A nivel mundial la producción de vehículos creció ininterrumpidamente
desde la crisis financiera internacional de 2008 a la fecha.
En 2014 se fabricaron casi 90 millones de unidades, lo que
significó un aumento de 2,6% respecto al año anterior y, en los últimos cinco
años la producción creció 7,8% promedio anual.
China ya está produciendo más de 23 millones de vehículos
anuales, lo que la ubicó como el mayor productor a nivel mundial. Este nivel de
producción implicó un crecimiento de 19% promedio anual en comparación con
principios de siglo (año 2000). Mientras que en aquel año, el sector automotor
chino representaba el 4% de la producción mundial, en 2014 dicha participación
ascendió a 26%.
India ha sido otro de los países que ha tenido un incremento
notorio en la fabricación de vehículos, al pasar de 800 mil unidades en 2000, a
3,8 millones de unidades en 2014.
El segundo mayor productor de 2014 fue Estados Unidos que
junto a Japón –tercer principal productor- fabricaron 11,7 millones y 9,8
millones de unidades respectivamente en el año. De igual forma, ambos países
aún se encuentran por debajo de los niveles producidos en principios de siglo.
El sector automotor en nuestro país creció a una tasa
promedio anual de 5,4% entre 2004 y 2014, siendo en la región el rubro que
mayor crecimiento tuvo.
En el Mercosur el crecimiento económico que tuvo la región en
la última década, en especial el consumo, se vio reflejado en el dinamismo del
mercado automotor. En este sentido, entre 2006 y 2013 las ventas de vehículos 0 km
se duplicaron, al alcanzar el registro de 4,8 millones de unidades en 2013. Sin
embargo, durante 2014 las ventas de vehículos sufrieron una caída de 13%, al sumar
4,2 millones de unidades. En 2014, Brasil representó el 83% de las ventas de
vehículos en el Mercosur.
En Uruguay la tendencia de crecimiento ha sido similar, si
bien la venta de vehículos disminuyó 5,7%, aún se encuentra en un nivel
históricamente alto.
Estamos hablando de un rubro en donde desde hace muchos años
se han instalado en nuestro país plantas de armado de vehículos y fabricantes
de autopartes, tanto de capitales nacionales como extranjeros, existiendo
actualmente más de 40 empresas, varias de las cuales poseen certificación
internacional de calidad. Las exportaciones del sector han crecido 10% promedio
anual en la última década y en 2014 alcanzaron los US$ 483 millones.
Affinia, ArcelorMittal, Bader, Faurecia, Fischer, JBS, Takata
y Yazaki, son algunas de las empresas transnacionales que están abasteciendo el
mercado regional y mundial desde plantas industriales ubicadas en Uruguay.
Fiat, General Motors, Volkswagen y Ford fueron las marcas de
automóviles más vendidas en el Mercosur en 2014. Además, en Uruguay
sobresalieron las ventas de Suzuki, que crecieron 50% respecto al año anterior,
lo que posicionó a la marca como la segunda más vendida en el año. Asimismo,
los autos de origen chino se han introducido considerablemente en el mercado,
con una participación que ya superó el 20% de las ventas totales.
El sector automotor uruguayo ha experimentado un singular
crecimiento en los últimos años, especialmente en 2010, cuando se consolidaron
inversiones extranjeras tanto en el armado de vehículos, como en la fabricación
de autopartes.
En 2014, Uruguay fue el único país del Mercosur donde la
producción de vehículos creció 3,2% respecto al año anterior, al alcanzar las
16.454 unidades. Dicho guarismo significó un nuevo récord histórico de
producción para un año.
En la planta de Lifan se armaron el 39% de las unidades
producidas en 2014, igual participación a lo armado en Nordex, mientras que el
restante 23% de los vehículos se produjeron en la planta de Chery. Estamos
hablando de un sector que a 2014 tiene empleados a 3.305 personas.
Las exportaciones de vehículos sumaron US$ 230 millones en
2014, gracias a las 15.588 unidades exportadas. El aumento de 24% del número de
unidades vendidas a Brasil, no compensó la caída de 61% en las ventas hacia
Argentina. De esta forma, el 80% del valor exportado de vehículos tuvo como
destino Brasil, mientras que Argentina representó el restante 10%.
Las exportaciones de autopartes presentaron un comportamiento
menos volátil que las de vehículos, y alcanzaron los US$ 254 millones en 2014,
lo que arrojó una disminución de 7% en relación al año anterior.
Al igual que en el caso de los vehículos, Brasil fue el
principal destino de las autopartes en 2014, con una participación de 39% sobre
el total. Mientras que las exportaciones al país norteño crecieron 1%, las
ventas hacia Argentina disminuyeron 19%. Casi todas las empresas exportadoras
son de capitales extranjeros.
