Mientras
se cae a pedazos todo el tinglado que el Frente Amplio fue armando en lo que va
de los últimos años; Venezuela no tiene dólares para pagar ni lo que le vende
un pequeño país como Uruguay, Argentina le hace la guerra de puertos a Uruguay
violentando todo lo firmado y acordado por el Mercosur, y eso después del
servilismo más grande que se pueda concebir en política internacional en donde
lo jurídico vale muy poco y las relaciones políticas con La Cámpora son todo,
mientras se ataca a Nueva Palmira obligando a los paraguayos a dejar cargas en
puertos argentinos, la Suprema Corte de Justicia declara inconstitucional los
artículos 1°,2° y 3° de la ley (18.931), que son los que crearon y regularon el
fideicomiso al que fueron transferidas las aeronaves de la ex aerolínea, el
Frente Amplio más virulento se pone contra la oposición. Primero con los
exabruptos de Huidobro, luego lo de lo Mónica Xavier, posteriormente apelando
judicialmente al lema “partido de la concertación”, solo porque el partido
socialista tiene sub lemas que usan esa palabra, y ahora con Vázquez que quiere
usar a la oposición como perchero para colgar todas sus culpas, sus dislates,
su resentimiento y su incapacidad.
Hay
que aclarar aquí que la oposición que los blancos y los colorados le hacen al
gobierno es puramente parlamentaria y que la oposición que hizo el Frente
cuando gobernaban blancos y colorados, además de parlamentaria era social y
estaba basada en grupos de presión que iracundamente llegaban incluso a las
máximas expresiones de violencia y agravio en política. Nadie hoy en día les
está haciendo lo mismo. No se ven por ningún lado manifestaciones de los
partidos tradicionales empapelando la ciudad, paralizando la sociedad y tomando
como rehén a los usuarios de los servicios.
No
existen tradicionalistas manifestando y haciendo plebiscitos por cualquier
cosa, no se registran incidentes por parte de los partidos tradicionales con el
resto de la sociedad, ni se escuchan dirigentes tradicionalistas diciendo “Agradezcan
que los estamos tranquilizando”.
Sería
importante que Vázquez antes de abrir la boca se hiciera cargo de su historia
como colaboracionista y favorecido de la dictadura y de la de su partido, como
así de las consecuencias de lo que se han pasado haciendo de Vivian Trías a
José Díaz y Gargano.
Si
se hiciera la autocrítica que tiene que hacerse tendría que explicar que la
Intendencia se la dieron con superávit y que desde que él la asumió comenzó a
dar pérdida, que generaron el déficit fiscal más grande de nuestra historia en
plena bonanza económica y asfixiando impositivamente a la clase media, tendría
que decir cuál es la razón por la cual cuando llega al gobierno le dice a los
organismos internacionales que la política económica que ha de seguir es la
misma que la de los blancos y colorados y al llegar al Uruguay comienza a
insultarlos. A Vázquez le gusta el prestigio internacional que el Uruguay
conquistó para llegar a ser lo que es, pero no le gusta lo que hay que hacer
para alcanzar ese prestigio internacional.
A
Vázquez le encanta inventar enemigos de paja y ponerse de víctima, cuando todos
sabemos que es el gran victimario de lo que está ocurriendo en prácticamente
todos los temas, de la inseguridad ciudadana acentuada con la liberación de
presos de José Díaz en su gobierno, al descrédito del Uruguay en el Mercosur
generado por su ministro Gargano que fue a destruir la Cancilleria uruguaya.
Un
hombre que está con Bush y Fidel Castro todo junto a la vez, que cuando llega
al gobierno regala cargos a diestra y siniestra con la única condición de que
le sean obsecuentes a sus antojos, resulta que está llamado a ser el seguro e indiscutible
presidente de los uruguayos.
La
oposición que no tiene mayoría parlamentaria y debe fumarse todo, marcando
simplemente una tesitura testimonial desde el parlamento, es lo que a él le preocupa.
¡Por
qué no le preocupa el ataque argentino al puerto de Nueva Palmira, la merma de
las exportaciones uruguayas en un 26 por ciento, el dólar planchado para uno de
los países más caros del mundo como es el nuestro y que va a tener que hacer un duro ajuste monetario no bien Brasil se vea obligado a realizarlo!
¡Por
qué no le inquieta la huelga de los profesores contra un fallo judicial cuando
todos sabemos que la Suprema Corte de Justicia es otro poder del estado! ¡Por
qué no se le mueve un pelo ante la monstruosidad de la jueza Motta pretendiendo que todos
son culpables hasta que se demuestre lo contrario y no al revés! Que los
profesores de secundaria que son los que deben enseñarle a los alumnos como son
las cosas hagan huelga contra un fallo judicial que viene a poner las cosas en
su lugar, es lo realmente preocupante. ¡Qué autoridad moral pueden tener estos
profesores que en ningún momento ponen cuestiones de pedagogía y de enseñanza
como cuestión central de un debate social!
Eso
no es tema para al seguro Presidente de los uruguayos, sino lo que desde el parlamento un representante electo de la oposición puede sostener y decir.
Si
esto ha de ser el próximo gobierno, no quiero ni pensar que puede quedar de la
democracia en nuestro país.