En tanto policías y soldados hondureños reprimen una manifestación de partidarios del depuesto presidente Manuel Zelaya que habían bloqueado una ruta que conecta la capital con el norte del país, con un saldo de 26 personas heridas y 88 detenidos , días después, partidarios del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, atacan con bombas lacrimógenas la sede de Globovisión.
Conociendo la mentalidad castrista de Chávez, cuanto más se le compliquen sus conspiraciones internacionales más fuerte ha de golpear contra la disidencia interna en Venezuela.
Por otro lado, la Asamblea Constituyente de Ecuador aprueba una ley que prohíbe la instalación de bases militares extranjeras, destruyendo las esperanzas de Washington de renovar un contrato que permite a sus soldados usar una base aérea en la lucha contra el narcotráfico. La narcoguerrilla amenaza a Colombia gracias al apoyo de Chávez y Correa y Uribe dice haber encontrado en manos de las FARC tres lanzacohetes comprados por Caracas a un fabricante sueco en 1988. Frente a eso, Colombia analiza el advenimiento de las bases militares que Ecuador expulsa y Chile y Brasil celosos sienten preocupación al respecto.
Ni a Chile le interesa darle salida al mar a Bolivia y tiene que ser Uruguay el que le brinde esa salida, ni a Brasil le importó mucho la expropiación que Bolivia hizo de los gasoductos brasileros, como si Petrobrás fuera una pieza negociable en el tablero del "protagonismo" que tanto le preocupa a Lula. Solo los grupos económicos argentinos industriales, exportadores y banqueros repudiaron la expropiación de compañías del grupo Techint, luego de haber tenido la experiencia de la nacionalización de Sidor. Cristina Fernández de Kirchner que estaba al tanto de la decisión de Chávez, con quien se había reunido el día anterior y a quien agasaja al día siguiente en la finca que posee en la villa turística de El Calafate, en la Patagonia , parece no sentirse molesta por el destino de cinco grupos inversores argentinos en Venezuela.
Lula tampoco dice esta boca es mía porque Chávez le garantizó que los capitales brasileños no serán tocados y en el Uruguay el Parlamento, para nuestra vergüenza, aprueba el convenio para integrar al canal multiestatal TeleSur, comprando hasta un 10% del capital accionario de la Sociedad Anónima por un período de cinco años que podrán ser prorrogables. Uruguay no tiene decisión, arte ni parte en la selección de noticias de un medio de comunicación como Telesur, que por ejemplo, en pleno conflicto con Argentina, hacía apología de los piqueteros.
Ojalá Tabaré Ramón Vázquez Rosas, que es como el dios Jano de la mitología griega, ese dios bífido de dos cabezas opuestas todo junto a la vez, empiece a sentirse celoso de Uribe, ahora que el Presidente colombiano y su Ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez salen a explicar a los mandatarios de Perú, Chile, Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay el acuerdo militar que negocia con Estados Unidos .
Lo que Uribe va a explicar lo sabemos todos: Es un acuerdo que permite a los militares estadounidenses utilizar hasta seis bases en Colombia para operaciones contra el narcotráfico. El convenio ya fue anunciado en julio en momentos en que Estados Unidos ponía fin a sus operaciones aéreas en la base ecuatoriana de Manta, antes de vencer a finales de este año un contrato de diez años con Ecuador, cuyo Gobierno decidió no renovarlo.
Si novedosa ha de ser la opinión de Vázquez ‑ese niño mimado de Bush‑ en un contexto en dónde Brasil y Chile muestran reparos, más interesante ha de resultar la información que Telesur ha de brindar, mientras muestra la bandera uruguaya formando parte de sus logotipos.
Va a ser como para quedar esquizofrénico.