Uno
ve que cada vez es más la gente del Frente, con la cual, por fin, empieza a
coincidir.
Les
digo: “Esto se resuelve de un modo muy fácil. Se saca el Impuesto al salario,
porque no tiene otra definición y con eso sólo ya se empieza a regularizar la
situación. La vida le dará a cada uno lo que le corresponda, como ocurrió en
los tiempos de la des peronización en la Argentina. El gobierno tiene 40 mil
millones de dólares para aguantar el default argentino, hasta que se abran
nuevos mercados bien lejos del Mercosur”, y me dan la razón, porque esto, se lo
mire por donde sea, no se aguanta más.
Se
llegó a un nivel de desparpajo, mala fe y contumacia de tal entidad, que cuando
uno mira hacia atrás, aquellos hombres de antes de 2004, eran nenes de pecho,
al lado de esto que hay ahora.
Les
decían cualquier cosa, “vendido al imperialismo” y trajeron a George Bush, para
una guerra de chocolate, que ni se la creen, porque saben que el Cono Sur no es
área de guerra, les decían “oligarcas” y exoneraron de impuestos a UPM, Aratirí
y Montes del Plata, les decían corruptos y hacen todo tipo de triangulación
financiera en Zonas Francas, les decían “neoliberales privatizadores”, y hacen
todo tipo de cohecho con empresas fantasmas, no solo en Ancap y Pluna, sino en
todos los entes recaudadores, los Ministerios y los Organismos del artículo
222, no perdonaban el más mínimo basural endémico y les dieron una Intendencia
con superávit, y hoy la tienen al borde de una cesación de pagos, en la ciudad más
sucia y más cara de todo el país, cuando critican a Lacalle padre quieren hacer
creer que no gobernaban la capital y que jugaban a las madres en el Parlamento, haciendo falsa oposición.
Se
pasaron interpelando Ministros, manifestando en pie de guerra por cualquier
cosa, derramando ríos de tinta en la prensa, vociferando desde una radio hasta
generar una asonada, y fue llegar al gobierno y empezaron a decir que “hay que
darles tiempo”.
Ya
le dimos una década perdida. Y ahora ¿Qué?
Ahora
nos hablan del paraíso socialista, mientras nos llueven balas como granizo.
Ningún
sector del Frente, ante esto, fue capaz de decir esta boca es mía.
Hoy
más de uno lo está registrando y ve que van para más y a como sea.
Cualquiera
entiende que son la última calaña, pero el tema es saber quien apaña eso.
El
comerciante, el industrial, el empresario, el sector pensante, el asalariado, a
quien cualquier vagoneta roba o mata, evidentemente no es.
Que
yo sepa EE.UU e Israel, tampoco. Para Brasil no existimos en su horizonte
intelectual. Tiene que ser Soros, la Universidad de Salamanca y los argentinos
que disparan por un ratito.
UPM
y Montes del Plata, defienden lo suyo, sólo Aratirí sostiene a capa y espada, gente así.
El
narco tráfico quiere negociar a los tiros, en una guerra de posiciones y los
medios televisivos que generosamente les hicieron el juego, dándoles bastante
micrófono, hoy –Ley de Medios mediante-, lo están pensando dos veces.
Las
clases cultas, frentistas también, cada vez toman más distancia. El Partido
Nacional se renueva con muchísimos jóvenes que piden un lugar en el escenario
político, los ultras crecen a ritmo vertiginoso por fuera del Frente, el
interior profundo no soporta más “falso pobre” enriqueciéndose y coordinando
solamente con el pichaje. Políticamente, no quieren discutir con nadie y largan
perdigonadas ensoberbecidas.
La
patota clásica del 99’, la del Comando Robolucionario, se dispersó y hoy ataca
cualquier cosa, una despolitización general invade al Duende de Montevideo, el
fantasma Benito y la Bella Durmiente empieza a desperezarse.
A
Vázquez “algo le dice” que va a ganar.
Con
la fortuna que tiene y el sueldo de ex Presidente, más las exoneraciones
impositivas con las que cuenta, podría haber dado un paso al costado y no estar
como ahora en el ojo de la tormenta. Pero no, sigue en sus trece, pague, pague y pague. Con envidia galaica no sabe decir otra cosa.
Parece
la dictadura en la etapa final, en donde los únicos que no querían largar eran
Payssé, el Goyo y Rapela, porque el resto se daba cuenta que tenía que dar un
paso al costado.
Realmente,
no entiendo a esta gente. Me supera.
Lo
que sí sé, con certeza cartesiana, es que los hombres de antes de 2004, eran
nenes de pecho.
Antes de la dictadura, había una lucha entre castristas y castrenses. Ganaron y
se quedaron como para no irse más.
Esto
de ahora es una lucha entre chavistas y chabones.
¡Qué
vuelvan los chabones!
¡Qué
vuelvan los nenes de pecho!
Hay dos canciones que expresan bien las cosas
Los terribles años 90', cuando descubrieron
que fueron a la paliza con un grisin en la mano
La época actual en donde además de caer el Muro de Berlín,
también se abre la muralla en el Uruguay