viernes, 11 de julio de 2014

Enriqueciendo el vocabulario político

        El diccionario de la Real Academia Española hoy registra 1000 palabras que son del español del Uruguay. Si se tiene en cuenta que existen como 120 mil, se escribe con 60 mil, la prensa maneja 20 mil y se habla con 1000, el aporte que los uruguayos hicimos al español no es moco de pavo.
       Palabras como asado, abaratar, babosear, bagayero, botija, son oriundas del Uruguay y figuran en el Diccionario de la Real Academia Española. Esta riqueza idiomática que nuestro país ofrece generosamente a la lengua, no cesa nunca.
        El Uruguay seguirá siendo jeringón y molestón cada vez que genera un término nuevo y le obliga a la Academia Española a tomar nota del mismo, para no quedar desactualizada.
        No falta quien diga macanudo con b larga cada vez que aparece una palabra uruguaya, pero el tema es que desde España se nos observa mucho más de lo que creemos. Lo que a algunos aquí les parece un mamarracho, sin embargo es el aporte, que Uruguay le hace, a la riqueza de una lengua viva.
        Por tal motivo, creo que habría que elevar a la Real Academia Española un conjunto de términos nuevos que han surgido en el correr de estos últimos años.
       Conviene usarlos antes de que ellos los reconozcan oficialmente, porque existe un interés académico en ver si el lugar que ocupan en la oración les da el carácter de sustantivo, adjetivo o adjetivo sustantivado. Al usar mucho esa palabra, los académicos pueden determinar si es un tropo de dicción o de figuración. Debe ser esa la causa por la cual al actual Presi de la Réplica, más de uno quiere nombrarlo Premio Nobel.
     Vivir una década con gobiernos maturrangos que todo lo hacen de macaneo en macaneo, mientras la gente cuando pierde el metejón que tenía, empieza a junar enojada, conduce al final a la generación de términos nuevos que enriquecen el vocabulario, mientras ellos van empobreciendo nuestros bolsillos.
     El Uruguay es así, inventa términos desde el genio lingüístico del castellano, muerde, le dan pa’ tabaco como a quiosquero de parada de ómnibus y mientras unos se quejan cantando, otros cantan por no llorar.
        La gente con los años aprendió a tartajear, esto es, hablar con torpeza y alterar el orden de las silabas y en vez de decir a los camiones dice a los mionca.
        Hasta los tetones –los tecnócratas-, cuando están en la chupindanga y se sueltan, asombra la boquita que tienen. No falta quien les diga; “Me extruña, doctor, me extruña esas cosas de uté”.
        La Academia Española en una época en donde ha crecido la población mundial y el español es el segundo idioma en importancia ya no faja a nadie con el diccionario y todos los años incorpora palabras nuevas.
      Quiero hacer un pequeño aporte a la profusa capacidad que tiene nuestro idioma para exornar y embellecer, en forma florida, nuestra manera cotidiana de expresarnos.
        Una de las palabras que se podría perfectamente incorporar refiere a la actitud artera y alevosa de aquellos que hacen oposición de mala fe y envenenan el clima moral, generando desconfianzas por todos lados. Nicolinizar es esa capacidad de atacar sin pruebas y cuando aparece una, se descubre que fue falsificada por él.
        Nicolinizar fassanezcamente quiere decir lo mismo, pero con más ganas y todos los días, a cada rato. Refiere concretamente, al hecho de invertir la carga de la prueba y hacer creer que todo hombre es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Lo que se recomienda en esos casos es no contestar nada, puesto que la carga de la prueba la tiene quien acusa y no el acusado Sin embargo, han existido quirimbos que entraron en ese juego sucio que lo fassanezco implica. El sentido es muy concreto y estriba en chantajear a cualquiera por cualquier cosa que se le ocurra, para que le den avisos oficiales a una publicación que es leída por muy pocos.
        En el último mes de la campaña electoral empiezan a dar manija pa’ la colada. Se le dice manija –palabra uruguaya-, porque es el equivalente a dar púa. Para poder escuchar un disco en las antiguas vitrolas había que darle manija y ahí la púa comenzaba a funcionar. Se le dice colada porque es muchedumbre solitaria que marcha a la cola gritando viva, viva.
        Mujicanear es una forma muy antigua de filosofar que existía de la Pampa hasta aquí en los tiempos del Virreinato y que luego quedó como una actitud muy típica de ciertos paisanos. Consiste en aturullar a los demás, poniéndose más pesado que mosca de tambo.
        Mujicanear es cuando uno dice: “Ni esto, ni lo otro. Exactamente, todo lo contrario”.
        No es un filosofastro, sino más bien, un filósofo al pasto, como los gauchi políticos en los tiempos de Juan Moreira.
        Garganear significa decir una cosa aquí y otra en las Naciones Unidas hasta poner al Uruguay en el índex de los países terroristas y cuando se le pregunta a Polo que fue lo que votó el Uruguay, contesta: “No es este el ámbito para discutir esas cosas”. Es también una forma de burlarse del Presidente de la República, delante de todo el mundo.
        Parece que vivieran en el barrio Almagro, por donde los aires, ya no son los buenos aires.
        Oleskear es una forma de mentir un día sí y otro también, para justificar el plato de lentejas a cambio de toda la suma de poder político. Es también una manera de burlarse en una interpelación, de las preguntas que se le hacen.
        Votar heladera es una forma de definir el tipo de gente que más que ideología, tiene un psiquiátrico en la cabeza y como las vacas con su cencerro, pequeña y tosca campanita que se les cuelga a las reses para que el ganadero las identifique, votan a chiflido de los dirigentes.
        Izquierdo humano es esa dimensión del ser que suele estar más allá del bien y del mal. Puede insultar, agredir, patotear y todo lo que se le hace ver lo subleva hasta la descalificación moral. Izquierdo humano, es aquel que, como en la canción de Mercedes Sosa dice “Pobrecito el guerrillero” y no se da cuenta, que murió en su ley.
        Galeanizar la discusión, refiere a una actitud emocional que significa azusar , incitar, achuchar a los perros para que la embistan desde un fingido complejo de indio, en donde el individuo asocia como argumentos cosas que no tienen nada que ver con el tema y vive confundiendo aserrín con pan rallado.
    “A la bache”, es una expresión muy popular en las barriadas montevideanas de mala muerte; Es una forma de decir a la base con los bolchi’. Recuerdo que un cubano exiliado, cuando le preguntaron por qué se fue de Cuba dijo: “Me cansé de estar en la bashe”. Hay quienes sienten vergüenza ajena, pero pienso que cada pueblo tiene el gobierno que se merece y que tendremos que lograr que el castigo de vivir así, se lo inflijan ellos a sí mismos y a más nadie.
          Tabanizar. El tábano es un animal que te chupa la sangre y te deja el veneno. Los tábanos son dípteros que poseen sólo dos alas membranosas y no cuatro como el resto de los insectos. El segundo par de alas, está transformado en balancines que el díptero lo usa, para controlar la dirección durante el vuelo.
        Su alimentación es sumamente variada, ya que pueden ser fitófagos, carnívoros, parásitos o saprófagos.
        A veces controlan la plaga, otras en cambio son la misma plaga. El paisano en campaña cuando se encuentra con cosas así dice: “Depende, es, asigún” y es verdad porque todavía no está aclarada la filogenia interna de los dípteros.
        Tabanizar es una forma más de la viveza criolla.

    Cuando aparecen nuevas expresiones que aportan al lenguaje, la Academia pide que se las use aunque no estén autorizadas, porque su popularización hace a la riqueza de asimilación que el castellano tiene a nivel mundial.