viernes, 27 de octubre de 2017

Independentismo catalán: Una fiesta con fecha de vencimiento

        Al independentismo no le interesa lo que se diga en España, sino victimizarse ante la opinión pública mundial. Quiere llevar al Estado al máximo límite posible, para alimentar el relato de un país oprimido, forzar la represión para consumo de las redes sociales y abrir un período de represión callejera.
        La Candidatura de Unidad Popular, (CUP), que es un partido anti sistema ya llamó “a una lucha no violenta” y a la “desobediencia civil masiva”. El Gover además ya advirtió que sus funcionarios se negaran “a obedecer órdenes de Madrid”.
        Puigdemont siempre tuvo por un lado la presión de la gente y por otro la cárcel.
        Prometió que si se aplicaba el artículo 155 declaraba la independencia. Los vaivenes que dió son desconcertantes. Primero dijo que llamaba a elecciones, después que no lo tenía planteado y dejaba en manos del Parlament la declaración de independencia. Es evidente que los radicales lo empujaban y los moderados, como el conceller de Empresa Santi Vila, abandonaron el barco.
        Dice Santi Vila en su cuenta en twitter: "Dimito. Mis intentos de diálogo nuevamente han fracasado. Espero haber sido útil hasta el último minuto al 'president' y a los catalanes”.
        Carles Puigdemont sólo escuchó las presiones que lo conducían al precipicio. Parece cosa de locos, pero estaba en duda si se entregaba a la cárcel o se marchaba al exilio. Se puso a diseñar un fracaso a su medida.
        La unilateralidad en materia de política independentista solamente es posible cuando se tiene el control territorial, militar, financiero y una mayoritaria base popular. Cataluña carece de herramientas para convertirse de un día para otro en país independiente. No tiene capacidad para controlar las fronteras, para cobrar impuestos o para administrar los servicios públicos sin las partidas que le brinda el Tesoro español.
        El sentido común se volvió el menos común de los sentidos y el daño que le hizo a Cataluña es muy grande en términos económicos. Aunque la situación de inseguridad afecta a la economía española en su conjunto el impacto mayor se concentra en la sociedad y la economía catalana.
        «Nosotros estamos viendo en los servicios de transporte cómo hay una caída de las relaciones comerciales e industriales, en el caso del ferrocarril, por ejemplo, de hasta un 21%», explicó en una entrevista el titular de Fomento, Íñigo de la Serna.
        Junto a esto hay una fuga masiva de 1394 empresas.
       Según el presidente de la Cámara de Comercio de España y de Freixenet, José Luis Bonet, «va a costar mucho tiempo» que las compañías que han salido vuelvan a Cataluña.
        De acuerdo al Ministro de Economía, Luis de Guindos, la paralización de la inversión o la caída de las ventas tienen que ver con las «decisiones irresponsables del Gobierno de la Generalitat».
        En esta corrida de los capitales de los bancos catalanes, el Consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez reconoce que hay una mayor afluencia de clientes, estimada en un 10 por ciento más, por las tensiones desatadas.
        El conflicto golpea directamente al sistema bancario y el mercado de acciones subió el riesgo país español y bajó el euro frente al dólar. El IBEX 35 cayó el 1,5 por ciento, empujado por la baja en las acciones de los bancos. Entre otros, el BBVA cayó 2,9 por ciento y Santander y la Caixa el 2,5 por ciento. También la deuda del gobierno español a 10 años subió un 1,6 por ciento
        Se avecinan horas muy tensas en España, porque la declaración de “una república catalana como estado independiente, soberano, democrático y social”, dispara en forma automática la intervención que habilita el Artículo 155. Hicieron una votación secreta para evitar represalias, lo que deja que pensar, porque si tenían miedo de votar, lo tendrían que haber pensado antes. Lo que indica que quisieron votar la independencia, pero no asumir las responsabilidades por una decisión de esa envergadura.
        Si la votación fue secreta “para evitar cárcel y tortura” como dicen, nada indica que puedan por eso evitarla, porque se produjo con la ausencia de los legisladores del Partido Socialista Catalán (PSC), del Partido Popular (PP) a cargo del gobierno central de España y de Ciudadanos. Votaron 82 diputados, no lo hicieron 52 y de los que votaron, 70 lo hicieron a favor, 10 en contra y dos se abstuvieron. De los opositores que fueron a votar en contra, 7 mostraron la papeleta que dice No.
