Horacio Cartes es un político, empresario y dirigente
deportivo paraguayo que hoy ocupa la Presidencia de su país.
Un hombre sumamente preparado que estudió en los colegios
Goethe, Internacional y Cristo Rey. Luego viajó a Estados Unidos para proseguir
sus estudios, siguiendo la orientación de su padre, Ramón Telmo Cartes Lind,
representante de la empresa Cessna para el Paraguay. Hizo carrera técnica en
Tulsa Oklahoma de Powerplant - Spartan School of Aero (motores de aviación) con
una pasantía en Cessna de la ciudad de Wichita (Kansas).
En 1989, tras su regreso al Paraguay, fundó Cambios Amambay,
que en 1992 se convirtió en el banco Amambay. En 1994 ingresó como socio en
Tabacalera del Este SA ―propietaria de la marca de cigarrillos Palermo―. En
1996 creó Tabacos del Paraguay SA. En 2001 adquirió la licorería Acosta, y la
misma pasó a denominarse Bebidas del Paraguay, productora de los productos
Pulp, y Puro Sol, como además, la representación de varias otras marcas
internacionales.
Su incursión en la política comenzó en 2009, año en el que se
afilió al Partido Colorado. En noviembre de 2010 fundó el Movimiento Honor
Colorado junto a otros políticos colorados. En marzo de 2011, en las elecciones
para presidente del partido, resultó ganadora la senadora Lilian Samaniego,
perteneciente a su movimiento. Posteriormente se sumaron a su proyecto
político, el Movimiento Progresista Colorado, liderado por el expresidente del
Paraguay, Nicanor Duarte Frutos.
El 9 de diciembre de 2012, Cartes salió victorioso en las
elecciones primarias internas del partido, en las que venció al candidato del movimiento
Frente para la Victoria, Javier Zacarías Irún, convirtiéndose así en el
candidato oficial de la Asociación Nacional Republicana para el cargo de
presidente de la República en las elecciones generales del 2013. Irún reconoció
la victoria de Cartes y se puso a disposición del candidato del Partido
Colorado, lo que fue fundamental para la unidad partidaria con miras a las
elecciones.
Finalizadas las elecciones internas del Partido Colorado,
Horacio Cartes y Javier Zacarías Irún iniciaron una serie de reuniones
―comenzando con Luis Alberto Castiglioni y otros líderes del Partido Colorado―
en busca de la unidad de cara a las elecciones de abril.
El 2 de de febrero de 2013, el candidato opositor, el ex general
Lino Oviedo muere en un accidente de helicóptero en un vuelo que realizaba
desde el norte del país a la capital, durante la aproximación de una tormenta.
Este hecho causa que la agrupación política UNACE (antigua facción del Partido
Colorado) vuelque su intención de voto, afianzando el apoyo colorado para
Cartes, lo que aumentó la diferencia sobre el candidato del Partido Liberal
Radical Auténtico pasando de un posible 36,8% contra 35,6%, a sumarle el 6,8%
del excandidato del UNACE a Cartes, calculados en marzo del 2013.
El 21 de abril de 2013 fue elegido como presidente de la
República del Paraguay, para gobernar el país hasta el año 2018.
Cuando elige su gabinete busca técnicos, fundamentalmente
formados en Estados Unidos y con poca participación e influencia dentro de su
partido, el colorado.
Como cualquiera puede observar y más haya de ciertas manchas
de conducta que se pueden agregar a este currículum es un hombre que no
necesita ser Presidente de la República para salir a flote en la vida y que lo
que busca es llevar a Paraguay hacia la modernidad.
Sus primeras medidas fueron una segunda emisión de bonos en
el mercado internacional, mejorando la imagen y la credibilidad de Paraguay; a la
semana de asumir dispuso modificar una ley para tener autoridad a fin de
disponer de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el EPP, sin necesidad de
decretar un estado de sitio; una ley de Alianza Público‑Privada para transitar
el camino de una economía mixta, que al parecer es la piedra de toque de toda
esa vocinglería anti gubernamental que se acaba de desencadenar recientemente.
Es lamentable lo que ocurre, porque ni Cartes, ni la sociedad paraguaya
merecen esta oposición desmelenada e irresponsable que hoy se desata sobre el
suelo guaraní. Creo, en lo personal que no se les debe dar la más mínima
importancia y hacer lo que hay que hacer en economía.
Significativo es la baja participación femenina.
Al diversionismo ideológico hay que tomarlo como de quien viene.
No hay nada peor en política que
cometer el error de De la Rúa que
se asustaba cuando veía este tipo de cosas.
Son otras caras para la misma historia.