Cada
día no salgo de mi asombro. Iba en el ómnibus a mi trabajo y suben un muchacho
y una muchacha vendiendo la publicación LIBER ARCE, que resulta, vengo a
enterarme, que es del Nuevo Partido
Comunista.
Ojeando
un poco todos los artículos, son como para un museo de ciencia política. Siguen
haciendo morcilla con los mártires estudiantiles ‑cenizas al viento‑, y todavía
había jóvenes que les compraban eso.
Un
cariño muy grande por Cuba, como raras veces se puede encontrar en una
publicación.
No
es que no se dieron cuenta que cayó el comunismo, están convencidos que el que
ellos defienden, es lo que importa.
Se
dirá que son tendencias minoritarias, pero no bien se lo analiza en su
conjunto, todo el Frente Amplio, ‑el que está allí y el que se le fue‑, es
igual y a quien peor que cuál.
Me
formé en la época en donde la encuestadora GALLUP era una empresa seria y
confiable. Lo que decía así era.
Cometieron
un error, dijeron que el 60% de la población uruguaya estaba con los atentados
tupamaros y ellos se tragaron la pastilla, hicieron más barbaridades todavía y
cuando se encontraron con la realidad, salieron a acusar a todo el mundo de “traidor”.
Quedaron
como esa publicación enojada con el Partido Comunista, muy pero muy malos con
el aplauso fácil de la clase media.
Como
en un tango, es muy triste vivir entre recuerdos, cansó mucho escuchar esa
canción, de la lluvia sutil que lleva el viento, sobre aquello que quiso el
corazón. Porque puede ser que no haya ninguna igual.
Ahora
le está pasando algo parecido al futuro Presidente de la República; es un
convencido que con 40 mil uruguayos que no pagan impuestos, ni perciben salario
aquí, gana con mayoría parlamentaria y todos lo confirman, un día sí y otro
también.
El
Nuevo Partido Comunista le va a hacer un agujero negro, si es que ya no se lo
hizo allí dentro.
Este
hecho inédito en la historia nacional hace que la opinión de un hombre así,
resulta ser trascendental, para entender la que se nos viene, con una Argentina
en zona roja y un Brasil en zona caliente.
Opina
como si en los años 90’, no hubiera sido Intendente de la Capital del país. Era
un habitante aéreo que la balconeaba de afuera. Era como Enrique Santos
Discépolo; miraba el mundo con la ñata contra el vidrio.
En
los años 90’ desapareció como por arte de magia toda aquella balumba de papel
revolucionario impreso, como el que esa revista LIBER ARCE, quiere reproducir
ahora.
Sabemos,
porque no sería justo decirlo de un hombre de tanto dinero como Tabaré Vázquez,
que él no viene del tigre de papel, tiene otras lecturas, otros plagios
doctorales.
Es
un tigre no más.
El
“Perro”, en cambio, sí que viene del tigre de papel, pero de
posiciones más voluntaristas, propias del malevaje cuando extrañado, mira sin
comprender. Es gente que no le gusta ver a un revolucionarote de aquellos, perdiendo
el cartel, el prontuario y la carpeta que tenía.
Ya
sabemos que es lo que quieren todos, del remozado Partido Comunista, al “viejo
y peludo” parlamentarista, pasando por la tendencia que sea; luchan
por lo de siempre.
En los años 90’ vimos por televisión
muchedumbres en el Cáucaso, que aún hoy comercian a lo Persa, matando al de al
lado por cuestiones nacionales. Fueron años en donde el Partido Comunista dejó
de concientizar indeciso puerta por
puerta, como hace Vázquez ahora, el Partido Socialista se acordó de Emilio
Frugoni y Rosa Luxemburgo, no había más ni frentistas, ni frenteamplistas, sino
encuentristas de una Nueva Mayoría, en donde el Niñato era la voz cantante,
hubo gente que no quiso llamarse más comunista y se quedó con las coronas
suecas, las durmientes, el papel y ainda
mais.
Según
Pedro Balbi, se llevaron la ideología también.
Fueron
años en donde venimos a descubrir que en realidad Seregni era un General de Batallas y que Batalla era un hombre seregno.
Fue
cuando por culpa de un lacallo pude
tener mi primera agenda electrónica y reloj digital. Vengo también a descubrir
que hubo democracia y no una demos
gracia por culpa de sanguijuela y
todos vimos como el Frente tirando la
taba, sacaba culo en Montevideo.
Fueron
tan espantosos esos años que Vázquez se mandó 60 privatizaciones en la
Intendencia.
Cuando
uno ve esta campaña, piensa en aquella tilinga que decía: “Cuando conocí a mi marido fue muy lindo, cuando me divorcié también”.
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