miércoles, 18 de junio de 2014

Una cosa es ser profundo y otra descender muy bajo

       Estamos viviendo una campaña electoral en donde uno de los candidatos en vez de ser profundo ante la crisis que se avecina, decidió descender muy bajo.
       El Tabita vivió hasta ahora acostumbrado a tirar la taba, sabiendo que siempre echaba culo.
       Su mundo es un universo en donde todas las cosas giran en su torno y los demás son giles.
       El Rey de la Tejariola, una de las fortunas más importantes que existen en el Uruguay, trata a los demás de “gilada”, cuando todos sabemos que la única “gilada” que existe en el Uruguay son aquellos que le han creído a él.
       Creerse vivo en política es la cosa más estúpida de todas, porque no hay nada más ingenuo que acusar de ingenuo a otro.
       El Tabita, el Taba, el tábano no es ningún tonto, es el Rey de los Vivos.
       Haber descendido al nivel mental del Tabita es haber bajado muy hondo en la escala humana. Él tiene necesidad de insultar a los demás, para encontrar los consensos internos que Constanza Moreira y los ultras le niegan. Golpea de cualquier manera irracional hacia afuera, para neutralizar las críticas de aquellos que internamente quiere neutralizar.
        Todos sabemos que si es el futuro Presidente de los uruguayos va a tener dos problemas serios: Uno, con los ultras y Constanza Moreira que no le van a permitir al grupo neo desarrollista que opera por fuera del Frente Amplio, ir a una Alianza del Pacífico. Le van a marcar la cancha en todos los temas, van a condicionar su apoyo y lo van a subsumir en una perpetua discusión internista de carácter ultrista. Constanza Moreira tiene que acumular fuerzas y por eso, no le importa cuestionarlo, aún en plena campaña, cuando lo natural es alinearse al candidato ganador. Si Constanza Moreira sigue enojada, justamente ahora que es cuando el Frente cierra filas en disciplina férrea, no quiero ni pensar lo que ha de ser cuando la pevepesica obtenga una minoritaria, pero importante bancada parlamentaria.
       Por el otro lado, tiene la oposición de los partidos fundacionales que tienen que enfrentar la arrogancia de gente que no entiende absolutamente nada de leyes y ni siquiera sabe redactar un proyecto de acuerdo a la Constitución de la República.
       Ante esa realidad política y en el marco de una desaceleración de la economía, el Tabita no va a encontrar nada mejor que asfixiar y liquidar definitivamente a la ya castigada clase media uruguaya.
       Descender al nivel de la barricada y la adjetivación mediocre y patotera es el recurso que encontró para sortear el camino a la Presidencia de la República.
       ¡Pobre Uruguay si una cosa así vuelve a ganar!
       Éste es el video en donde el Tabita acusa a los demás de “gilada”. 
      
      

      Tabita, tu “gilada” ya no te cree.