No
quiero ni pensar cómo debe estar hoy toda esa gente que decía que era capaz de
cortarse la mano, antes de votar a los blancos y los colorados. Porque es
evidente que si en el pasado se cortaron las manos votando al Frente Amplio,
ahora deben de haberse cortado los pies.
El
Frente Amplio, no me cansaré de repetirlo es la solución anómala, creada al
calor histórico de una realidad anómala. Un artilugio jurídico en función de la
Ley de Lemas, para llenar el vacío político de un país que tenía la clase media
en estado de asamblea permanente. Terminó siendo el paraguas protector de la
ultra izquierda, que venía de una dura ilegalización y que dio al final con la
rampa de lanzamiento y el brazo político que necesitaba.
Tenían
un Osvaldo Dorticós –Seregni-, pero les faltaba un Castro, un Che, un
Cienfuegos. Nace en el 71’ bajo una crisis de liderazgo, con un Seregni de
florero y terminan conduciendo las cosas a una lucha entre castristas y castrenses. Seregni sabía bien lo que pasaba, pero
presionado por el partido comunista, miraba para el costado. Son personajes
políticos tipo Allende que creen que pueden controlar lo que ocurre poniéndose
él a la cabeza de un barril de pólvora. La consigna en ese entonces era: ”Seregni sabe cómo hacerlo”, aunque nunca quedó claro, qué es lo que sabía hacer.
A
Tabaré Vázquez le fue fácil defenestrarlo, porque al final Seregni era tanta la
necesidad que tenía de ser aceptado por la élite
de poder, que para intervenir debía esperar a que Jorge Batlle diera su
opinión, y recién después decir lo mismo
al estilo frentista.
Nadie
le daba importancia a Seregni y Jorge Batlle con sabiduría, le brindaba el
libreto que el General precisaba en todos los temas. Todos le comenzamos a
tomar un afecto muy grande a Jorge Batlle, porque vimos en él, una cabeza
pensante de verdad. Un hombre que supo tener una actitud de retribución
personal ante quien había sido la mano derecha de su padre, el ex Presidente
Luis Batlle. Favor con favor se paga, es
algo que lo dignifica a Jorge, porque indica que los amigos deben estar, en las buenas y en las malas.
Quien
lo definió bien al Frente Amplio fue Jorge Batlle cuando dijo algo así como, están en una situación políticamente trágica:
Si mantienen ese discurso de la Guerra Fría, no van a ningún lado y si entran
en la sensatez y renuncian a eso, desaparecen del mapa político.
Les pasa
todo eso horrible –dijo Jorge-, pero no sacan la conclusión de por qué sucede y la conclusión es muy
simple, todo eso ocurre, porque no va
por ahí la cosa. Si las cosas fueran para ese lado, no les
acontecería la espantosa realidad en que viven, en un país tan chico como el
Uruguay, en donde es mentira que se
pasaron la vida predicando en el desierto.
Cuando
el Príncipe ya no es creíble, hay que seguir mintiendo, porque no queda otra
solución, decía Nicolás Maquiavelo en El Príncipe y fue lo que
hicieron en el Comando Revolucionario que asesoraba a Vázquez en aquel
entonces.
No
quiero ni pensar lo mal que se deben sentir los chorlitos que precisaban y necesitan la sopita boba del frenteamplismo.
Gronchas
de barriada, expertos en buceca y guiso, curdelas de caña, bocanadas
proletarias, estudiantes de fina ironía cuando opinan. Todo eso si le falta la
palabra revolución se siente mal, se
enoja y retoba.
El
único partido que hizo una Revolución en el Uruguay, fue el Partido Nacional,
cuando La Revolución de las Lanzas y
su divisa fue siempre Defensores de las
Leyes. Ellos no hicieron ninguna revolución más que levantarse contra las leyes. Por eso, es el Partido Nacional el que
siente vergüenza ajena, cuando ve lo que hacen y es la familia blanca la que ha
sufrido los desgarramientos más espantosos en su época.
Ahora
están en una crisis terminal y Constanza Moreira, que no es ninguna tonta y sabe lo que dice está molesta. Va a
tener que votar con Vázquez, pero en rebeldía. Algo parecido a lo que le pasaba
al 26 de Marzo cuando estaba dentro del Frente Amplio y en la campaña del 99’,
por la 36 decían: “Tabaré Vázquez es un
miserable agente del imperialismo. Vote.
Tabaré-26 de Marzo”.
Nunca
vi en mi vida una cosa así, realmente, quede superado y perplejo.
Ya
me la estoy imaginando la campaña de Constanza Moreira: “Tabaré Vázquez es un machista inmundo. Vote. Tabaré-Constanza”. Y todo esto con Ruben Rada cantando:"¡Qué calor hace en abril!"
¡No
se dan cuenta que son especies políticas en extinción que sobreviven en la
chata inanidad mental del descaecimiento en que estamos y que quien vota eso,
aguanta cualquier estropicio!