lunes, 6 de noviembre de 2017

La estrategia independentista: Alcances y limitaciones.


        Carles Puigdemont comienza ahora a ser un problema internacional para España y también en Bélgica, en donde el independentismo flamenco es fuerte.
        El gobierno de Charles Michel tiene un señor dolor de cabeza porque su gobierno está formado por cuatro partidos y el socio más importante es el partido nacionalista flamenco N-VA.
        Por parte del independentismo en el exterior lo que buscan es ensuciar la cancha victimizándose porque hoy da rédito político. Es un plan muy bien medido y estudiado para ganar la batalla de la opinión pública mundial.
        “Sufrimos un encarcelamiento masivo de independentistas” dice Puigdemont en inglés en The Guardian y la BBC salió diciendo que España es un estado franquista. No deja de ser un disparate, pero vende.
        A esto se le agrega el hecho de que 200 alcaldes catalanes de la Asociación catalana de municipios y de la Asociación de municipios por la independencia, quieran viajar a Bruselas para “explicar de primera mano”, la situación que se está viviendo y denunciar que “el estado español ha multiplicado la represión” en palabras de Miquel Buch presidente de la Asociación catalana de municipios. Quieren que las organizaciones europeas se impliquen y “dejen de mirar para otro lado”.
        Ese éxito de Puigdemont es parte de contratar agencias en el exterior que son las que ahora le permiten comunicarse a nivel internacional.
        Cuando se refugió en Bélgica sabía que iba al corazón de Europa y por ende se internacionalizaba el conflicto y aumentaba el impacto mediático mundial. El mejor escenario que maneja el PdCAT es la campaña o desde la cárcel o desde Bruselas. Como hecho curioso Puigdemont, requerido por la justicia española puede sin embargo, postularse a las elecciones del 21 de diciembre.
          Por ahora la estrategia consiste en ampararse en la legislación belga que es una de las más garantistas del mundo. Estirar los plazos y dentro de 3 meses se produciría la extradición. Tiempo éste suficiente para generar hechos políticos en favor del independentismo. Por consejo de alguno de sus abogados el idioma elegido para declarar es el neerlandés, porque Paul Bekaert es un conocido abogado flamenco especializado en retrasar las órdenes de extradición y su bufete de abogados se encuentra en Tielt, una localidad flamenca cercana a Gante. Además políticamente declarar en neerlandés es un guiño inequívoco al nacionalismo flamenco con el que tiene apoyo y contactos.
        A su vez hay diferencias entre el derecho belga y el español. De los cargos que se le imputa a Puigdemont –rebelión, sedición, malversación de fondos, desobediencia y prevaricación-, en el derecho belga no existe el delito de sedición y rebelión. Por ahora lo que la justicia belga evaluó es el peligro de fuga, que como consideró que no existe, los dejó en libertad vigilada.
        No habían previsto la soledad internacional, el corrimiento de las empresas y la fortaleza del estado español que dijo hasta aquí hemos llegado.
        En España no es ilegal ser independentista, lo que no se puede es ignorar las leyes. Si fueran más inteligentes plantearían una reforma de la Constitución en el tema de las autonomías.
        El hecho de tener dos lenguas no significa tener dos bocas.
        En el plano económico ya hay 30 mil desempleados. En las comunidades autónomas es donde más ha crecido el desempleo.
        Hoy la deuda de Cataluña es bono basura. El crecimiento cayó de un 20 por ciento a un 6 por ciento. Es una situación empobrecedora.
        El independentismo no quiso considerar este escenario.
        Más allá de esto, de ganar en las elecciones del 21 de diciembre no van a poder gobernar, porque no cuentan con el respaldo del gobierno central.
        Sea como sea, como máximo dentro de 90 días, Puigdemont y sus ministros van a estar en prisión.
        El daño que le hicieron a la economía española, pero fundamentalmente a la catalana, no termina dentro de 90 días y tiene todas las características de lo irreparable.