“Mis enemigos pueden matarme,
pero no pueden hacerme daño.”
Sócrates
Si
el delito en general es punible, porque así lo determina el Código Penal, el
delito político, además de ser un horror, no deja de ser un error.
Las ideas no
se matan, se refutan con mejores ideas.
Incluso
en los casos de grave corrupción, no deja también de ser un disparate, salir
por la propia a realizar justicia personal.
El
corrupto debe aclarar lo que hizo, y el Juez, si tiene la escala de valores
bien construida y no dos bibliotecas como los canallas, debe proceder no solo
puniendo, sino congelando la cuenta bancaria y obligando a que el corrupto
indemnice a la sociedad con su patrimonio.
Así
de sencillo, así de difícil también.
No
se hace política para jugar a las madres.
"Dí tu verdad y quiébrate"
Friedrich Nietzsche
No erren el tiro
Van a matar a un hombre