Lo que más me llama la atención en este momento cuando se analiza la percepción política que los diferentes miembros de la sociedad van teniendo de lo que es ahora el Frente Amplio, lo configura el hecho simple y fácilmente constatable de que han caído las grandes máscaras y las organizaciones de pantalla que caracterizaban tradicionalmente al Partido Comunista e n e l Uruguay.
La verdadera cara de dicho partido es muy difícil de visualizar para el ciudadano común, fundamentalmente porque se pasaron la vida, como en aquella canción: "Jugando a las escondidas" y operando dentro de ese paraguas protector que oficia de Fidel Ampliado, como un partido indirecto en el decir de Berger, esto es, como uno más entre tantos en alianza con la pequeña y mediana empresa, los estudiantes, las amas de casa y la clase trabajadora en su conjunto. Una fuerza que se presenta como meramente testimonial allí adentro, entre hombres "notables", figuras disidentes que vienen de las demás fuerzas políticas y con las que "hereda", "lo mejor", de "la tradición nacional".
En este sentido, el aparataje interno es un tema de carácter intestino; ese Frente tiene la misma estructura operativa que las diversas seccionales del partido. Allí hay gente "de la base" y "de los grupos políticos", es decir, poca cosa.
Es un partido que nunca le habla directamente a la gente y que carga con todas las animosidades que vienen de la guerra fría. Hay una cosa que es verdad: cuando se lo ataca, se lo hace mal, porque se lo combate desde posiciones ignorantes, lo cual es enteramente lógico para quienes viven escondiéndose de la gente y "jugando a las escondidas".
Ahora tienen Mujica y pese a que ellos saben mejor que nadie que es "un lumpen" sin embargo les da margen para que aflore una tendencia que viene de los tiempos de Héctor Rodríguez y las textiles. Me refiero a cosas que son propias del peronismo argentino.
Si hacemos un poco de memoria vamos a ver que el Frente Amplio del 71' tenía mucho de peronista. Juan Domingo Perón, "El Pocho", escribió un libro que se llamaba "La Hora de los Pueblos" y Solanas en aquellos años filma una película -verdadero panfleto montonero-, que se llamaba "La Hora de los Hornos", en una época, en la que, como bien sabemos, el horno no estaba para bollos. En ese momento acá el Frente Amplio lanza la consigna de que "Esta es la Hora de las Definiciones" y lo hace con fraseología netamente justicialista, del tipo: "Solo el Pueblo salvara el Pueblo", en una prédica centrada "contra los vendepatria" y contra "el agio y la especulación", propia del Perón que despotricaba contra el aumento de los precios, mientras por el otro lado, con la maquinita de imprimir billetes, empapelaba la economía.
Recuerdo incluso haber sentido por CX 30 LA RADIO, a José Germán Araújo defender apasionadamente a Perón y decir incluso, que el hecho de que fuera fascista mussoliniano, no era malo, porque el de Mussolini era un fascismo distinto al norteamericano. "No es lo mismo", remataba Araújo, "el fascismo metropolitano que el fascismo de los pueblos oprimidos", lo cual, por otra parte es enteramente cierto y hoy Chávez lo confirma a la perfección.
Ahora estamos viendo la verdadera cara del Partido Comunista e n e l Uruguay, cosa que se aprecia con claridad en su brazo sindical, el PIT-CNT, que cuando se le hace ver su similitud con la CGT argentina, contesta: "La diferencia entre nosotros y ellos, es que ellos hacen seguidismo objetivo de la burguesía, en cambio nosotros, tenemos autonomía de clase". Todos sabemos que no es ni remotamente así y que son el brazo sindical del Frente Amplio, así como la CGT es el brazo sindical de peronismo.
Tal como vienen las cosas, José Mujica Cordano será el Presidente de los uruguayos, el matrimonio Kirchner destruirá por fin el secreto bancario que tanto les molesta cuando el dinero huye de la prepotencia policial peronista, un conjunto de ladrones se la llevara toda, el Uruguay ahora envilecido pedirá ingreso a la Confederación Argentina y estos "blankos", finalmente consumarán su venganza histórica contra lo que fue el Uruguay batllista que conocimos.
Significativo al respecto son los insultos de "cabecita negra", "linyera", "croto" y "descamisado" desprolijo a lo John William Cook y Fassano, que hoy le da el signo de identidad al Frente Amplio populista.
Es evidente que las democracias, como las personas, son libres y también se suicidan.