El Frente salió ahora a recorrer puerta
por puerta los barrios, diciéndole a la gente que se viene una cosa horrible;
el Uruguay ha de ser “restaurado” por los blancos y los colorados.
Cualquiera diría que vinieron a iluminarnos y como somos malos,
queremos volver a las sombras de las que los partidos fundacionales hicieron nuestra nación.
Es algo tan absurdo,
que no cabe en una cabeza cuerda.
Quiere decir que el Uruguay tuvo un único
momento importante en su historia: El día que Tabaré Ramón Vázquez Rosas, asumió
la Presidencia de la República. Todo lo que se hizo desde nuestra vida independiente,
y desde el retorno a la democracia, está mal.
Realmente, no logro entender qué cabeza
puede ver el mundo desde ese ángulo de mira, porque hay que estar realmente
alterado en la facultad de emitir juicios políticos, por no decir otra cosa.
Indudablemente, en todo esto hay otra
cosa, porque no es creíble semejante enormidad.
Tienen cola de paja y están asustados
por algo que está ocurriendo en el gobierno.
Deben tener miedo a que la dirigencia
sindical –su clientela política electorera-, sea juzgada por la Justicia y deje
de tener la última palabra, que se sepa
los negociados en ANCAP y PLUNA o que Philips Morris gane el juicio.
Deben estar asustados porque puede
terminarse la delincuencia infantojuvenil que hoy azota a nuestra sociedad. “Pobrecito
el delincuente”, ¿Verdad?
Deben temer que les congelen esas
abultadas cuentas corrientes que tienen.
Deben estar preocupados de que venga un
gobierno que gestione bien los recursos públicos, sin acogotar impositivamente
a la población trabajadora, como fue siempre en el Uruguay de los partidos
fundacionales.
Deben desde La Tejariola tener miedo a
que la gente deje la pasta base y esa masa de maniobra embrutecida que
encontraron para lanzarla cuando las campañas electorales, vuelva a la
normalidad.
Deben mirar con honda y sentida
preocupación el hecho de que los partidos
fundacionales en un gobierno para
todos le devuelvan a la sociedad la paz, la seguridad, la tranquilidad y la
fe en un mañana venturoso y se terminen los discursos que fraccionan la
sociedad, a lo Fernando Lorenzo, que antes de ser procesado por “abuso
innominado de funciones”, se mandó un artículo intitulado “Ustedes y nosotros”,
como si ellos fueran de una categoría moral superior, en el preciso instante en
que la Justicia lo iba a procesar. O el desparpajo del tocayo Calloia que antes
de ser procesado por el mismo delito, se fue a festejar.
Vázquez y su camarilla asustan a la
gente con el cuco blanquicolorado, porque no tienen nada que ofrecer, ni que
decir y si mucho para callar y esconder.
Cómo Vázquez sabe tanto de la economía
del ama de casa, que al final no pudo poner de Ministra, debe temer que le muestre
los tickets del supermercado y se confirme que la inflación ya pasó el 10% y
eso exige indexación de los salarios, las pensiones y las pasividades.
Si el Uruguay se restaura a un estado de
derecho como debe ser, no van a existir más leyes inconstitucionales y ahí se
le complica todo. Nuestro país volverá a estar bien legislado.
Como es un demókrata, demócrata con K, el solo, simple y puro hecho de perder
la mayoría parlamentaria, ya lo pone fuera de sí. Es tan concertante el hombre,
que maravilla y fascina. De él sí, todos podemos decir: “Es mi Presidente”,
aunque no se lo haya votado.
Sin un José Díaz largando presos y
degradando la convivencia, un Astori maquinando
impuestos para que pague más quien más trabaja, una María Julia Muñoz degradando
la salud, un Reynaldo Gargano faltándole el respeto por televisión delante de
todo el mundo, el Uruguay si se restaura
a lo que era simplemente, ya habrá dado un paso sustancial en el camino de
su recuperación moral, social, económica y política.
Para ese entonces, a este buen señor que
acusa de gilada a los contribuyentes
y se burla de un candidato opositor,
haciendo gala de condiciones miméticas que ignorábamos en un doctor, le va a
ser muy difícil enardecer al tucanaje
haciendo como que no está de acuerdo, llamando a un default, vistiéndose con
los méritos de los blancos y los colorados al salir del país, para después al
pisar suelo uruguayo, entrar a insultarlos. Todo eso se termina y vamos a largar
la gran, pero la gran carcajada cada vez que abra la boca.
Pour exemple, Si el Uruguay
se restaura, estas cosas en un gobierno de los partidos fundacionales, sería
motivo de quiebre institucional.
Moralina barata
Ministras impresentables
Gente que solo sabe opinar
Inútiles que así lo confesaron
Loquitas meneando el rabo de filisteo
Garga ni, Garga si, Garga so GargaNO
¡Probrechito
Vázquez si el Uruguay se recupera de esta plaga que nos trajo!
El curita tiene chucos de fríos. Será orible, muy orible recuperar el país
que nos robaron.
En esta, se ve que no hay Cristo que valga