“Yo también como tú me
perdí en el camino
y entre sombras extrañas
paseo mi tristeza
y no le pido cuentas de
mi vida al destino,
aunque es larga la ruta
y ruda la maleza.
El mismo torbellino nos
lleva al mismo puerto,
la misma sed de olvido
nos une en hermandad.
Qué lejos nuestras almas
del callejón desierto
donde la vida un día nos
vino a despertar.”
Yo también como tú
Tango 1926
Música: Humberto
Giampietro
Letra: Diego Larriera
Varela
El momento en que escribo esto es el sábado
2 de agosto de 2014, a la hora
20:43, llueve sobre Montevideo, hay una tormenta eléctrica, hace 18 grados,
con un nivel de humedad del 94% y hay un viento de 26 kilómetros por hora.
Recuerdan otra época.
Cuando desde el gobierno se te insulta,
agravia y agrede a cada rato, está todo bien. Pero cuando un blanco los encara,
se arma el tole tole.
Los progre están en una crisis
de valores muy grande. Bursátil. Se pasaron la vida diciéndole a los
demás, “pague, pague, pague” y ahora entran en la zona roja de la cesación de
pagos selectiva. Esperemos que los únicos que paguen selectivamente
sean el equipo de Vázquez 2005-2010 y el de Mújica 2010-2015, porque los demás ya pagamos la fiesta que se termina.
El Uruguay es muy chico y somos pocos y nos conocemos. Todos en algún momento de nuestra vida
nos perdimos en el camino, aquí nadie es un purito; los uruguayos somos hijos
de una fecundación cruzada.
Haberse extraviado un día es una cosa, vivir
hoy por hoy, en el extravío, es otro cantar bien distinto.
Nadie escarmienta en cabeza ajena y por ende,
siempre el error enseña a caminar. Es polvo del camino. No siempre está limpio
el que tiene la ropa almidonada, porque eso puede estar indicando un temor de
echarse a andar.
Llevar la ropa sucia quiere decir mucha cosa y
es también, un indicador de que se ha caminado y cascoteado la calle por la
vida.
Se nos enseñó cuando éramos pequeños que no hay que jurar en vano y a cierta
altura de la vida uno empieza a entender, gracias a Einstein, que la honestidad en el hombre es algo sumamente relativo. Yo pensaba
cuando era chico que el único relativo era Einstein, pero con los años
comprendí que tenía razón, todo es relativo en la vida, menos aquel demente que
un día dijo, que 2 más 2 son cuatro.
En realidad se nos enseñó mal. Se nos debió de
haber dicho no soñarás en vano, porque lo de jurar, es lo del tango
de Gardel; “Hoy un juramento, mañana una
traición, amores de Constanza, flores de un día son”.
Uruguay no tiene y tiene que ver con
Argentina. No tiene en un sentido, pero sí en otro.
La diferencia se llama Río Negro para
arriba y para abajo del territorio. Pa’ arriba hay que sufrir a Brasil y
pa’
bajo ya sabemos a quién.
El tango –es bueno decirlo cuando se aproxima
la lloradera que se nos viene-, es una palabra charrúa que quiere decir –tan
go, voy a ti-, los indios lo tocaban soplando con las manos y
cuando nace originalmente, se tocaba con flautín.
Que sea charrúa no quiere decir que no haya
triunfado en la Argentina, por razones obvias, nadie vive del aire y el músico,
el cantor y el compositor precisa mercado para existir.
Argentina tiene una cosa muy linda, hasta los
lustra botas saben de economía política.
Brasil tiene otra
cosa muy bella, que no es del caso tratar aquí.
En Argentina, país de inmigrantes, la culpa de
todo, la tiene “el gringo”, y resulta
que hasta Dios es argentino. Pero si
es así y así fueron evangelizados a los cachiporrazos hasta los confines de la
frontera, cabe la pregunta de cajón que siempre me hice: Eso que los argentinos
llaman Dios, será Dios o será dios.
Hoy es la época de decir adiós.
Si la Banca ya no
se banca, quién los banca. Como dice Kicillof, son “pavadas atómicas” y puede que tenga mucha razón, porque lo que se
le viene es una bomba lógica de sentido
común letal.
Todo esto lo vengo diciendo desde antes de
abrir este bloger, cuando discutía en redes sociales. Me cansé. Me dijeron de
todo, gorila, oligarca, que estoy con el 9% de la opinión uruguaya, que soy
parte de los intereses más poderosos que existen en la Cuenca del Plata, que le
hago el juego consciente a las multinacionales y las grandes corporaciones, que
hay que hacerme ver que lo que digo no tiene importancia, porque ellos saben
defenderse por sí mismos y no me precisan.
Para esta gente soy un sirviente gratuito del
gran capital.
Un hombre que mira el mundo sesgado, y no es
que no vea la pobreza y la injusticia, sino que trabaja a sueldo de cosas
horribles que pagan muy bien.
Me llegaron a decir que era una consecuencia
de la guerra fría y que cobraba por línea lo que digo.
Con gente así no se puede hablar y entonces
abrí un bloger en donde poder escribir tranquilo.
Espero que no me hagan lo de aquella vez que
me cooptaron la pasword y mandaban mensajes a mi nombre para crear divisionismo
en la comunidad disidente cubana que resiste internamente, y arriesga el
pellejo, por leer lo que yo digo, sobre el pago en especies y la envidia
galaica que hay en Cuba.
