Hay una razón por la cual parecería ser
que “los ultras” están, por suerte, en extinción en el Uruguay actual.
Si se lo piensa bien, podrían tener
motivos más que suficientes para vivir de asonada en asonada, pero en realidad todo
indica que sonaron.
De
la llegada de Bush a la fecha, “los ultras” entraron en un proceso de crisis
muy grande, con un pequeño rebrote Martin fierrista en el 2009 y su
desaparición casi instantánea al momento en que Mujica asume como Presidente.
Podría ser este un tema universitario de
análisis para politólogos, pero en “La Academia” están más preocupados por ver
como dejan contento al partido de gobierno. Dorarle la píldora a la fuerza que
gobierna es el modo de tener garantido adecuadas partidas presupuestales para
cualquier cosa.
Los “ultras”, como decía el sociólogo
Aldo Solari son la consecuencia de la impostura que encontró el sector
universitario tras la autonomía, para que no le toquen nada. Quieren impartir
lo que a ellos se les antoja, con total prescindencia de los conocimientos más
aptos para el desarrollo del país. Desde un profesoralismo pensado en función
de sus propias necesidades corporativas ni educan, ni enseñan, informan.
La información que brindan es totalmente
superflua a lo que hay que decir: No les importa para qué futuro educan y menos en qué presente están. Son criaturas
más allá del tiempo y el espacio, ajenos a la realidad social, económica y
política en que todos estamos. Quieren hacer “la cultura” en abstracto y ellos
son los primeros en saber muy bien, que se alcanza cultura en lo alto, cuando existen
socialmente, raíces políticas y económicas, en lo bajo. Si la matriz social del
país está en descomposición: ¿De qué cultura pueden hablar?
Confunden autonomía con soberanía. Que
sean autónomos no significa que vivan en un territorio fuera de la jurisdicción
nacional.
En política tienen pocas alternativas: o
anulan el voto, porque si votan en blanco le va al lema ganador, o votan al 26
de Marzo y sus alrededores o votan la fórmula: “Tabaré-Constanza: Un solo
corazón”. En este caso tendrán que hacer de tripa corazón y del corazón coraza.
Se ve que muchos “ultras” están "gaga". Quisieron,
por ejemplo, enseñarle la historia del estudiantado al joven de hoy y
terminaron descubriendo que era como hablarles en chino. Recién se dieron
cuenta que estudiante es un estado pasajero en la vida del individuo y no una
condición permanente, como puede ser maestro de pala, electricista o abogado.
El desquicio al que condujeron el país
es inenarrable. Despilfarraron el crecimiento económico que empezó a darse con
la subida del precio de la soja y los productos agropecuarios en un manejo
fiduciario corrupto en donde lo de PLUNA y las pérdidas de ANCAP, son la parte
visible del iceberg.
Hay que tener rostro para decir, como
sostiene el Ministro de Economía, Mario
Bergara que “si bien hay un mayor gasto, se trata de un "gasto
sustentable, manejable y consistente".”.
Todos sabemos que el próximo gobierno va a recibir un agujero negro y por eso
temen perder, hasta la mayoría parlamentaria. La desfachatez va de un Olesker
mintiendo con cifras, a cierta prensa para la cual la clase media crece todos
los días un 10 por ciento en este preciso momento, hasta un Ministro de Economía
que muy suelto de cuerpo defiende el déficit y encima, de regalo, descarta que haya
que hacer un ajuste fiscal.
Los “ultras” en otro tiempo gastaban ríos
de tinta cuando se encontraban con cosas muchísimo más insignificantes, hoy
refunfuñan. Debe ser porque no les dieron cargo político.
Lo de Astori en Rusia es un claro
indicador de que algunos ya se están desperezando y pre entrenando para la gimnasia
política que tienen pensado de faltarles la mayoría parlamentaria y por ahí, de
perder.
Con insultos a la peronista (gorila,
oligarca) y con guarangadas a lo Fidel Castro (cuánto te paga el imperialismo),
más los revolucionarios de ojito justificando cualquier cosa y ultras de
alcantarilla amenazando prepotentemente a todo el mundo, vamos a largar todos
la carcajada. Ese sí que va a ser un gobierno divertido.
Hay que tomarlo como de quien viene,
porque no saben hacer otra cosa. No tienen ideología, tienen un psiquiátrico en la cabeza.
Por ahora uno palpa, que es una especie
que no llega al 18% en el Frente, lo que indica la enorme maduré que
han tenido, para destruirlo al Uruguay.