miércoles, 25 de junio de 2014

Pidiéndole el caballo al comisario

        Los que hasta ayer reclamaban porque se sentían en desventaja publicitaria en la televisión, hoy a todo tren quieren imponer una ley de medios, en donde, según el proyecto de ley, el Frente Amplio contaría con 45 minutos diarios en cada canal, el Partido Nacional con 26,40 minutos, al Partido Colorado le corresponderían 15,40 minutos y al Partido Independiente, 2,2.
        Demás está decir que si este engendro, que violenta el principio de igualdad, se aprobara, la Suprema Corte de Justicia lo ha de declarar inconstitucional, dado que cuando una de las disposiciones de la ley afecta a la campaña electoral en curso es dable entonces, pedir un rápido diligenciamiento del recurso.
        Están modificando la legislación electoral y para eso se requiere una mayoría de dos tercios que el Frente Amplio solo no tiene.
        Hoy piden no espacios gratis en el canal del Estado, sino en la televisión abierta y para abonados Todos sabemos que en las elecciones pasadas, Mujica fue el candidato a la Presidencia que más reportajes tuvo. ¡Sabrán porque a una cosa totalmente impresentable se le hacía tanto reportaje televisivo!
        La ley de medios es más grave todavía, porque impide que el Gobierno brinde información cada vez que se le solicita. Atenta contra el principio de transparencia en la Administración.
        Como están convencidos que vinieron para no irse, y quieren comprar a todo tren su impunidad, no les importa inventar una herramienta de la cual si fueran oposición serían los primeros en estar en contra.
        La ley de medios, lo he dicho cuando el tema se comenzó a tratar, es un verdadero golpe técnico al estado de derecho. Anuncia –y en plena campaña electoral-, hacia donde van cuando dicen que están para más.
        Aquí hay que tener en cuenta un aspecto que por lo general no se analiza; cuando una fuerza política se auto otorga una ventaja tan grande para flechar la cancha a su favor, es porque algo muy fuerte teme en el adversario. No tienen razones valederas para convencer a nadie y lo único que buscan es aturdir a la gente y sacar camiseta para una hinchada cautiva de energúmenos.
        ¿Alguien puede creerle a esta gente cuando dicen que van a eliminar las cuotas sectoriales para el reparto de cargos, y en ese preciso instante plantean una ley de medios basada en el más bajo electoralismo, violando el principio de igualdad y atentando contra la ley electoral?
        ¿Alguien puede pensar que un individuo como Vázquez va a poner a los más capaces en los cargos de gobierno, cuando dejó vació inconstitucionalmente, la integración de los entes y puso a cualquier cosa en cualquier lado?
        ¿Alguien seriamente puede creerle a gente que multiplicó los cargos de especial confianza política, para cumplir con aquellos que no salieron electos a nada?
        En el Frente Amplio son socios en disputa que se miran de reojo y todo funciona por cuota política en una toma y daca del tipo hoy por ti, mañana por mí.
        Viven de internismo y discuten pura, sola y exclusivamente con la ultra izquierda: Esa es la causa por la cual no están en condiciones de dirigirse a la opinión pública en su conjunto y tienen que inventar mascarones de proa o heladeras, para acarrear votos.
        No les importa. Salen a decir cualquier cosa, porque igual el que los vota tiene un balde en la cabeza.
        El Partido Nacional tiene una dilatada experiencia para confrontar con aquellos que son tan débiles políticamente, que tienen que pedirle al comisario el caballo, para poder competir.