Estamos
viviendo una campaña electoral en donde uno de los candidatos en vez de ser
profundo ante la crisis que se avecina, decidió descender muy bajo.
El
Tabita vivió hasta ahora acostumbrado a tirar la taba, sabiendo que siempre
echaba culo.
Su
mundo es un universo en donde todas las cosas giran en su torno y los demás son
giles.
El
Rey de la Tejariola, una de las fortunas más importantes que existen en el
Uruguay, trata a los demás de “gilada”, cuando todos sabemos que la única “gilada”
que existe en el Uruguay son aquellos que le han creído a él.
Creerse
vivo en política es la cosa más estúpida de todas, porque no hay nada más
ingenuo que acusar de ingenuo a otro.
El
Tabita, el Taba, el tábano no es ningún tonto, es el Rey de los Vivos.
Haber
descendido al nivel mental del Tabita es haber bajado muy hondo en la escala
humana. Él tiene necesidad de insultar a los demás, para encontrar los consensos
internos que Constanza Moreira y los ultras le niegan. Golpea de cualquier manera
irracional hacia afuera, para neutralizar las críticas de aquellos que
internamente quiere neutralizar.
Todos sabemos que si es el futuro Presidente
de los uruguayos va a tener dos problemas serios: Uno, con los ultras y
Constanza Moreira que no le van a permitir al grupo neo desarrollista que opera
por fuera del Frente Amplio, ir a una Alianza del Pacífico. Le van a marcar la
cancha en todos los temas, van a condicionar su apoyo y lo van a subsumir en
una perpetua discusión internista de carácter ultrista. Constanza Moreira tiene
que acumular fuerzas y por eso, no le importa cuestionarlo, aún en plena
campaña, cuando lo natural es alinearse al candidato ganador. Si Constanza
Moreira sigue enojada, justamente ahora que es cuando el Frente cierra filas en
disciplina férrea, no quiero ni pensar lo que ha de ser cuando la pevepesica
obtenga una minoritaria, pero importante bancada parlamentaria.
Por
el otro lado, tiene la oposición de los partidos fundacionales que tienen que
enfrentar la arrogancia de gente que no entiende absolutamente nada de leyes y
ni siquiera sabe redactar un proyecto de acuerdo a la Constitución de la
República.
Ante
esa realidad política y en el marco de una desaceleración de la economía, el
Tabita no va a encontrar nada mejor que asfixiar y liquidar definitivamente a
la ya castigada clase media uruguaya.
Descender
al nivel de la barricada y la adjetivación mediocre y patotera es el recurso
que encontró para sortear el camino a la Presidencia de la República.
¡Pobre
Uruguay si una cosa así vuelve a ganar!
Éste
es el video en donde el Tabita acusa a los demás de “gilada”.
Tabita, tu “gilada” ya no te cree.