martes, 19 de agosto de 2014

El Rio de la Plata, hoy el Río sin la plata.

       Esta región del mundo es pródiga en cosas maravillosas, que en otros lugares del mundo, serían impensables.
       Entre nosotros existió y existe aún hoy, el gaucho judío.
       Gerchunoff en su Siónida del Nuevo Mundo dice,

       ¡Cantad judíos a la Pampa!

Mocetones de ruda estampa,
dulces Rebecas de ojos francos,
Rubenes de largas guedejas.
Patriarcas de cabellos blancos
y espesos como hípicas crines.
Cantad, cantad Saras viejas
y adolescentes Benjamines
con voz de nuestro corazón:
¡Hemos encontrado a SIÓN!

       Esta tierra en aquellos años, era una tierra de oportunidades para todo aquel que supiera hacer algo en la vida.

       Ese es el Uruguay que queremos. Estas son estampas argentinas, pero válidas también, para el Uruguay de entonces.









Si el Pampero la acaricia, la acaricia
O la anima el batallar, el batallar
Son canciones de victoria
Las que entona el tremolar