jueves, 7 de noviembre de 2013

Para escribir la crónica de un mal amigo y peor Presidente.

       Mientras se cae a pedazos todo el tinglado que el Frente Amplio fue armando en lo que va de los últimos años; Venezuela no tiene dólares para pagar ni lo que le vende un pequeño país como Uruguay, Argentina le hace la guerra de puertos a Uruguay violentando todo lo firmado y acordado por el Mercosur, y eso después del servilismo más grande que se pueda concebir en política internacional en donde lo jurídico vale muy poco y las relaciones políticas con La Cámpora son todo, mientras se ataca a Nueva Palmira obligando a los paraguayos a dejar cargas en puertos argentinos, la Suprema Corte de Justicia declara inconstitucional los artículos 1°,2° y 3° de la ley (18.931), que son los que crearon y regularon el fideicomiso al que fueron transferidas las aeronaves de la ex aerolínea, el Frente Amplio más virulento se pone contra la oposición. Primero con los exabruptos de Huidobro, luego lo de lo Mónica Xavier, posteriormente apelando judicialmente al lema “partido de la concertación”, solo porque el partido socialista tiene sub lemas que usan esa palabra, y ahora con Vázquez que quiere usar a la oposición como perchero para colgar todas sus culpas, sus dislates, su resentimiento y su incapacidad.
       Hay que aclarar aquí que la oposición que los blancos y los colorados le hacen al gobierno es puramente parlamentaria y que la oposición que hizo el Frente cuando gobernaban blancos y colorados, además de parlamentaria era social y estaba basada en grupos de presión que iracundamente llegaban incluso a las máximas expresiones de violencia y agravio en política. Nadie hoy en día les está haciendo lo mismo. No se ven por ningún lado manifestaciones de los partidos tradicionales empapelando la ciudad, paralizando la sociedad y tomando como rehén a los usuarios de los servicios.
       No existen tradicionalistas manifestando y haciendo plebiscitos por cualquier cosa, no se registran incidentes por parte de los partidos tradicionales con el resto de la sociedad, ni se escuchan dirigentes tradicionalistas diciendo “Agradezcan que los estamos tranquilizando”.
       Sería importante que Vázquez antes de abrir la boca se hiciera cargo de su historia como colaboracionista y favorecido de la dictadura y de la de su partido, como así de las consecuencias de lo que se han pasado haciendo de Vivian Trías a José Díaz y Gargano.
       Si se hiciera la autocrítica que tiene que hacerse tendría que explicar que la Intendencia se la dieron con superávit y que desde que él la asumió comenzó a dar pérdida, que generaron el déficit fiscal más grande de nuestra historia en plena bonanza económica y asfixiando impositivamente a la clase media, tendría que decir cuál es la razón por la cual cuando llega al gobierno le dice a los organismos internacionales que la política económica que ha de seguir es la misma que la de los blancos y colorados y al llegar al Uruguay comienza a insultarlos. A Vázquez le gusta el prestigio internacional que el Uruguay conquistó para llegar a ser lo que es, pero no le gusta lo que hay que hacer para alcanzar ese prestigio internacional.
       A Vázquez le encanta inventar enemigos de paja y ponerse de víctima, cuando todos sabemos que es el gran victimario de lo que está ocurriendo en prácticamente todos los temas, de la inseguridad ciudadana acentuada con la liberación de presos de José Díaz en su gobierno, al descrédito del Uruguay en el Mercosur generado por su ministro Gargano que fue a destruir la Cancilleria uruguaya.
       Un hombre que está con Bush y Fidel Castro todo junto a la vez, que cuando llega al gobierno regala cargos a diestra y siniestra con la única condición de que le sean obsecuentes a sus antojos, resulta que está llamado a ser el seguro e indiscutible presidente de los uruguayos.
       La oposición que no tiene mayoría parlamentaria y debe fumarse todo, marcando simplemente una tesitura testimonial desde el parlamento, es lo que a él le preocupa.
       ¡Por qué no le preocupa el ataque argentino al puerto de Nueva Palmira, la merma de las exportaciones uruguayas en un 26 por ciento, el dólar planchado para uno de los países más caros del mundo como es el nuestro y que va a tener que hacer un duro ajuste monetario no bien Brasil se vea obligado a realizarlo!
       ¡Por qué no le inquieta la huelga de los profesores contra un fallo judicial cuando todos sabemos que la Suprema Corte de Justicia es otro poder del estado! ¡Por qué no se le mueve un pelo ante la monstruosidad de la jueza Motta pretendiendo que todos son culpables hasta que se demuestre lo contrario y no al revés! Que los profesores de secundaria que son los que deben enseñarle a los alumnos como son las cosas hagan huelga contra un fallo judicial que viene a poner las cosas en su lugar, es lo realmente preocupante. ¡Qué autoridad moral pueden tener estos profesores que en ningún momento ponen cuestiones de pedagogía y de enseñanza como cuestión central de un debate social!
       Eso no es tema para al seguro Presidente de los uruguayos, sino lo que desde el parlamento un representante electo de la oposición puede sostener y decir.
       Si esto ha de ser el próximo gobierno, no quiero ni pensar que puede quedar de la democracia en nuestro país.