Hoy
en día se da en la Argentina un hecho históricamente inédito, el peronismo
ortodoxo, clásico, quiere que a Macri le vaya bien, el único que aspira a
desestabilizar el gobierno es el cristinismo, La Cámpora, el grupo Tacuara y
Bonafini.
El
obstruccionismo cristinista ha de durar lo que un lirio, no bien se normalice
la Suprema Corte de Justicia.
Una
baja de las retenciones, las mejoras para exportar y una depreciación del peso
son inevitables para mejorar la coparticipación federal con las Provincias.
Como le decía Juan Carlos de Borbón a Macri: “Lo que hay que hacer si no lo
hace ahora, no lo hará después” y que en buen romance significa pisar pies,
aunque duela.
En
este momento no se puede levantar el cepo, porque si no el dólar generaría una hiperinflación
galopante al mejor estilo de la Bolivia de Siles Zuaso, en dónde el dólar saltó
de 20 a 200, tuvo que esconderse y la gente fue a buscarlo casa por casa; lo
restituyó en la Presidencia y le exigió que se hiciera cargo del estropicio que
generó.
Algo
similar a lo que puede pasarle a Maduro, Vázquez o Dilma solamente, que en cada
caso toma un carácter diferente. Ya Maduro comienza a tener problemas internos,
la salida de Dilma es necesaria para una mayor confiabilidad de la economía en
Brasil, y entre nosotros va cayendo en picada la popularidad del iluminado.
El
proceso que estamos viviendo, como se dijo en otros posts es desigual y
combinado. Universal por su contenido profundo, pero nacional por las formas
específicas que adopta en cada lado.
Una
devaluación en Argentina, que al parecer ha de tener el dólar alto durante
mucho tiempo, hasta restablecer la cadena de pagos, rota por el cepo cambiario
y la ausencia de divisas, será muy buena de aquí a un año y medio allí, en el
vecino país, pero muy mala para un país como Uruguay, que ha de sostener el
tipo de cambio hasta mediados de 2017 y que prácticamente todos los días, el
Central sale a comprar dólares por encima de su valor, para sostenerlo
artificialmente a 30.
¿Están
esperando que el dólar éste a 33 para devaluar?
Están
haciendo lo de Cristina, le están quitando competitividad en términos
totalmente artificiales a la economía uruguaya y todo porque no se animan a
bajar el gasto público, para no pagar costo político, ante esa clientela
electoral ligada al PIT-CNT; concretamente, la enseñanza y el SUNCA.
Vamos,
por fin a un cambio de modelo económico.
Hay
un nuevo manejo de la política monetaria y el comercio exterior.
Tanto
Venezuela, como Argentina precisan un colchón para poder ajustar su moneda.
Solamente, la Provincia Argentina tiene un déficit a la cotización del dólar
blue, de mil millones de dólares y no se sabe exactamente, si no es mucho más.
Nadie
quiere una crisis en las fiestas de diciembre, pero todos sabemos que éste ha
de ser un verano caliente.
Se
le dice Verano Caliente a un verano en donde el sistema político, no puede
darse el lujo de descansar.
La
normalización financiera está acoplada al comercio exterior y las condicionantes
que los acreedores, no ahora precisamente que las papas queman, sino más
adelante, han de imponer.
En
el Uruguay, para no ir más lejos, ya hay 150 mil desempleados y estamos
hablando de un entorno regional en donde en Brasil se habla de un apagón,
porque los Distritos Federales no tienen para pagar ni sueldos, luz y agua y en
Argentina no saben si llegan a fin de mes en Provincias en donde creció el
sector público, pero no el privado.
Es
inédito y contradice lo del asesino de Silvera Regalado, Facundo, porque por lo
visto, el peronismo por primera vez en su historia tiene el abismo delante de
su nariz y quiere cooperar con una salida graduada.