        Los secesionistas acusados de rebelión podrán ahora ser puestos en prisión por 30 años. Es llamativo que en el acto solemne de independizarse, tiren la piedra y escondan la mano, temerosos del sistema del que se están desmarcando. Esta suerte de heroísmo del secretismo expresa que ni los propios separatistas se creen el acta fundacional de la república.
        "Lo ocurrido en Cataluña es un acto delictivo", sostuvo Mariano Rajoy: "España es un país serio y no estamos dispuestos a que unas personas vengan a liquidar nuestras normas de convivencia. Tranquilidad. El gobierno reaccionará a la altura de las circunstancias".
        Según el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk “nada cambia porque España es la que integra la Unión Europea y no Cataluña”. Según él “es prematuro”, por ahora, saber si la crisis afectará la eurozona. Sin embargo el BBVA advierte que la situación dada le restara fuerza al crecimiento español durante 2018, que se estima que pasara de 2,8 a 2,5, equivaliendo a 3 mil millones de euros menos.
        El escenario que dejó abierto el independentismo resulta ser el más favorable a Rajoy, porque unos comicios convocado por las actuales autoridades catalanas iba a sustituirlo a Puigdemont, pero terminaría poniendo en el poder a otro más duro, como el vicepresidente Oriol Junqueras, de Ezquerra Republicana. La ingenuidad secesionista perdió de vista que en los próximos comicios, los principales dirigentes independentistas tendrán que enfrentar el código penal de la estructura judicial existente. Si no querían elecciones para disimular que no son la mayoría, ahora no sólo abortaran la independencia, sino que decapitaran a toda una dirección que decidió suicidarse políticamente.
        Mientras escribo estas líneas –viernes 27 de octubre‑, El Consejo de Ministros español decidió la destitución de Carles Puigdemont y de todo el Govern de la Generalitat de Cataluña, así como la del director general de la policía, Pere Soler; la del secretario general del departamento de Interior, César Puig; y la de los delegados del Govern en Madrid y Bruselas. Además, Mariano Rajoy, ha convocado elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre y ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la declaración de independencia.
        Las medidas aprobadas, por el Consejo de Ministros en aplicación del artículo 155 de la Constitución son:
1.   Cesa a todo el 'Govern':
2.   El 'president', Carles Puigdemont
3.   El vicepresidente, Oriol Junqueras
4.   El conseller de Presidencia y portavoz del 'Govern', Jordi Turull
5.   El de Asuntos Exteriores, Raül Romeva
6.   El de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull
7.   La de Enseñanza, Clara Ponsatí
8.   La responsable de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs
9.   El conseller de Salud, Antoni Comín
10.               La de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Dolors Bassa
11.               El de Interior, Joaquim Forn
12.               El de Cultura, Lluís Puig
13.               El de Justicia, Carles Mundó
14.              La de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Meritxell Serret.
15.               Cesa al director de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler, así como del secretario general de la Consejería de Interior.
16.               Los ministerios se hacen cargo de las consejerías
17.     Disuelve el Parlamento catalán y convoca elecciones el 21 de diciembre.
18.               Extinción del Diplocat y las llamadas 'embajadas' de Cataluña en el exterior: Francia; Reino Unido e Irlanda; Alemania, Estados Unidos, Canadá y Méjico; Austria; Italia; Portugal; Croacia; Polonia; Dinamarca y las de los organismos internacionales en Ginebra, Estrasburgo, París y Viena.
19.               Cese de los delegados de la Generalitat en Bruselas y Madrid
         Ahora, con el diario del día después están quienes dicen que el Artículo 155 debió de haberse aplicado antes y evitar toda esta penosa situación. Si algo de razón puede que tengan, porque los secesionistas dieron un golpe de estado con coche oficial, hubieran defendido antes la aplicación del artículo. Pierden de vista que la Unión Europea le pedía cautela a Rajoy y que el PSOE pidió que si se llamaba a elecciones se suspendiera la aplicación del artículo y cuando era evidente que se venía la declaración de independencia los socialistas pidieron su implementación gradual.
         La fiesta que se desató en Barcelona en la mañana, tiene fecha de vencimiento.