martes, 17 de marzo de 2009

Un poco de memoria para desmemoriados memoriosos

Ellos estaban contra el resto de la izquierda en cualquiera de sus manifestaciones, no solo la arismendista que era la que les incomodaba más.
Te decían así: “ño, ño, ño, el poder se toma por las armas y reposa en la boca de los fusiles”, o bien “habrá guerra sin remedio”, o sino: “ño, ño, ño, la letra con sangre entra” ¿Te acordás hermano que tiempos aquellos? Siempre fueron como perro y gato, el obrerito, el proleta y, el estudiante, el pequeño burgués, que en realidad si se lo piensa bien, como me decía una psicóloga, es un desclasado social, una personalidad neurotoide de estudiante crónico, capaz de repetir 3 años seguidos en la Facultad, para reclutar gente.
Hay que entender también el clima que generaron después del ataque a Pando, esa suerte de Sierra Maestra que no pudo ser y terminaron creyendo que la red cloacal era la única cobertura logística para una lucha a lo Marighuela.
Hay que ubicar que en el 70’ eran tres robos de banco por día, para financiar “la orga”. Me decía un compañero de trabajo con muchos años de afiliado al “partido”, un hombre de la Guardia Vieja, que: “políticamente no sirven para nada, para lo único que si sirven y eso se los reconozco, es cuando uno precisa hacer un boquete y enterrar algo”. Después, todos pudimos apreciar en forma pública, lo que son: son como animales que viven en un primitivismo ideológico, que terminan trabajando de guarda espaldas. No sirven para más nada y si el sector policlínico les molesta –“el partido de las Carmelitas de Dios”- es porque en el asentamiento precario, el hembraje, les da cobertura logística. ¿Verdad que chi?
Nunca dieron la geta por nada. Pese a que soy absolutamente anticomunista declarado debo reconocer que ese partido, tenía una revista, la Revista Estudios, una librería –Anteo, publicaciones de carácter teórico, una radio, CX30 LA RADIO NACIONAL, que después paso a llamarse LA RADIO y, fundamentalmente, un diario, primero Justicia y después El Popular, en donde ese partido le rendía cuentas todos los días a la gente de su política. Ellos jamás tuvieron algo mejor que frases sueltas a lo Vivían Trías y reproducciones mecánicas de Regís Debray. “El partido” les decía, siguiendo a Lenín: “No conozco práctica revolucionaria, sin teoría revolucionaria” y ellos contestaban “Fidel no era comunista y ahí tenés, lo que importa es el ejemplo moral, no el análisis económico”. Fidel, nos guste o no, puso la cara y la voz desde “Radio Rebelde” y también desde “Radio bemba”, ellos en cambio vivieron siempre tirando la piedra y escondiendo la mano.
Te decían muy sueltos de cuerpo, estos que ahora acusan con un ojo tapado: "Que ño, que ño, que ño, que si las condiciones objetivas no se dan hay que crearlas", "que tan solo se duda, si para mañana o dentro de un rato", "que triunfa quien lucha, no quien gime", que los sindicatos son blandos, "patrincas", "que la gente protesta y protesta, pero no combate", que el Che Guevara dijo, "No uno, diez, cien, mil, Vietnam", que hay que "crear el factor subjetivo: Dirección, Organización y Conciencia", que no alcanza "con que las condiciones objetivas se den, si falta la voluntad, la determinación de derribar el capitalismo". Miraban al resto de la izquierda y les decían: "Ustedes para lo único que sirven es para sacar un semanario a la calle". A los otros, a los más organizados, con imprentas como la que acaba de aparecer últmamente, les decían: "¿y pa? ? ¿IPA? ¿y pa' cuando?", incluso una canción de Viglietti muy suelta de cuerpo dice: "Perder la paciencia y solo encontrarla en la puntería, camarada. Papel contra bala no puede servir."
Hay una cosa que es verdad, en los organizados hay mucho profesor, gente que te daba un librito de la literatura sagrada y te decía: "léete esto por favor, deja de decir disparates". Al otro día venía y te decía: "¿y? ¿Se te fueron los baches?" Pensaba yo, para mi en aquellos años mozos de mi tierna adolescencia: "Sacarse los bache es una cosa, ponerse los bolches es otra". En realidad -la vida lo demostró-, la situación general era como para ponerse más baches encima de los que uno naturalmente, suele tener.
Nunca entendí a los árabes cuando rezan a la Meca, pero con el tiempo los comprendí. Para unos la Meca era Moscú, para otros La Habana, para una minoría insignificante Pekín, pero para ellos, secreta, calladamente, la Meca era Argelia, Frank Fanon, Ben Bela en cana por sus compañeros.
Peleaban por la liberación en el sentido de Frank Fanon: "Dialéctica de la liberación, liberación de la dialéctica", o en cualquier sentido, en el de Hugo Asman o Juan Luis Segundo: "Teología de la liberación, liberación de la Teología". Olvidaban que no se lucha por la liberación, se lucha por la libertad. Ese es el gran error. No se trata de LIBER ARCE, se trata de entender que en aquellos años, como dice la canción de los Olimareños; "se bamboleaba la libertad".
A ellos les molestaba "el tigre de papel" y sus imprentas, Amodio Pérez no, eso no les molestaba para nada, hasta el día de la gran sorpresa en dónde como te dicen esto, te dicen lo otro.
Al salir de "la naca" y sin viento en "la nuca" se dirigieron a "la masa", es decir a la gente, diciendo que "hay que hacer, hacer y hacer", sin especificar que es lo que iban a hacer. Dejaron de "prenderse a un clavo ardiente" con tal de llevarle la contra a los organizados de siempre, pero como los demás no "hacen gárgaras con tachuela", ni "mascan vidrio", el horno no estaba para bollos y la mano con "sereni", venía embromadita porque no quería confusiones dolorosas. "Sereni", con viento de fronda en la nuca y los ojos sin la naca, al final los acepta, muy a su pesar.
Hoy la Intendencia Municipal de Montevideo es de ellos y discuten como si estuvieran en las alcantarillas de la vida política nacional, sacando pecho como gorrión de basurero, como lo que en verdad son, parte del paisaje montevideano, un basural endémico más. De "esa caca" que hay en Montevideo, resulta que la culpa la tenemos los demás, los que pagamos Tributos Municipales e Impuesto de Puerta cuando desde el año 1990, esto es, 19 años, están ellos haciendo lo que quieren.
¿Necesita el joven de hoy que diga a quienes me estoy refiriendo?
¿Se morirá de cáncer ese muchacho si logra entender esto?
Hoy vivimos otro tipo de terrorismo, el verbal, producto de una verborrea abichicomada. Delirio de querulancia, diría un psiquiatra.