Años
siguiendo atentamente campañas electorales, confirman algunas cosas, que nunca
se entiende bien por qué no son tenidas en cuenta a la hora de evaluar la
intención de voto.
Somos
un país muy chico, de apenas 3 millones de habitantes, de modo que tampoco se
ve la razón por la cual, los finales son inciertos, abiertos o cerrados.
El
manejo de la información que disponen las empresas encuestadoras, cualquiera
entiende que son tan “objetivos”,
como “favorables para el gobierno”.
Si se los mira correctamente, son señales claras para que la oposición evite el
exceso de triunfalismo que suele generar el hecho de creer que se “ganó”, antes de hacer correr los pingos
en la cancha.
Desde
mi muy humilde punto de vista, pienso que en realidad la gente ya tiene la
posición tomada un año antes de los comicios finales. Quienes no tienen
posición tomada, son los que no leen el diario, ni escuchan el informativo
radial o televisivo.
Si
vemos la masa de papel impreso que tiene la prensa uruguaya, los informativos
de la televisión por cable, más los comentaristas radiales, cualquiera diría
que medio país está metido, en la cosa pública de la República. No guarda
proporción las resmas de papel que salen a la calle todos los días, con la
capacidad de leer y procesar toda esa información.
Si
a esto se agrega la cantidad enorme de gente que hizo de la acción política permanente su única
gimnasia social y se pasó la vida organizándose por razones fisiológicas,
cualquiera entiende que el consumo de información en el Uruguay, es más
importante que el de alimentos o vestimenta. Si esa gente siempre organizada y
movilizada hoy está como paralizada, no es porque haya disminuido la necesidad de
informarse, en un Planeta en donde se puede leer la prensa, no ya del Uruguay,
sino de todo el mundo, por una Internet a la que acceden en nuestro país, el
60% de la población.
Esto
significa que hoy, hay más información que en cualquier período de nuestra
historia.
Ese
alud informativo ha sido, realmente, paralizante, para los atletas del accionar
político ad infinitum.
Es
una clara señal, como diría Carlos Vaz Ferreira, que los problemas de la libertad, no se solucionan con menos libertad,
sino con más libertad.
Los que para salvar la democracia la
clausuraron, tienen en esto que ocurre hoy, el ejemplo más claro de lo
importante que es la libertad para resolver los problemas que ella suele traer
aparejado. Justamente, porque esta mayor libertad
informativa, cultural, técnica y política amenaza la mentalidad totalitaria, resulta ser precisamente la izquierda, que
se pasó la vida, desde tiempos inmemoriales, luchando por la verdadera libertad, quien busca cercenarla con la Ley de Medios y todo procedimiento
inconstitucional a su alcance.
Ya
no se trata de conquistar una libertad muy difícil de alcanzar: la libertad
interior, sino sencillamente, del derecho que tiene todo contribuyente a estar
informado de lo que se hace con su dinero.
Por
algo, mientras muy sueltos de cuerpo, hacen gárgaras con una pretendida participación popular, por el otro lado,
al abrir las urnas reciben la cachetada por respuesta y entonces, para no
asumir la responsabilidad que los resultados adversos exigen, salen a defender
una supuesta reforma constitucional, sabiendo que no tienen los acuerdos extra
partidarios para lograrla.
El
mayor y mejor acceso a información de calidad por Internet, de la clase media y
no solo de ella, sino también de los sectores populares, ha sido un golpe
mortal a esa izquierda de iluminados, revolucionarios de ojito, lúcidos e
intelectualoides de todos los pelos y señales, habidos y por haber. Gente que
según decían eran la voz de aquel que
predica en el desierto. Y predicaban no
tan en el desierto.
Ya
Vázquez duda, los politólogos no comprometen opinión para no marcar bobera,
como la marcaron con el Partido Nacional. Hoy a Seguro lo metieron preso. Algo
está pasando.
Tengo mi interpretación personal de cómo aproximadamente, van a ser los resultados y porcentajes de cada partido. Pero me la reservo, solo mientras tanto.
Tengo mi interpretación personal de cómo aproximadamente, van a ser los resultados y porcentajes de cada partido. Pero me la reservo, solo mientras tanto.
Vamos, vamos, mano blanca
Fuerza, vamos, que falta un poquito
Fuerza, vamos, que falta un poquito