domingo, 3 de agosto de 2014

Milonga a los orientales

“El drama de España no es el gobierno,
El drama de España es la oposición”.
Miguel de Unamuno.

       Si el Frente Amplio gana, no me la voy a agarrar con ellos, hicieron lo que tenían que hacer para ganar, me la voy a agarrar con la oposición, por no haber sabido estar a la altura de lo que hay que hacer.
       En el caso argentino, no me la agarro con el peronismo, me la agarro con la oposición, porque nunca da pie en bola, con la manera de enfrentar eso.
       El drama de Argentina no es el gobierno, el drama de ese país es la oposición.
       Esperemos que pasada ésta década infame, no sea también, ese el drama de los uruguayos.
       Si el efecto contagio no llegó hasta allí, hemos ganado la batalla estratégica, porque lo otro es cuestión circunstancial de cada uno.
       Podremos entonces, discutir hasta las 5 de la mañana acaloradamente, pero todos sabremos que estamos entre gente que comparte una misma estructura moral de valores.
       Si llega a pasar lo de Argentina, “chau Pinela”, va a haber que juntar dólares, para mandarse mudar a como sea.
       Si algo vino a alterar la atmósfera moral bajo la cual vivimos los uruguayos, fue precisamente esa reproducción mimética del peronismo argentino, que se llama Frente Amplio. No le dice Unidad de Base, le dice Comité de Base, fundamental la diferencia.
       Son peores, porque el peronismo es nada y ellos son nada ideologizada.
       Nunca creí que se pueda ser tan torpe y mediocre para llevar en el trasero unas hemorroides de esa magnitud y que no tenga cura, que nadie pueda sentarse tranquilo, porque tiene el trasero en flor con gente así.
       Fassanezcamente te metieron a John William Cooke, hasta lo más profundo del conducto rectal y por ignorancia, mediocridad, sensacionalismo conventillero en joda, te la papaste toda.
       O la oposición toma una actitud unitaria en el buen sentido de la palabra, que quiere decir, que cada cual juega como quiere, pero sin salirse de la raya, y todos patean, pa’ el mismo lado o esto no va a funcionar y vamos a perder los hombres civilizados.
       Uruguay tiene defensas naturales que se llaman Rio Sin la Plata y Rio de los Pájaros Pintados, pero con eso no alcanza, porque todos sabemos que el Río Uruguay define el Estado do Rio Grande do Sul y que hay que subir un poco más.
       Estamos en un cruce de caminos. Allá la cesación de pagos, el default, aquí el cimbronazo, que a la larga se podrá o no superar.
       Se necesita mano experta.
       Mano blanca, como decía el bueno de Homero Manzi.
      Gente con un balde en la cabeza, hubo y habrá siempre sobre la faz del Planeta. Lo que está por verse es cuantitativamente cuánto representan en el conjunto global. Son todos así como en Argentina o hay hombres que usan el caletre y piensan un cacho en las cosas sin dogmatismo o partidismo.
       Es eso lo que está en juego.
       Si merecemos el destino de los Sarrateas fassanezcos u otro, el de los horizontes abiertos al extranjero que quiere abrirse camino y ve en nosotros la sociedad de oportunidades.
       El del país que fuimos, abiertos al mundo.
      El de un Uruguay que tiene problemas y es un problema regional, pero en donde el que se afinca, está mejor que allá.
       Como decía Cristina “somos la piedra en el zapato de los argentinos”.
       Nunca entendí que le hice a estos émulos de John William Cooke.
       El bueno de José Luis Borges cuyos padres eran uruguayos, cuando le preguntaban: “¿Qué nos puede decir de Uruguay?”. Contestaba: “Ya sé lo que es eso yo, mi padre era anarquista.”.
       Nos dejó esta hermosa poesía.
           Milonga que este porteño 
dedica a los orientales, 
agradeciendo memorias 
de tardes y de ceibales.


El sabor de lo oriental 
con estas palabras pinto; 
es el sabor de lo que es 
igual y un poco distinto.


Milonga de tantas cosas 
que se van quedando lejos; 
la quinta con mirador 
y el zócalo de azulejos
.

En tu banda sale el sol 
apagando la farola 
del Cerro y dando alegría 
a la arena y a la ola.


Milonga de los troperos 
que hartos de tierra y camino 
pitaban tabaco blanco 
en el Paso del Molino.


A orillas del Uruguay, 
me acuerdo de aquel matrero 
que lo atravesó, prendido 
de la cola de su overo.


Milonga del primer tango 
que se quebró, nos da igual, 
en las casas de Junín 
o en las casas de Yerbal.


Como los tientos de un lazo 
se entrevera nuestra historia, 
esa historia de a caballo 
que huele a sangre y a gloria.


Milonga de aquel gauchaje 
que arremetió con denuedo 
en la pampa, que es pareja, 
o en la Cuchilla de Haedo.


¿Quién dirá de quiénes fueron 
esas lanzas enemigas, 
que irá desgastando el tiempo, 
si de Ramírez o Artigas?


Para pelear como hermanos 
era buena cualquier cancha, 
que lo digan los que vieron 
su último sol en Cagancha.


Hombro a hombro o pecho a pecho, 
cuántas veces combatimos. 
¡Cuántas veces nos corrieron, 
cuántas veces los corrimos!


Milonga del olvidado 
que muere y que no se queja; 
milonga de la garganta  
tajeada de oreja a oreja.


Milonga del domador 
de potros de casco duro 
y de la plata que alegra 
el apero del oscuro
.

Milonga de la milonga, 
a la sombra del ombú, 
milonga del otro Hernández 
que se batió en Paysandú.


Milonga para que el tiempo  
vaya borrando fronteras; 
por algo tienen los mismos 
colores las dos banderas.

Letra : Jorge Luis Borges  (Jorge Francisco Isidoro Luis Borges)

Música : José Basso  (José Hipólito Basso)