domingo, 6 de octubre de 2013

La crisis de Estados Unidos en el contexto actual.


       Estados Unidos está viviendo una crisis de carácter político, generada esencialmente por dos actitudes equivocadas.
       Se equivocan los republicanos cuando no comprenden que la reforma de la salud lo que busca es un mayor nivel de equidad en la asistencia médica a la población y también se equivocan los demócratas cuando no quieren entender que no es sobrecargando de impuestos una economía que está iniciando, lentamente, el proceso de su recuperación.
         Obama se queja de la intransigencia republicana, pero pierde de vista que ha habido una intransigencia demócrata de tirar manteca al techo a expensas del contribuyente, al punto del vaciamiento de los recursos, en un dale que va, que ahora hace crisis. En el fondo, la actitud republicana, pese a que es impopular es la más coherente de todas, porque está llamando las cosas a la hora de la verdad.
       En economía no existen milagros. No se puede tomar la maquinita impresora de dólares y empapelar la economía como hizo Obama y seguir en un desprecio de clase contra los hombres que generan riqueza y puestos de trabajo. Ya había un déficit fiscal muy grande cuando asumió Obama y en vez de combatirlo, lo único que supo hacer fue acentuarlo.  Es algo que tiene que terminar, sea cual sea el estado de ánimo de gente que le parece bien solamente, lo que circunstancialmente, le favorece. Los democrátas, si están en su sano juicio, no pueden creer que el asistencialismo es la solución a todos los problemas.
       El tema de la salud en realidad es la gota que colma el vaso de agua, no porque el Obamacare, carezca de validez, sino porque esa actitud generosa a expensas del bolsillo de los que generan riqueza ha sido su actitud permanente ante todos los temas, como si la maquinita impresora de dólares resolviera mágicamente las dificultades.
       EE.UU va a salir de esta crisis, por otras causas ligadas al control de los planes de investigación y desarrollo desde los cuales concebimos la tecnología actual, que es la generadora de valor por excelencia a nivel mundial. Pero no es ese el tema. Lo preocupante es tener un gobierno dirigido por un resentido social que hace la de Perón, la del Frente Amplio y la del populismo latinoamericano, siempre bueno a expensas del bolsillo ajeno. Ese es el tema. Esto es creo, lo que se termina hoy en día. No se puede ser tan “bueno” como para dejarle a la Reserva Federal Norteamericana, 30 mil millones de dólares, el equivalente a la deuda externa uruguaya de fondos. Se necesita una dosis de algo más que simple “bondad” como para llevar a la economía a ese límite. En eso los republicanos están en lo justo. En lo que se equivocan es en lo que se busca recortar.
       Observése este hecho simplemente. En un momento en donde Estados Unidos está cuestionado por el tema de Snowden, dejar sin empleo, aunque sea por un par de días, al 70 por ciento de los espías es algo realmente, temerario. Porque esa gente que hoy queda sin trabajo, a partir de ahora ha de poner violín en bolsa y temerosa de una situación de virtual cesación de pagos en la economía, lo que ya desde ahora tiene pensado hacer, es trabajar para el mejor postor. Cómo pedirle lealtad a la nación a gente que hoy se la está dejando sin trabajo y mañana, aunque lo recupere siempre ha de tener la espada de Damocles de poder perderlo. ¡Qué estabilidad laboral tiene un espía para poder serle fiel a un país que en cualquier momento puede dejarlo sin trabajo!
       Creo que se llegó a un punto peligroso, en donde la vulnerabilidad de Estados Unidos, de ahora en más, cada día ha de ser más grande. ¡Es tan difícil darse cuenta que no es acogotando a impuestos al sector privado y haciendo de la recesión una depresión, como entender que no es suficiente los gastos en defensa militar, si se subestima la logística y la inteligencia!
       Es evidente que las posiciones entre republicanos y demócratas están enquistadas y abroqueladas más allá de toda ponderación. Es también obvio que los republicanos tienen una poderosa razón para obrar así; el tema es que en política no alcanza con tener razón, hay que saber organizarla la razón y así encarada la disputa, el daño que se le está haciendo a la economía y a la seguridad nacional es demasiado grande.