martes, 7 de noviembre de 2017

Ante un posible triunfo de Sebastián Piñera en Chile

        Chile se encuentra ante un muy factible triunfo de Piñera.
        Como sostiene Cristóbal Bellolio, cientista político y académico en la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez: "Piñera está haciendo una campaña perfecta. No es estridente y entendió muy bien que en un escenario de voto voluntario el que gana es el que es capaz de mover a sus votantes, más que llevar votos a su caudal, porque eso despierta al adversario".
        En un escenario político como el chileno en donde cada vez participa menos gente en las elecciones, a diferencia de Argentina ser capaz de no confrontar y trasmitir seguridad es fundamental para captar el voto no obligatorio. La campaña fue sumamente aburrida y sin ideas, lo que está indicando que esta espectacularidad de Piñera responde al fracaso del gobierno socialista.
        El centro izquierdo por otra parte, por primera vez desde 1990 va atomizado a una elección.
        Con respecto a las encuestas, yo siempre desconfío porque se han vivido equivocando. En el caso de Chile lo que dicen es que Sebastián Piñera de Chile Vamos contaría con 44,4%, Alejandro Guillier, Nueva mayoría con 19,7% y Beatriz Sánchez, Frente Amplio con 8,5%. Lo que está indicando una diferencia muy grande en favor de Piñera.
        Está a un paso de ganar en primera vuelta el 19 de noviembre y tiene delante un oficialismo muy dividido que opta por una campaña descalificadora
        Las tres reformas importantes del oficialismo fueron la reforma educativa, la impositiva y la laboral y las tres significaron un retroceso en aspectos que a Chile le costó mucho tiempo alcanzar.
        La reforma educacional prohibió el lucro, la selección por mérito académico. La tan mentada gratuidad pasará a la historia como una promesa demagógica y de irresponsabilidad política.
        La reforma tributaria lejos de mejorar la calidad de vida de los chilenos, lo único que logró fue reducir la generación de empleos, el mejoramiento de los salarios y la inversión.
        Además ha habido una pésima gestión signada por la inoperancia y la ineptitud. Instaló la sensación de un gobierno terminal y de una administración fracasada. Se vivió con el 67% de la población convencida de que el gobierno estuvo estancado. Como no tienen nada de que enorgullecerse lanzan ahora una campaña con la consigna “Todos contra Piñera”.
        Como pocas veces en la historia de los últimos 30 años la centro derecha corre con una ventaja importante.
        El gobierno fracasó en gran parte por una mala percepción de las necesidades de los chilenos. Lo que la gente quiere son mejores oportunidades de trabajo, una educación de calidad para progresar y vivir en un mejor país y no en un país nuevo. También influyó el dogmatismo sectario, sordo al diálogo y poco republicano, que siempre y en absolutamente todos los temas se siente dueño de la verdad. Un relato anti capitalista con todos los sesgos del populismo.

        Este gobierno que ahora se va, será recordado como una pausa en el camino de progreso, que Chile se venía planteando desde hace unos 30 años.