La Argentina de Cristina es como el Uruguay de
Tabaré y José, tiene una deuda interna con el Producto Culto
Interno.
No me da ahora
ninguna satisfacción este desquite retrospectivo. Sería para desternillarse de
risa, si no fuera porque detrás de cada saineteada, hay un tendal de horror y
miseria colectiva.
Es tragi-cómico lo que ocurre en el vecino
país.
El tirano depuesto
cuando huyó decía, que él quería pagar con tiempo, para no pagar con sangre y en
realidad lo que el Juez Griesa está
demostrando, es que no paga ni con tiempo, ni con sangre, paga no más.
Recuerdo que cuando vino la devaluación de
Cavallo en noviembre de 2001, un amigo que vive en Argentina me llama y me
dice: “Veníte ahora, que te podés acostar
con una mujer por 50 dólares toda la noche, es muy lindo lo que ocurre. Ya no es como antes, que era por un ratito.”
“Haceló
por la vieja, si no lo hacés por mí”, dice el tango de Gardel.
Debe ser por eso que
los argentinos ahorran en dólares, para que les rinda cuando es necesario.
Ahorran por
la vieja, por la vieja necesidad. Desdolarizar la economía les genera
problemas más que internos, intestinos a cualquier gobierno anti
norteamericano.
Como diría Borges: “Disculpe mi ignorancia, ¿Qué es el Frente Amplio?”.
No se da cuenta il
iluminatti que de la venida de George Bush a la fecha, algo se
terminó en el Uruguay.
Siento que es un hombre maravilloso Bush
porque, que los descolocó para siempre, es un hecho o un deshecho, vaya
uno a saber.
Si los blancos o los colorados llegaban a
hacer eso, se los comían crudos y los derrocaban.
No hubieran podido gobernar y Argentina nos
invadía.
Gracias, Taba.
Tábano.
Gracias por los
servicios prestados.
Hoy el Uruguay,
prescinde de sus servicios.
Fue en el único tema
que lo apoye y lo apoyaría aunque me duela la persona que está allí.
Se podría haber hecho
de otra manera, pero eso, es harina de otro costal.
Pretender que
el chancho chifle es mucho pedir.
Es
como un ratón, tiene oídos largos y solo sabe escarbar hacia adentro.
Tiempos
hay para cada cosa, dice el Eclesiastés: “Tiempos para joderse, también”.
Hoy por hoy, hasta Solanas está preocupado, porque el horno, ya no está para bollos.
La
deuda inicial que tiene el vecino país es de casi 100.000 millones de dólares
declarados en default en 2001, cuando se produjo el colapso de su economía.
Los bonistas quedaron
divididos en dos grupos. Los mayores bancos de inversión aceptaron un
canje de bonos en default por unos nuevos. Entre 2005 y 2010
adhirieron 93% de los bonistas, con rebajas de entre 45% y 70% de las deudas,
pero un 7% de ellos, no entraron en el mega canje y son los malos, los buitres,
porque apuestan a recuperar el 100% de la deuda.
Esta gente sabe lo
que hace.
Donde pone el ojo,
pone la bala,
no es como los progre que te
inventan vacas voladoras y cosas así.
Se trata de tenedores
de bonos que no prestaron dinero al país, simplemente compraron bonos después
del default. El gobierno argentino sostiene que ganarían el 1.600%, si la
justicia estadounidense le da la razón.
Los litigantes no
tienen nada que ver con el Grupo
Bilderberg, Soros o Rockefeller como los progre, y menos con la Familia Rothschild y la caída del Zar Nicolás II; no son
comunistas tapados, Los que ganaron el litigio en Estados Unidos son, ni más ni
menos que las empresas NML Capital,
del multimillonario estadounidense Paul Singer, el fondo Aurelius, el fondo
Blue Angel y 15 tenedores argentinos de deuda en default.
Quiere
decir que el socio local al final fue entendido.
El juez Thomas Griesa
de Nueva York, se maneja con lo que a nivel jurídico se llama la generalidad de la ley: Si Argentina
quiere pagar a acreedores que ingresaron a canjes, deberá pagarle al mismo
tiempo a los fondos especulativos.
Ley pareja, ninguna queja.
Lo que el vecino país
y Astori y el Banco Ambrosiano no se dan cuenta, es que RUFO, no está con
ellos, porque si un acreedor recibe una mejora, todo el resto debe ser
beneficiado también.
El alcance de todo esto, como diría Marenales
es concretito, Argentina sólo
entrará en cesación de pagos en bonos del canje emitidos bajo legislación de
Nueva York, porque el resto de la deuda ETERNA
en otras jurisdicciones, la puede seguir pagando.
Todo esto, en buen romance, para ser entendido
hasta por un taxi metrista o un mozo de bar implica, doctor Watson, caída de
inversiones y empleo, más impedimentos para tomar crédito y las restricciones
que ya está sufriendo, por políticas internas.
Y agregaría en mi
ignorancia, implica ainda mais.
¡Y
después dice que es pillo el blanco si los pelea!
En una tanguería muy linda, cacho de aquel antaño digno que tuvimos los hoy restauradores, el núcleo duro de vaya a saberse qué porquería, escuché esto.