Existe gente que cree o quiere hacer creer que cuando se habla de Frente Amplio, se está hablando de un par de muchachos alocados que quieren bien y como hacen mucho, se equivocan también.
Pero hay que ver de qué estamos hablando cuando se toca el tema Frente Amplio. Estamos haciendo referencia a una fuerza política que nace en el 71’ con el 20 por ciento del electorado. No es moco de pavo nacer así, para partidos que apenas llegaban antes de esta eclosión, al 11 por ciento del electorado.
Estamos haciendo mención a una fuerza política que en el 84’, a la salida de la dictadura, tuvo el crecimiento vegetativo y logró conservar su porcentaje, creciendo un poco más. Que en el 89’ llega a la Intendencia Municipal de la capital del país y que pese a que Montevideo es la ciudad más sucia de todas, ya lleva 4 gestiones, siempre echándoles la culpa a los otros. Una Intendencia que se la dieron con 16 millones de dólares de superávit y que ahora tiene 14 millones de dólares de déficit, con los impuestos más caros de todo el país. Estamos refiriéndonos a una fuerza que en el 94’ llega a ser el segundo tercio del electorado en importancia política, relegando a uno de los partidos tradicionales a ser el tercio menor. Estamos hablando de un sector de opinión que salió a plebiscitar contra todas las privatizaciones y en ese tema obtuvo el 70 por ciento de los votos. Hoy el Tribunal de cuentas los observa por las actuaciones del proceso de licitación del Hotel Carrasco y ponen cara de “no sé nada”. Estamos hablando de quienes en el año 99’ logran la mitad del electorado y pierden en balotaje por 80 mil votos. Estamos haciendo mención a quienes en el 2004 ganan en primera vuelva por 50 mil votos y luego en mayo de 2005 obtienen 7 Intendencias más que la que ya tenían.
Estamos hablando de una fuerza política que después de cortarse las venas abiertas contra Estados Unidos trajo al Presidente Bush al Uruguay.
Estamos hablando de esto y no de “berretines locos de muchacho rante” en el decir del tango.
¡Qué ofrece una cosa así hoy a la gente!
Da como resultancia un bichicome ilustrado, un hombre que insulta para existir políticamente.
Da como oferta electoral a un gerente de multinacional que no lo quieren ni los perros, además de ladrarle si pueden.
Da como opción a un Intendente de Canelones que lo único que sabe hacer es poner cara de seregnista, sin decir nada importante. Sin embargo, toda la barra se presenta como víctima de un neoliberalismo que nunca existió. Digo yo: Se puede ser más cretino sobre la faz del planeta.