Los que hasta ayer reclamaban porque se
sentían en desventaja publicitaria en la televisión, hoy a todo tren quieren
imponer una ley de medios, en donde, según el proyecto de ley, el Frente Amplio
contaría con 45 minutos diarios en cada canal, el Partido Nacional con 26,40
minutos, al Partido Colorado le corresponderían 15,40 minutos y al Partido
Independiente, 2,2.
Demás está decir que si este engendro,
que violenta el principio de igualdad, se aprobara, la Suprema Corte de
Justicia lo ha de declarar inconstitucional, dado que cuando una de las disposiciones de
la ley afecta a la campaña electoral en curso es dable entonces, pedir un rápido
diligenciamiento del recurso.
Están modificando la legislación
electoral y para eso se requiere una mayoría de dos tercios que el Frente
Amplio solo no tiene.
Hoy piden no espacios gratis en el canal
del Estado, sino en la televisión abierta y para abonados Todos sabemos que en
las elecciones pasadas, Mujica fue el candidato a la Presidencia que más
reportajes tuvo. ¡Sabrán porque a una cosa totalmente impresentable se le hacía
tanto reportaje televisivo!
La ley de medios es más grave todavía,
porque impide que el Gobierno brinde información cada vez que se le solicita. Atenta
contra el principio de transparencia en
la Administración.
Como están convencidos que vinieron para
no irse, y quieren comprar a todo tren
su impunidad, no les importa inventar una herramienta de la cual si fueran
oposición serían los primeros en estar en contra.
La ley de medios, lo he dicho cuando el
tema se comenzó a tratar, es un verdadero
golpe técnico al estado de derecho. Anuncia –y en plena campaña electoral-,
hacia donde van cuando dicen que están
para más.
Aquí hay que tener en cuenta un aspecto
que por lo general no se analiza; cuando una fuerza política se auto otorga una
ventaja tan grande para flechar la cancha a su favor, es porque algo muy fuerte
teme en el adversario. No tienen razones valederas para convencer a nadie y lo único
que buscan es aturdir a la gente y sacar camiseta para una hinchada cautiva de energúmenos.
¿Alguien puede creerle a esta gente
cuando dicen que van a eliminar las cuotas sectoriales para el reparto de
cargos, y en ese preciso instante plantean una ley de medios basada en el más
bajo electoralismo, violando el principio
de igualdad y atentando contra la ley electoral?
¿Alguien puede pensar que un individuo como
Vázquez va a poner a los más capaces en los cargos de gobierno, cuando dejó
vació inconstitucionalmente, la integración de los entes y puso a cualquier
cosa en cualquier lado?
¿Alguien seriamente puede creerle a
gente que multiplicó los cargos de especial confianza política, para cumplir con
aquellos que no salieron electos a nada?
En el Frente Amplio son socios en
disputa que se miran de reojo y todo funciona por cuota política en una toma y
daca del tipo hoy por ti, mañana por mí.
Viven de internismo y discuten pura,
sola y exclusivamente con la ultra izquierda: Esa es la causa por la cual no
están en condiciones de dirigirse a la opinión pública en su conjunto y tienen
que inventar mascarones de proa o heladeras, para acarrear votos.
No les importa. Salen a decir cualquier
cosa, porque igual el que los vota tiene un balde en la cabeza.
El Partido Nacional tiene una dilatada
experiencia para confrontar con aquellos que son tan débiles políticamente, que
tienen que pedirle al comisario el caballo, para poder competir.