Era Luis Alberto de Herrera –el Viejo-, quien decía en una manera
novedosa de interpretar el devenir histórico de la humanidad, que en la
historia personal de los individuos, lo que hizo su padre, no tiene por qué
cargarlo el hijo como una condena, pero que en la historia de los pueblos, lo
que los adultos hacen, lo terminan pagando las nuevas generaciones.
Lo que no es verdad para el individuo –decía-, es sin embargo cierto,
para la historia de los pueblos.
Cuando un padre erra el camino, el hijo igual puede salir a flote en la
vida, pero cuando toda una generación se equivoca, la que viene, es quien paga
las consecuencias.
Los jóvenes son quienes van a heredar un Uruguay destruido por un Parque
Jurásico de resentidos y ladrones, enquistados en una ideología que saben
perimida.
Los jóvenes son quienes van a pagar los platos rotos de la
desaceleración económica que se avecina y quienes carentes de visión política,
van a querer buscar soluciones, sin entender lo que pasa.
Los jóvenes van a vivir en un Uruguay sin
códigos morales en donde la conducta correcta se vuelve inoperante y solamente,
la prepotencia, el destrato y la ausencia de normas definen la convivencia
cotidiana.
Frente a esta situación, los que hoy peinamos canas, sentimos una enorme
responsabilidad histórica sobre nuestros hombros y con congoja nos preguntamos:
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy?
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como José Gervasio Artigas
y sepan defender la autonomía en el marco de la coparticipación federal como él
la quiso y no pudo! ¡Qué no se dejen llevar por el canto de sirenita del
centralismo argentino y defiendan un oriente, que los distingue como
orientales!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como el Libertador Juan Antonio Lavalleja, que era honesto, era lúcido, era valiente!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como el Libertador Juan Antonio Lavalleja, que era honesto, era lúcido, era valiente!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como José Pedro Varela y
defiendan la escuela y la instrucción, no por imposición autoritaria, sino
sabiendo volver querible el acceso a los bienes de cultura?
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Eduardo Acevedo y ante
la calumnia contra Artigas, refuten minuciosamente todas las mentiras del
libelo de Cavia con la cual los argentinos, aún hoy, se siguen manejando!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Francisco Lavandeira y
ante el fraude electoral se levanten enérgicos en defensa de la pureza del
sufragio!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Lorenzo Carnelli, un
hombre del Partido Blanco Radical, que creó la Caja de Jubilaciones y
Pensiones, la ley de trabajo nocturno, la ley de la vivienda decorosa, la
prevención de accidentes, el descanso semanal, la licencia obligatoria, el
salario vacacional, además de su prédica por la acción organizada de los trabajadores
en los sindicatos y a quien el derecho laboral uruguayo le debe mucho!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Wilson y lleven las
banderas republicanas de la libertad, la democracia y el civismo bien en alto,
se encuentren en el lugar del mundo en que sea!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Carlos Julio y
defiendan la matriz social de la campaña uruguaya, en una economía como la
nuestra que tiene siempre dificultades de vertebración!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Fernández Crespo que
desde su ingreso al Parlamento y hasta su muerte, fue llevado por el voto
popular a ocupar en forma sucesiva e ininterrumpida todos los cargos electivos
establecidos por la Constitución uruguaya! ¡Qué es llevado a la Presidencia del
Consejo Nacional de Gobierno en las elecciones del año 1962 y que a su labor y
trajinar político el Uruguay le debe la Ley de Seguros de Accidentes de
Trabajo, la jubilación de la mujer, leyes sobre Bolsa de Trabajo y subsidios
por desempleo para distintas actividades, jornadas especiales para la industria
insalubre y mucho más!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué existe derecho laboral en el
Uruguay, porque existió Partido Nacional de Carnelli a Fernández Crespo!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué
otro Uruguay es posible porque no todo está perdido tras estos 10 años de
desgobierno sistemático!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué ser blanco no es para cualquiera
que no sienta el Uruguay en su piel y que exige mucho conocimiento histórico,
jurídico, político y parlamentario de los temas que se tratan!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué no alcanza con legislar, si
también no se es un defensor de todas las leyes existentes!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué el Uruguay lo construimos cuando
el partido ganador es también, el gobierno de todos los uruguayos y no de una
fracción irresponsable y sectaria!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué primero está la Nación, después
el partido, después el sector y en última instancia, las motivaciones
personales y no al revés!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué existe libertad política, porque
existe soberanía nacional y que ambas cosas son impensables, fuera de la independencia
económica! ¡Qué cuando se juega irresponsablemente con la economía, se está
hipotecando la libertad y la soberanía nacional!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué los cargos que se ocupan en
política hay que ganárselos convenciendo, hablando, golpeteando sobre la
conciencia, martillando sobre la renuencia!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué para triunfar en la vida hay que
estudiar mucho y que no se concibe ningún triunfo, fuera de la formación y la
enseñanza! ¡Qué solamente una magna de anormales, que crecieron al calor de un
mundo de anti valores, puede salir a incendiar escuelas!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué el Partido Nacional ha sido
quien ante los desbordes del autoritarismo, supo plantarse y decir, “hasta aquí
llegaste”!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué sean como Aparicio Saravia y
sepan que cuando las urnas hablan, lo que dicen es sagrado, aunque no nos
convenga!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué tendrán que enfrentar un mundo de
hombres caducos, obsoletos y acoquinados en su inanidad esencial ante la vida!
¿Qué decirle a los jóvenes de hoy? ¡Qué el porvenir no existe, existe el
por hacer, porque lo que va a venir, es lo que tendrán que hacer!