domingo, 22 de junio de 2014

Lo que va de ayer a hoy

       El Frente Amplio quiere instaurar en la conciencia colectiva una falsa oposición, según la cual los partidos fundacionales que hicieron al Uruguay desde 1830 a la fecha, son un retorno a los años 90’.
       Estamos hablando de gente con la escala ética y política alterada, que durante los años 90’ vio con sus propios ojos la caída del sistema comunista a nivel mundial, que además ganó la Intendencia en el 89’ y que no dejó sector del municipio sin privatizar. Se lo dieron con superávit y desde que asumió Tabaré Ramón Vázquez Rosas, no hace otra cosa que dar pérdida.
       El único neo liberalismo que hubo en el Uruguay es el de la Intendencia de Montevideo y el que vinieron a instaurar ellos después de 2005, porque todos sabemos que a los blancos y los colorados no los dejaron gobernar en absolutamente, ningún tema. Esta gente ahora tiene el tupé de emprenderla contra los años 90’, cuando ellos eran la parte más privatizadora de nuestra historia.
       Aquel Mercosur de los 90’ marchaba, éste no. En esa época Uruguay le vendía a Argentina el 20% de su producción y a Brasil el 30%, hoy es un país atacado gratuitamente por una Argentina que no respeta un solo acuerdo del Mercosur y con total cinismo $endic sale a decir “Más y mejor Mercosur”. Criticaban al que funcionaba y defienden a capa y espada a este, que no sirve para nada. En aquella época no existía ni la inflación que hay ahora, se hablaba de un 2,2 por ciento en los tiempos de Ramón Díaz, ni la inseguridad ciudadana, ni la brutal carga tributaria contra la clase media en la que estamos, ni el nivel de agresividad social con el que el Frente Amplio dividió y fragmentó a la sociedad uruguaya. En aquella época de restauración democrática había una cosa muy importante en el Uruguay que se llama cupo para exportar. El Uruguay era la niña mimada del Mercosur, hoy es la pariente pobre y despreciada.
       ¿No se dan cuenta que son los únicos responsables de la crisis que vivió el Uruguay en el pasado y que cuando llegan al Gobierno amparados en el precio favorable de la soja, no hicieron otra cosa que robar a cuatro manos y tirar la casa por la ventana?
       Decir que los partidos fundacionales hicieron neo liberalismo es una mentira que no se puede dejar pasar por alto. Aquí en el Uruguay los únicos neoliberales son $endic y el déficit que deja, vaya casualidad, nada menos que ANCAP y Tabaré Ramón Vázquez Rosas, una de las fortunas más importantes que hay.
       En los años 90’ inventaron el cuco de una supuesta contra ofensiva neoliberal para, como se dice vulgarmente, sacarle el culo a la jeringa de la caída del comunismo a escala mundial.
       Tuvieron que salir a reivindicar figuras del Partido Socialista, como Emilio Frugoni –que habían defenestrado- para inventar la historia de que no tenían nada que ver con la caída del socialismo real. Había gente que incluso no quería usar la palabra frenteamplismo, porque le daba vergüenza tras la caída del comunismo y se decían encuentristas, cuando en realidad todo lo de ellos es un gran desencuentro.
       Ahora quieren instaurar en la conciencia colectiva que los partidos fundacionales que hicieron al Uruguay desde 1830 a la fecha son todo lo malo y espantoso, en el preciso instante que se lanzan a una cacería de intendentes del partido nacional para ver si pueden hacerlos del Frente Amplio. Si son tan buenos los iluminados, ¡a santo de qué salen a buscar intendentes blancos para incorporarlos al Frente!
       ¿No se dan cuenta que son una secta sin capacidad de gestión alguna para gobernar el país?
       Blanco es el hombre con capacidad de gobernar, administrar, gestionar y racionalizar y es precisamente eso lo que les falta. Solamente la ambición mediocre puede conducir al suicidio político de hacerse del Frente. Como decía el Viejo Herrera, los blancos que dan esa respuesta son zapallos que se acomodan cuando el carro empieza a andar.
       El Frente es lo que se termina, cada vez se lo ve con más claridad, el Partido Nacional es la esperanza de una sociedad abierta, moderna y bien administrada.
       Durante los años 90’ no se les podía dar cargo político porque la misma gente del Frente en su sectarismo prepotente se los rechazaba. Mientras por un lado pedían concertación, por el otro salían a darle manija a su gente para ver si así negocian más, en una tesitura del tipo lo mío es mío, lo tuyo negociable.
       Fue llegar Tabaré Ramón Vázquez Rosas al gobierno y no dio absolutamente ningún cargo, ni siquiera los que por la Constitución le corresponden a la oposición en los entes y organismos del Estado. Dejó vació los cargos en los entes, cosa que ni siquiera hizo la dictadura.
       Si esta gente vuelve, el Uruguay va a entrar en un proceso de degradación vertiginosa al estilo chavista del que se sabe cómo se empieza, pero no como termina.