martes, 8 de julio de 2014

Qué condiciones de diálogo genera el doctor Vázquez.

       A esta altura del partido, ya no importa quién ha de salir Presidente de la República, sino de tratar de entender, qué condiciones de diálogo genera cada candidato.
       Está en la tapa del libro, un hombre como Tabaré Ramón Vázquez Rosas no puede, ni debe discutir con nadie, porque donde confronte, pierde como en la guerra.
       En política la cosa no es tengo una mayoría y hago lo que quiero, me falta la mayoría y entonces “Vení, blanqui colorado corrupto, que te necesito”. La democracia no es el gobierno de la mayoría, sino el gobierno de la mayoría, que gobierna con la minoría.
       En el gobierno de Vázquez hubo gente que presentó un proyecto de ley, se lo rechazaron y después lo presentaron cambiado como proyecto frentista.
       Vázquez busca ideas para mentir y no hay por qué darle nada, a un canalla de esa magnitud infame.
       La gente debe entender que el Partido Nacional tiene, no solo las mejores ideas, sino también, los mejores hombres de la República.
       Un país se construye con ideas, pero si falla el hombre, falla todo. El Frente Amplio fue durante años una máquina de echar humito por la cabeza y cuando lo vimos actuar quedamos helados, como el mismísimo aspirante a Vicepresidente $endic, que nos terminó proponiendo una heladera.
       Vázquez es el prototipo de lo peor de la mentalidad estaliniana frentista: “Vení, ponela, que te la corto”. Yo sí sé que me la van a cortar, no la pongo, no, pero hay jabones, tomates y chocolatines como Javier de Haedo, que se venden a eso, por muy poquito. Son los blancos que se creen vivos, -están más allá de la política-, y terminan degradados, basureados y humillados como Nin Novoa, dos veces Intendente blanco y fue hacerse frentista y murió políticamente.
       Hoy por hoy, cuánto vale la opinión de un Javier de Haedo: Astori bis y suficiente mariflú. Si no le gustaba la política en su juventud, quiero ver a dónde va a ir a parar, si pierde Vázquez.
       El Partido Nacional y los blancos de a pie, tienen que tomar nota de esto: Hacerse del Frente, es morir políticamente.
       El Uruguay –por ahora al menos-, es un país libre, de modo que quien quiera suicidarse, puede hacerlo.
       Un minuto de silencio por Javier De Haedo y Nin Novoa.

***

       Pasado el minuto de silencio y con mucha maduré, no sea cosa que se les ocurra mandarme al rincón de las arañas a hacer auto crítica, hay que decirle al coso este, que tener mayoría es una cosa, administrar la mayoría es otra bien diferente.
       No saben administrar sus mayorías y quieren encajarnos a nosotros, las incongruencias que ellos tienen, en esa puja permanente bajo la que viven.
       No son una colcha de retazo,  son Benitín y Eneas gobernando el Uruguay. Ese es el tema. 


        Estamos delante del hombre dispuesto a tomar cualquier cosa, con tal de ser como otro que no puede.
       Mientras otros priorizan a la hora de acordar con el adversario fundacional, a Vázquez le cuesta horrores ponerse de acuerdo en lo mínimo con los demás. Sólo él existe en nuestro país, los demás están de sobra y si algo le falta, toma lo mismo que otro.
       El doctor –capitalista del cáncer y una de las fortunas más importantes que hay aquí-, se siente más que los demás, porque encontró el visto bueno de Bush padre y Bush hijo, pero la pregunta que uno se hace es cómo va a cambiar la Constitución existente, mientras rechaza un día sí y otro también, a la oposición que puede darle esa mayoría que necesita.


       ¡Qué condiciones de diálogo puede generar un elemento así, para tratar seriamente cualquier tema!