domingo, 6 de julio de 2014

No quiero ni pensar

       No quiero ni pensar cómo debe estar hoy toda esa gente que decía que era capaz de cortarse la mano, antes de votar a los blancos y los colorados. Porque es evidente que si en el pasado se cortaron las manos votando al Frente Amplio, ahora deben de haberse cortado los pies.
       El Frente Amplio, no me cansaré de repetirlo es la solución anómala, creada al calor histórico de una realidad anómala. Un artilugio jurídico en función de la Ley de Lemas, para llenar el vacío político de un país que tenía la clase media en estado de asamblea permanente. Terminó siendo el paraguas protector de la ultra izquierda, que venía de una dura ilegalización y que dio al final con la rampa de lanzamiento y el brazo político que necesitaba.
       Tenían un Osvaldo Dorticós –Seregni-, pero les faltaba un Castro, un Che, un Cienfuegos. Nace en el 71’ bajo una crisis de liderazgo, con un Seregni de florero y terminan conduciendo las cosas a una lucha entre castristas y castrenses. Seregni sabía bien lo que pasaba, pero presionado por el partido comunista, miraba para el costado. Son personajes políticos tipo Allende que creen que pueden controlar lo que ocurre poniéndose él a la cabeza de un barril de pólvora. La consigna en ese entonces era: ”Seregni sabe cómo hacerlo”, aunque nunca quedó claro, qué es lo que sabía hacer.
       A Tabaré Vázquez le fue fácil defenestrarlo, porque al final Seregni era tanta la necesidad que tenía de ser aceptado por la élite de poder, que para intervenir debía esperar a que Jorge Batlle diera su opinión, y recién después decir lo mismo al estilo frentista.
       Nadie le daba importancia a Seregni y Jorge Batlle con sabiduría, le brindaba el libreto que el General precisaba en todos los temas. Todos le comenzamos a tomar un afecto muy grande a Jorge Batlle, porque vimos en él, una cabeza pensante de verdad. Un hombre que supo tener una actitud de retribución personal ante quien había sido la mano derecha de su padre, el ex Presidente Luis Batlle. Favor con favor se paga, es algo que lo dignifica a Jorge, porque indica que los amigos deben estar, en las buenas y en las malas.
       Quien lo definió bien al Frente Amplio fue Jorge Batlle cuando dijo algo así como, están en una situación políticamente trágica: Si mantienen ese discurso de la Guerra Fría, no van a ningún lado y si entran en la sensatez y renuncian a eso, desaparecen del mapa político.
         Les pasa todo eso horrible –dijo Jorge-, pero no sacan la conclusión de por qué sucede y la conclusión es muy simple, todo eso ocurre, porque no va por ahí la cosa. Si las cosas fueran para ese lado, no les acontecería la espantosa realidad en que viven, en un país tan chico como el Uruguay, en donde es mentira que se pasaron la vida predicando en el desierto.
       Cuando el Príncipe ya no es creíble, hay que seguir mintiendo, porque no queda otra solución, decía Nicolás Maquiavelo en El Príncipe y fue lo que hicieron en el Comando Revolucionario que asesoraba a Vázquez en aquel entonces.
       No quiero ni pensar lo mal que se deben sentir los chorlitos que precisaban y necesitan la sopita boba del frenteamplismo.
       Gronchas de barriada, expertos en buceca y guiso, curdelas de caña, bocanadas proletarias, estudiantes de fina ironía cuando opinan. Todo eso si le falta la palabra revolución se siente mal, se enoja y retoba.
       El único partido que hizo una Revolución en el Uruguay, fue el Partido Nacional, cuando La Revolución de las Lanzas y su divisa fue siempre Defensores de las Leyes. Ellos no hicieron ninguna revolución más que levantarse contra las leyes. Por eso, es el Partido Nacional el que siente vergüenza ajena, cuando ve lo que hacen y es la familia blanca la que ha sufrido los desgarramientos más espantosos en su época.
       Ahora están en una crisis terminal y Constanza Moreira, que no es ninguna tonta y sabe lo que dice está molesta. Va a tener que votar con Vázquez, pero en rebeldía. Algo parecido a lo que le pasaba al 26 de Marzo cuando estaba dentro del Frente Amplio y en la campaña del 99’, por la 36 decían: “Tabaré Vázquez es un miserable agente del imperialismo. Vote. Tabaré-26 de Marzo”.
       Nunca vi en mi vida una cosa así, realmente, quede superado y perplejo.
       Ya me la estoy imaginando la campaña de Constanza Moreira: “Tabaré Vázquez es un machista inmundo. Vote. Tabaré-Constanza”. Y todo esto con Ruben Rada cantando:"¡Qué calor hace en abril!"

       ¡No se dan cuenta que son especies políticas en extinción que sobreviven en la chata inanidad mental del descaecimiento en que estamos y que quien vota eso, aguanta cualquier estropicio!