectiva hacia un hombre con los pies sobre la tierra, se abona todos los días. Gobernar es un juego difícil, en donde hay que conjugar la visión y la gestión política.
        Hay que luchar contra la corrupción, la pobreza y el narcotráfico. Hay que recuperar el Estado bonapartista.
        Hoy no se trata de pedir dinero al Estado, sino de evaluar cuál es la situación que ésta gente deja.
        Transparencia administrativa, implacabilidad hacia la corrupción y lucha contra la pobreza, serán las divisas fundamentales del nuevo gobierno.
        Es una tarea muy compleja.
       Acceder a la información pública en  forma abierta, una ley del arrepentido y recuperación de bienes y activos desviados por la corrupción, es una tarea fundamental.
        La ley de ética pública se aplica para todos; se precisa ética judicial y no militancia política judicial. Deberán hacer su trabajo jueces y fiscales. La Constitución dice que a la Justicia no se la interfiere.
        Es así de simple y así de complejo también.
        Las licitaciones y contrataciones con el Estado deben hacerse con la transparencia debida.
        Las irregularidades del cristiinismo están a la orden del día.
        Oficinas con efectividad baja en la lucha contra la corrupción, tendrán que dictaminar y denunciar y promover mejores área; será un desafío del Presidente electo.
        Ética pública y transparencia es algo que no ha existido en Argentina y de ahora en más, los pone entre la autarquía o la centralización.
        La Oficina Anti Corrupción tendrá que incorporar nuevos perfiles profesionales.
        Sobre el kirchnerismo hay muchos secretos por desenterrar todavía.
          El día que se llegue al congelamiento de la cuentas bancarias de Cristina, Aníbal Fernández y De Vido, solamente con eso, se normalizará la situación cambiaria en la Argentina.


 

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