jueves, 26 de noviembre de 2015

No vale la pena


        Cristina está desesperada por convertirse de aquí en más en una suerte de monje gris, de poder detrás del trono. Algo parecido a lo que hizo Mujica faltando poco para dejar el gobierno, sólo que en el caso del kirchnerismo llega al paroxismo de la furia escribiente y legislativa.
        ¡Si estos proyectos eran tan importantes para ellos, porqué ahora tanto apuro!
        Desde la creación de billetes de 5 pesos con la imagen del Papa Francisco, algo que dentro de poco puede valer casi nada y que además al que menos le interesa es al mismo Papa. Lo que el gobierno imprime hasta ahora son billetes de 100 pesos. Desarrollos sustentables recién descubiertos, feriados como el del 23 de agosto, el día del Militante Sindical y del ladrillero, declarar monumentos nacionales a cualquier cosa y a pedir de boca, Juzgados Penales en Catamarca y cosas así, son cosas muy importantes, por lo visto.
        La clave es Yacimientos Carboníferos Fiscales y en función de eso arman cortinas de humo totalmente absurdas.
        ¡De dónde van a sacar esos 5 mil millones de pesos!
        El 82 por ciento móvil para los jubilados, vetado por la Presidenta, lo lanzan ahora para hacer creer que son los buenos.
        En el Frente para la Victoria están olfateando que lo de Cristina se termina y que los Gobernadores tienen otra orientación. Amplían el temario con caramelitos, y la gente al ver eso se espanta y deja de creer en la política.
        Recuerda el hundimiento del Titanic: genios y figuras hasta su sepultura.
        No tienen en cuenta que cuando asuma el nuevo parlamento, todos estos proyectos serán revisados, lo que indica la mediocridad mental del cristinismo.
        El próximo gobierno no tiene porqué hacerse cargo de estos 100 proyectos de ley votados a tapa cerrada y con brazo de yeso y eso en el marco de una puja interna por quien preside el peronismo a 7 días de irse.
        Es un atropello a la dignidad republicana del pueblo argentino, que a los ponchazos se le quiere imponer, lo que ésta mayoría circunstancial quiere a chiflido de una Presidenta bipolar, maníaca y profundamente enferma.
        Se viene un giro radical, tienen los días contados y lo único en lo que están pensando a 7 días antes de irse, es ponerle el palo en la rueda al nuevo gobierno y dejarle un hijo macho a Mauricio Macri.
        Se preparan para dar batalla desde la oposición y no se dan cuenta que la política exportadora y abierta al mundo de Mauricio, al primero que ha de beneficiar es al sector agropecuario y a las Provincias peronistas. Como explicaba aquel historiador que estuvo en el Uruguay exiliado, José Luis Romero, se va a dar una inversión de posiciones, porque el comercio exterior manda y no nuestra ideología.
        Mauricio tiene garantizado, no al massismo asustadizo, sino la misma base peronista todo a lo largo del país: El peronismo del interior, el que define la situación territorial en su conjunto.
        Argentina no se gobierna desde El Calafate, sino desde aquellas Provincias que tienen puerto y comercio fluido con el mundo, diga o haga lo que quiera el gobierno. Estamos hablando de comercio liviano, semi feudal, pero fundamental, para lugares que viven de las ovejas, porque la agricultura es imposible, por culpa de esa ráfaga polar que es el Pampero.
        En el sur argentino hay que plantar cortinas de viento con álamos, porque si no el viento, no deja que crezca nada. Rompe hasta las estructuras más sólidas de hierro. Esa gente, no precisa del gobierno para liberalizar el comercio exterior, ya viven en una liberalización económica elemental, lo que sí precisan, es inversión internacional productiva y no prepotencia chovinista y falso nacionalismo de campanario.
     !Cómo van a exportar con cinco tipos de cambio diferentes!
    ¡Quién va a invertir allí, aunque exista petróleo y minerales!
        ¡Después se quejan de que el riojano Menem les haya permitido tener una licuadora o un lavarropas a cambio de vender las joyas de la abuela!
     ¡Hay que entender la realidad humana concreta primero, antes de abrir la boca en política!
        No estoy defendiendo a Menem, estoy mostrando las dificultades reales y el hecho cierto de que existe libertad política, como decía John Stuart Mill, porque hay libertad económica.
        Si no crece la torta ¡De dónde van a sacar los recursos para eso que quieren!
        ¡De dónde viene el derrame necesario para priorizar políticas de Estado!
        Es mentira que el capital se concentre, la misma ley de la rotación del dinero lo conduce a un derrame, que al principio es duro, pero a la larga nos beneficia a todos. Darle rentabilidad a los emprendimientos es crucial para formar parte del derrame que inexorablemente, el capital ha tenido siempre, desde 1850 a la fecha. Eso hace que existan inversiones en aquellos lugares en donde la inversión tiene valor de retorno.
        ¡Quién va a invertir en propiedades dónde no se puede alquilar, porque hay desempleo! El propietario quiere que el inquilino tenga un buen trabajo, para poder ajustar las cosas correctamente, a los correctivos que impone la economía. Es mentira que exista lucha de clases, antes bien, hay cooperación de clases y los problemas no vienen por la lutta di crasse, sino por la lucha de inter clase, como decía Celso Furtado en Brasil. Esta gente en el Uruguay se disfraza de paternalista a lo batllista, que es una cosa, pero para hacer populismo de la peor especie, que es otra cosa y quieren confundir aserrín con pan rallado.
        La propiedad es el precio de la libertad. Eso el viejo Batlle la tenía clara,  aunque los anarcos lo insultarán diciéndole “tibio reformismo”. Batlle, un hombre del patriciado abolengo, que en catalán quiere decir Alcalde dijo: “Que los pobres no sean tan pobres, que los ricos no sean tan ricos”, no dijo que deben desaparecer los ricos, dijo que no deben ser tan ricos y por eso, socialistas, comunistas y anarquistas lo insultaron y le dijeron las cosas más horribles. Hoy se visten de batllismo.
        Macri no precisa la política para prosperar, es como Cartes en Paraguay.
        Ya triunfó en la vida, lo suyo es ayudar al bien común.
        De eso no se dieron cuenta o hacen como que no se dan cuenta, mientras roban a cuatro manos, hipotecando el destino de muchas generaciones por venir.
        Reunirse con Cristina Kirchner es como hablar con la pared y peor que eso, pisar la cáscara de banana de los Caníbal Fernández y otro mafioso.
        Al fin y al cabo, reunirse con Cristina no vale la pena, pero vale la pene.

 

Si no puedes verlo haz click aquí