Las
empresas encuestadoras, si algo demostraron hasta la evidencia, es la ausencia
total de profesionalismo en lo que hacen.
Ellos
trabajan para aquellos que pagan sus servicios y por ende, a la opinión
pública gratuitamente, no le van a decir la verdad de los resultados.
Una
encuesta no baja de 10 mil dólares y esa es la causa por la cual a los que no se
las compran le dan poco porcentaje.
¡Cómo
el Partido Colorado, va a tener un 15%, si sacó en la elección pasada un 17%,
cuando todos sabemos que también creció!
¡Cómo
el Partido Nacional va a tener un 32%, si en la elección pasada sacó un 29,8 %!
¡Tan
poco creció, cuando todos sabemos que es el motor principal y el buque insignia
de la oposición a estos dos gobiernos del Frente Amplio!
¡Cómo
los ultras del 26 de marzo y Unidad Popular van a tener un 1% y el Partido
Independiente un 4%, cuando en las elecciones internas los ultras votaron mejor
que los independientes!
Los
ultras se organizan al estilo marxista clásico y duermen promiscuamente en
cualquier casa o apartamento, si eso es bueno para organizarse. No van a ningún
lado con esa línea, pero existen, están ahí.
Hoy
tienen un beneficio adicional; desde posiciones insostenibles, son coherentes
en lo suyo. Además, es falso lo que cree Constanza Moreira que contra la “derecha”, van a darles, si
llegan a obtener alguna banca, la mayoría que precisan, porque lo que van a
hacer en cada tema, es marcar perfil hasta chuparles la base.
La
crisis del Frente, que ya se la está registrando como una crisis terminal, va a
ser de tal magnitud, que las posiciones de los ultras, van a formar parte del
debate y de lo que habrá que rebatir.
Vamos
a tener que polemizar con ellos, porque el Frente es una descompostura de tal magnitud, que
expresa políticamente, nada. Es como el peronismo, existe cuando no es.
Como
las encuestas sostienen lo que se les da la gana y no dan la razón crítica, el
chicuadrado, ni siquiera dicen bajo que inferencias trabajan, también me he
arrogado el derecho a dar mi encuesta personal.
Puedo estarme equivocando y que el FA tenga menos todavía, porque la percepción que tengo, es que el sistema vuelve a ser un orden político dividido en tercios, como en la década del 90', con una mayoría relativa, un tercio mayor y un tercio menor.