“El drama de España
no es el gobierno,
El drama de España
es la oposición”.
Miguel de
Unamuno.
Si
el Frente Amplio gana, no me la voy a agarrar con ellos, hicieron lo que tenían
que hacer para ganar, me la voy a agarrar con la oposición, por no haber sabido
estar a la altura de lo que hay que hacer.
En
el caso argentino, no me la agarro con el peronismo, me la agarro con la
oposición, porque nunca da pie en bola, con la manera de enfrentar eso.
El drama de Argentina no es el gobierno, el drama de ese país es
la oposición.
Esperemos
que pasada ésta década infame, no sea también, ese el drama de los uruguayos.
Si
el efecto
contagio no llegó hasta allí, hemos ganado la batalla estratégica,
porque lo otro es cuestión circunstancial de cada uno.
Podremos
entonces, discutir hasta las 5 de la mañana acaloradamente, pero todos sabremos
que estamos entre gente que comparte una misma estructura moral de valores.
Si
llega a pasar lo de Argentina, “chau Pinela”, va a haber que juntar
dólares, para mandarse mudar a como sea.
Si
algo vino a alterar la atmósfera moral bajo la cual vivimos los uruguayos, fue
precisamente esa reproducción mimética del peronismo argentino, que se llama
Frente Amplio. No le dice Unidad de Base, le dice Comité de Base, fundamental
la diferencia.
Son
peores, porque el peronismo es nada y ellos son nada ideologizada.
Nunca
creí que se pueda ser tan torpe y mediocre para llevar en el trasero unas
hemorroides de esa magnitud y que no tenga cura, que nadie pueda sentarse
tranquilo, porque tiene el trasero en flor con gente así.
Fassanezcamente
te metieron a John William Cooke, hasta lo más profundo del conducto rectal y
por ignorancia, mediocridad, sensacionalismo conventillero en joda, te la
papaste toda.
O
la oposición toma una actitud unitaria en el buen sentido de la palabra, que
quiere decir, que cada cual juega como quiere, pero sin salirse de la raya, y
todos patean, pa’ el mismo lado o esto no va a funcionar y vamos a perder los
hombres civilizados.
Uruguay
tiene defensas naturales que se llaman Rio Sin la Plata y Rio
de los Pájaros Pintados, pero con eso no alcanza, porque todos sabemos
que el Río Uruguay define el Estado do Rio Grande do Sul y que hay que subir un
poco más.
Estamos
en un cruce de caminos. Allá la cesación de pagos, el default, aquí el cimbronazo,
que a la larga se podrá o no superar.
Se
necesita mano experta.
Mano
blanca, como decía el bueno de Homero Manzi.
Gente
con un balde en la cabeza, hubo y habrá siempre sobre la faz del Planeta. Lo
que está por verse es cuantitativamente cuánto representan en el conjunto
global. Son todos así como en Argentina o hay hombres que usan el caletre y
piensan un cacho en las cosas sin dogmatismo o partidismo.
Es
eso lo que está en juego.
Si
merecemos el destino de los Sarrateas fassanezcos u otro, el de los horizontes
abiertos al extranjero que quiere abrirse camino y ve en nosotros la sociedad
de oportunidades.
El
del país que fuimos, abiertos al mundo.
El
de un Uruguay que tiene problemas y es un problema regional, pero en donde el
que se afinca, está mejor que allá.
Como
decía Cristina “somos la piedra en el zapato de los argentinos”.
Nunca
entendí que le hice a estos émulos de John William Cooke.
El
bueno de José Luis Borges cuyos padres eran uruguayos, cuando le preguntaban: “¿Qué nos puede decir de Uruguay?”.
Contestaba: “Ya sé lo que es eso yo, mi padre
era anarquista.”.
Nos
dejó esta hermosa poesía.
Milonga que este porteño
dedica a los orientales,
agradeciendo memorias
de tardes y de ceibales.
El sabor de lo oriental
con estas palabras pinto;
es el sabor de lo que es
igual y un poco distinto.
Milonga de tantas cosas
que se van quedando lejos;
la quinta con mirador
y el zócalo de azulejos
.
En tu banda sale el sol
apagando la farola
del Cerro y dando alegría
a la arena y a la ola.
Milonga de los troperos
que hartos de tierra y camino
pitaban tabaco blanco
en el Paso del Molino.
A orillas del Uruguay,
me acuerdo de aquel matrero
que lo atravesó, prendido
de la cola de su overo.
Milonga del primer tango
que se quebró, nos da igual,
en las casas de Junín
o en las casas de Yerbal.
Como los tientos de un lazo
se entrevera nuestra historia,
esa historia de a caballo
que huele a sangre y a gloria.
Milonga de aquel gauchaje
que arremetió con denuedo
en la pampa, que es pareja,
o en la Cuchilla de Haedo.
¿Quién dirá de quiénes fueron
esas lanzas enemigas,
que irá desgastando el tiempo,
si de Ramírez o Artigas?
Para pelear como hermanos
era buena cualquier cancha,
que lo digan los que vieron
su último sol en Cagancha.
Hombro a hombro o pecho a pecho,
cuántas veces combatimos.
¡Cuántas veces nos corrieron,
cuántas veces los corrimos!
Milonga del olvidado
que muere y que no se queja;
milonga de la garganta
tajeada de oreja a oreja.
Milonga del domador
de potros de casco duro
y de la plata que alegra
el apero del oscuro
.
Milonga de la milonga,
a la sombra del ombú,
milonga del otro Hernández
que se batió en Paysandú.
Milonga para que el tiempo
vaya borrando fronteras;
por algo tienen los mismos
colores las dos banderas.
Letra :
Jorge Luis Borges (Jorge Francisco
Isidoro Luis Borges)
Música :
José Basso (José Hipólito Basso)