La
contracción de la actividad económica donde es más lacerante en América Latina,
es justamente en Argentina y Brasil que no logran posicionarse ante el
dinamismo de la economía norteamericana.
La
bonanza generada por factores externos, ya va quedando atrás como un recuerdo
del pasado.
Hoy
se precisan fondos frescos y credibilidad en activar el capital político,
generando confianza hacia la inversión privada y el ahorro interno. Única forma
de generar trabajo genuino y sustentable en el tiempo.
¿Van
a echarle la culpa a los que se hacen cargo de la situación para normalizarla,
en un contexto en donde el endeudamiento externo será a tasas de interés más
altas?
Sufriendo
el castigo dantesco de llorar en la miseria el tiempo feliz querrán volver
mañana haciéndonos creer a lo Manrique que “todo tiempo pasado fue mejor”. Es
la mecánica del populismo irresponsable que se escuda con los pobres para tener
un colchón que los apoye en términos a críticos.
Al
fin y al cabo, como nos decía Gregorio Selser; “los pobres son los únicos que
saben ser fieles”, porque el resto entiende un poco, lo que vino sucediendo.
Parados
hoy en la cruz de los caminos ni Capriles en Venezuela, ni Macri en Argentina
tienen derecho a equivocarse, porque si eso llega a suceder, volverán, como
decía el Pocho y serán millones.
“Otros
vendrán, ¡Qué bueno me harán!” dijo Juan Domingo Perón con su sonrisa
gardeliana abriendo las manos al cielo y lamentablemente, así fue.
La
opinión pública es de memoria corta y con más razón en Argentina, en donde se
vive al día, sin pensar en las consecuencias a futuro, ni aprovechar las
enseñanzas del día de ayer.
El
efecto mediático de las medidas de Macri es crucial para inyectar un shock de
optimismo, en el proceso de ajuste que se avecina, inexorablemente.
Tarde
sufrió Cristina el hecho de que en política puede suceder de todo, pero no se
puede estar expuesto al ridículo.
Tarde
vivió Maduro la dura realidad de hacer de obtuso y necio ante el rechazo
generalizado de gente que era y es chavista.
Tarde
está entendiendo Dilma que su sola presencia es un factor de inestabilidad
económica e institucional.
¡Recién
ahora aquí en el Uruguay se están dando cuenta que hay que abrirse a la Alianza
del Pacífico! Mientras en el MPP están como si les hubiesen dado un golpe en la
nunca y se inicia la piñata interna entre el mujiquismo y el astorismo, cuando
hasta ayer decían que en ANCAP el único problema era la cotización del dólar.
No
supieron tomar distancia crítica y apoyaron ésta debacle hasta el último
minuto, lo que indica que no tienen ninguna caracterización de coyuntura. Es
aquello de “Todo Madrid lo sabía, menos él”.
¿Cuál
es el carácter concreto de la así autodenominada revolución bolivariana?
¿Qué
es eso del Socialismo del siglo 21?
¡Sería bueno que expliquen un poco, a qué
cosa se están refiriendo! Porque era más coherente consigo mismo, la brutal
dictadura comunista, que el pretendido neo socialismo que quisieron representar
como “superación”.
A
nivel cultural, Antonio Gramsci ¡Qué puede decirles hoy en día!
¡Qué
la verdad es siempre revolucionaria y qué se sepa que son una manga de
inútiles, parásitos sociales y ladrones, le va a hacer mucho bien a la
revolución, del siglo 22!
Olvidan
que para reinventarse hay que ver la crisis política a tiempo y mantener un
nivel de credibilidad, mínimamente honesta. No es aplaudiendo errores y
horrores.
Polarizaron
la sociedad y eso no ayuda a reinventarse.
Por ahora tanto Macri, como Capriles vienen manejando muy bien la
situación que tienen por delante, si así no fuera en el futuro, seré el primero
en marcar los errores, porque nos va la vida que ésta gente desaparezca del
escenario histórico social y político.