Este sector estaba llamado a tener un repunte importante
porque ya antes de la conformación del Mercosur, varias empresas
internacionales de primera línea como General Motors, Ford, Fiat y otras,
contaban con plantas de armado de vehículos en Uruguay.
Más recientemente, las empresas asiáticas han comenzado a
producir vehículos en el país, ganando así en experiencia de
internacionalización desde Uruguay. En torno a ellas y usufructuando las
ventajas que ofrece Uruguay para exportar, se produce un flujo de inversión
extranjera al subsector de autopartes, que había venido exportando productos
como asientos de cuero para vehículos de alta gama en base a excelente materia
prima nacional, estructuras metálicas para asientos, arneses de cables
eléctricos, pastillas y otros productos para frenos. Todos estos productos son
destinados a las terminales autopartistas regionales y mundiales.
Entre los emprendimientos importantes que han existido en el
último período, se destaca la compañía de origen chino Chery, que cuenta con una
capacidad de producción de 900.000 vehículos a nivel mundial, junto a Socma
S.A. de Argentina, que se instaló en Uruguay y comenzó a producir vehículos
Chery en la planta de Oferol en 2008, y hoy gestiona directamente la planta de
armado. En 2014 se exportaron 3.804 unidades de los modelos Tiggo y Face. Del
total, 1.029 vehículos modelo Tiggo se dirigieron hacia Argentina, mientras las
restantes 2.775 unidades fueron al mercado brasileño
También la empresa china Chongqing Lifan, que cuenta con más
13.600 empleados y una capacidad de producción de 500 mil unidades y 600 mil
motores, había realizado un acuerdo con la planta Effa Motors para la licencia
y representación a partir de 2010 dentro del Mercosur.
En 2014 se exportaron hacia Brasil más de 6.300 vehículos por
un valor de US$ 73 millones. Los modelos exportados son el 320, el 620, la
camioneta X60 y también se comenzó con la exportación del modelo utilitario
Foison.
Junto a esto, la empresa coreana Kia Motors realizó un acuerdo
con la planta de armado Nordex, ubicada en Colón (Montevideo), para producir
camiones livianos Kia Bongo a partir de 2010. La capacidad de producción de la
planta es de 12.000 vehículos por año y demandó una inversión inicial de US$ 25
millones. Las exportaciones superaron las 3.688 unidades por un valor
equivalente a US$ 62 millones en 2014. La totalidad de la producción tuvo como
destino el mercado brasileño.
También Dongfeng Motor (DFM), fabricante chino con ventas
agregadas superiores al millón de unidades anuales, comenzó en 2005 a producir
en la planta Nordex camiones para el mercado interno y en 2010 comenzó a
exportar a Argentina. En dicha planta Renault Trucks propiedad de Volvo,
produce camiones pesados para el mercado interno y para exportación hacia
Argentina. En 2014, se exportaron 378 camiones por un valor superior a los US$
30 millones.
Merced a un acuerdo con Nordex la empresa china Geely con
capacidad de producción anual de 500.000 unidades comenzó en 2013 la producción
del Emgrand EC7, alcanzándose las 607 unidades producidas en dicho año. En 2014
la empresa ensambló 2.154 vehículos y se exportaron 1.255 unidades al mercado
brasileño por un valor de US$ 11 millones.
Si a esto se le agrega el pool de inversiones internacionales
en empresas autopartistas y la participación de las nacionales, es impresionante
el crecimiento que este sector tuvo en lo que va del último período.
Hoy comienzan las complicaciones regionales por cuestiones de
trabas comerciales argentinas a la importación de automóviles y por la crisis en
Brasil, aumentando el costo país. En términos de productividad de la mano de
obra uruguaya, no ha sido fácil alcanzar los niveles de productividad óptimos, por la falta de calificación del obrero uruguayo al respecto.
Reestudiar y renegociar los convenios automotores con Brasil, es fundamental para las autopartes, que es el mercado que engloba a todo el
sector.
El período expansivo se quebró en el último año, por la fuga
de capitales que aceleró la caída del real y hoy se obtienen menos dólares por
los mismos reales. Si a esto se le suma que el mercado brasilero se maneja en
reales, se vuelve virtualmente imposible hoy competir con Brasil.
Uruguay es un país tomador de precios y eso lo vuelve
vulnerable a los movimientos financieros, las trabas de la región y las
políticas proteccionistas, colocando a nuestro país ante una competencia
desleal totalmente asimétrica.
Esperemos que las contingencias del presente sean simplemente
eso, una instancia a superar no bien Argentina levante las trabas comerciales, con Brasil se renegocien nuevos acuerdos comerciales y Uruguay ajuste su moneda a la realidad regional.
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