Llevan 5 (cinco) gestiones municipales en la capital.
Cuando la recibieron en el año 1990, hace 23 años atrás,
Iglesias se las dejó con un superávit de 13 millones de dólares.
Vázquez no cumplió con la mayoría de sus promesas. Le entregó de
pies y manos la Intendencia al sindicato ADEOM con un déficit de 25
millones.
Déficit que el arquitecto Mariano Arana lo convirtió en dos
períodos en U$S 100 millones que legó a su sucesor y éste, el Dr.
Ricardo Ehrlich, lo subió a US$ 130 millones, para dejárselo a la
camarada Ana Olivera.
Esto en el marco de una voracidad fiscal jamás vista en nuestra
historia; en 1990 la Intendencia de Montevideo recaudaba US$ 71
millones. Ahora recauda US$ 400 millones anuales. Y con ese ingreso no
es capaz de cumplir los mínimos requerimientos de los montevideanos.
¿A dónde va a parar ese dinero?
Para entender medianamente como son las cosas, un botón basta de muestra.
El total de la flota operativa de vehículos de la Intendencia es
de 847 vehículos, 400 de los cuales (el 41%) dependen del Departamento
de Desarrollo Ambiental, cuyo objetivo básico es la limpieza de la
ciudad. De esos 847 vehículos que componen la flota de la Intendencia
hay 75 autos, 124 camionetas, 400 camiones, 30 minibuses, 166 máquinas
de diverso porte y utilidad, 2 ómnibus, 1 jeep, 48 motos y una casa
rodante.
Sobre esta plataforma de funcionamiento la Intendencia de
Montevideo consumió durante el año 2012 un total de 3.250.296 litros de
combustible, con un costo de US$ 6 millones de dólares.
A su vez el Tribunal de Cuentas observó la contratación de
vehículos de alquiler por un monto de US$ 251.055 únicamente en los dos
primeros meses de 2013. De todos modos, la IMM debe contratar cada año
camiones, automóviles y camionetas doble cabina.
En relación al tipo de vehículo, la IMM tiene una flota
operativa de 400 camiones, de los cuales 271 (el 68%) pertenecen a
Desarrollo Ambiental, básicamente vinculados a la recolección de
residuos.
Este departamento municipal también cuenta con 21 automóviles,
35 camionetas, 56 máquinas diversas, 7 minibuses y 10 motocicletas.
Según la información que circula de cada cuatro litros de combustible
que se gastaron en la administración municipal en el año 2012, tres
fueron usados por el departamento de Desarrollo Ambiental.
De los 3.250.296 litros consumidos, el 74,18% (2.411.127 litros)
corresponden a esa dependencia. Y de la erogación total de US$
5.963.258, unos US$ 4.412.791 (el 74%) se gastaron en la misma área. Lo
que significa en buen romance que Desarrollo Ambiental es el agujero
negro municipal más importante, de la enormidad de agujeros que existen.
Deja mucho que pensar el avance de las horas extras en esa
repartición. En el año 2010 se realizaron 289.893, en 2011 fueron
330.130 y al cierre de 2012 llegaron a la cifra de 348.597, lo cual
representa el 38% del total de las horas extras realizadas en toda la
administración. Eso significa en dinero que los contribuyentes pagamos
la cifra de US$ 3.959.917, entre horas extras y compensaciones, sin
contar en esa cifra los montos del 26% por sexto día nocturno, el 30%
por sexto día y lo que corresponde a nocturnidad.
Mientras se da esta situación de derroche municipal, un
relevamiento de los camiones existentes en la Usina 3 de Limpieza de la
Intendencia detectó que de las 61 unidades, 22 están rotas o "a reparar"
y en los 39 camiones restantes se hallaron anomalías varias. A su vez
los trabajadores de esta usina advirtieron recientemente que tomarían
medidas sindicales si los camiones no son puestos en condiciones.
Ausencia de gestión, descontrol financiero y expoliación a la
población, parece ser el signo de identidad en “etapas” de las
Intendencias frentistas en Montevideo.
Para llegar a esto han usado una técnica de ablande a la
población que consiste en exigir el cumplimiento estricto de las normas a
unos y permitirle cualquier cosa a otros. Le decía a un taxi metrista
que no se animaba a criticar mucho al Frente: “Fíjese
esto solo: Si un carrito a caballo le rompe el espejo retrovisor, usted
tiene un señor dolor de cabeza, porque no se le permite salir a la
calle sin espejo retrovisor. Al carrito no le pasa nada. Es impune. Yo
le pregunto a usted que está en la calle y sabe cómo son las cosas: Eso,
¿es o no es una bofetada en la cara al hombre que trabaja legalmente,
paga impuestos y cumple con las normas? Peor que eso, usted tiene que
rendir exámenes profesionales para manejar, ¡Qué le piden a una moto o a
un carrito a caballo, cuando todos sabemos que son los focos
principales de accidentes en un tránsito ya de por sí sobre saturado!”. Y allí el hombre entró a recapacitar sobre la magnitud que tiene el desparpajo frentista de la Intendencia de Montevideo.
La encuesta de Cifra –que probablemente a medida que se avance
hacia las elecciones municipales diga que “en el último mes” el Frente
mejoró notoriamente- está dando una señal, un tirón de orejas, porque no
es nada improbable que las cosas estén más allá de esas cifras
maquilladas. Se ve que ahora la técnica de ablande a lo Chávez ya no les
funciona. No se entiende la razón por la cual si el Frente en
Montevideo tiene tan poca aprobación (31%) esté ahora en su mejor
momento a nivel nacional. Ellos sabrán por qué hacen ese manejo, pero
una sola cosa es cierta: Montevideo es la ciudad más sucia, más insegura
y más cara de todo el país.
Como le decía al taxi metrista: “El problema está en que usted tiene que cuidarse por usted y por el otro, porque tener razón y llevársela a la tumba, no sirve”.
Ser del Frente Amplio dio un enorme rédito en lo que va de los
últimos 5 períodos: Dio impunidad para hacer cualquier cosa
Por eso están desesperados. Porque la única herencia maldita es la que nos dejaron ellos.