domingo, 20 de diciembre de 2015

ANCAP y el efecto derrame.


        Si esto que hoy se está sabiendo en el Uruguay sobre ANCAP y el manejo fiduciario de los entes recaudadores, hubiera sucedido bajo gobiernos blancos o colorados, hoy el país estaría en pie de guerra y los pasquines de izquierda vendiendo prensa como nunca.
        Como son ellos y ser del Frente da impunidad para robar descaradamente a cuatro manos, no pasa nada, miran para el costado. Topolanski dice que vota la Comisión Investigadora de ANCAP “para que la oposición no joda más”. $endic da una versión, Astori otra y al parecer el erario público tendrá que condonarle la deuda de 750 millones de dólares. Según $endic la culpa la tenía el retraso cambiario, pero ahora parece que la tienen los sueldos de los empleados de las estaciones de servicio.
        El endeudamiento financiero de crudos y sus derivados es de US$ 1.455 millones, donde 832 millones son en dólares y 623 millones en unidades indexadas, esto último es con el Ministerio de Economía y Finanzas, producto de las cancelaciones anticipadas del año anterior, y del que está terminando con Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). De esos US$ 1.455 millones, 702 millones son con bancos, 623 millones con el Ministerio de Economía y Finanzas y 130 millones con proveedores.
        Como si éste déficit que hoy es estructural, fuera poco al final de este año, el total del pasivo financiero de Ancap será de US$ 2.300 millones y su patrimonio se situará en un nivel inferior a los US$ 200 millones.
        Para este año, se calcula que las pérdidas de Ancap superarán los US$ 200 millones. El presidente del ente, José Coya, dijo que por responsabilidad no iba a manejar cifras, pero sí adelantó que las pérdidas superarán los US$ 50 millones que el directorio había previsto para este año. Cuando se le preguntó al respecto, dijo que en el primer semestre perdió US$ 165 millones.
        Dejando de lado la pésima gestión, la subfacturación por un lado y la sobrefacturación por el otro, inflando los precios y poniéndose en el bolsillo la diferencia, es evidente que gran parte de esos 750 millones de dólares, fue para financiar la campaña electoral del hijo de Sendic.
        Cuando uno observa la “benignidad” con que los canales de televisión le hacían a cada rato un “reportaje” a La Raulito, sospechaba algo turbio, porque todos sabemos que el minuto de televisión en el Uruguay, no baja de los mil quinientos dólares.
        La Raulito por Twitter se dio el lujo de decirle boludo a Tabaré Vázquez y nadie, ni el mismo Vázquez se ofendió, lo que indica es que si $endic pisa tan fuerte allí adentro, es porque hay mucho dinero de por medio.
        Hoy se sabe la magnitud de los gastos mal hechos de ANCAP, pero sería bueno también averiguar quiénes financiaron la campaña electoral de Raúl $endic, que al parecer le salió redonda, porque se ve que contaba con recursos superiores a los demás.
        Aquí está el fondo de la cuestión que conduce a la piñata interna en el Frente Amplio: No todos pueden morder así, ni siquiera el Partido Comunista en la Intendencia de Montevideo, dejando un déficit de 400 millones de dólares y actuando con la impunidad que le da un sector desubicado de la embajada norteamericana.
        PLUNA, ANCAP y los entes recaudadores, los contratos de obra, arrendamiento y licitaciones, son un claro ejemplo de lo que el Frente Amplio –esos hombres impolutos, gente diferente, distinta, güena‑ entiende por efecto derrame, que significa en buen romance, derrame al bolsillo de cuatro vivos, disfrazados de pobres y poniendo cara de tontos.
        Vinieron como todos estos gobiernos que América Latina padece desde hace 12 años, para no irse nunca más y según el iluminado de los cambios irreversibles, quienes los venimos combatiendo desde la primera hora “estamos condenados a la impotencia” de juntar rabia y patear contra el clavo. Por eso no le dan recursos a la Suprema Corte de Justicia, porque son criaturas que entienden tanto de separación de poderes, como usted y yo de los conflictos en el mundo árabe.
        No van a lo de Venezuela y Cuba, por varias razones. Porque Uruguay está entre Argentina y Brasil, con Estados Unidos haciendo de Sheriff en el medio y fundamentalmente, porque no les da la capacidad política para hacer más daño del que ya hacen.
        Una sociedad idiotizada, con gente que como el burro a la zanahoria se endeuda para “limpiar” deudas viejas y vive sobregirada por encima de sus posibilidades, los votará hasta el día que le toquen el bolsillo y el dólar se ajuste a la realidad regional.
        Hoy, al calor de la refinanciación de los bonos de deuda, están en una guerrita –fuego amigo se le dice ahora‑, al mejor estilo peronista, que recuerda la época en donde “El Pocho” al llegar al aeropuerto de Ezeiza, no pudo bajar porque en los alrededores estaban a los tiros la izquierda y la derecha de ese partido y movimiento, todo junto a la vez.
        ANCAP, por lo visto los divide, como PETROBRAS en Brasil y como dentro de pronto YPF en la Argentina. Esa relación Kicillof con Sendic merece ser estudiada.
        Más allá de todo esto que indudablemente remueve el estómago de cualquiera, pregunto yo: Con 50 mil empleados públicos ensoberbecidos que quieren llevarse por delante “a los viejos” ¡Qué está sucediendo allí en donde son islas que se fijan los sueldos con autonomía y reciben premios a cualquier cosa, para seguir mamando de la teta del Estado!
        Porque seamos realistas: Si esto de ANCAP se hace con el leño seco ¡Qué no se hará con el otro!
        Al Frente Amplio le gusta escupir para atrás, barrer debajo de la alfombra, poner cara de yo no fui cuando hay que asumir responsabilidades, agarrársela con la década del 90’ cuando habían ganado la Intendencia de Montevideo y ahora vestir un santo desvistiendo otro como hicieron con PLUNA, condonándole la deuda a una empresa que destruyeron como ANCAP, a expensas de los bolsillos del contribuyente.
        Yo ya sé que decirle esto a una sociedad idiotizada y con un balde ideológico en la cabeza, es como hablarle a la pared.
        Por ahora la ideología puede más, pero los que sabemos lo que significa la economía en las actitudes políticas colectivas, sospechamos que la ideología puede más, al menos, sólo por ahora.
       

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¡No se dan cuenta que hay un enroque entre 
YPF, ANCAP, PETROBRAS, PDVSA, 
donde también está metido Ecuador! 
¡O siguen creyendo en los
fenómenos de generación espontánea!