miércoles, 26 de noviembre de 2014

Están condenados a combatir lo que fueron.

    El castigo de todo frenteamplista a lo Baraibar o frentista a lo tupamaro, es vivir condenado.
    Antes estaban condenados a paciencia perpetua, ahora a destruir lo que fueron, incluyendo la propia base social.
    Es algo parecido al peronismo, solamente discute pa”dentro y también por supu, entran a los tiros y así resuelven sus pleitos.
    En Argentina, por ejemplo, hubieron 800 desaparecidos en la época de Perón, de eso no se habla porque había democracia, y 30 mil caída Isabelita. Ella dió la orden de aniquilación, así que, a llorar al cuartito.
    Acá estoy presintiendo algo parecido, sólo que a escala de una sociedad amortiguada y amortiguadora. Hay incluso un clima similar, pero más tranquilo, al de la Argentina del 74“.
    Aquello era la caldera del diablo, el que se organiza muere, esto es, la sopita boba del demonio, el que se organiza se divide.
    Son una Pénelope, destruyen durante la noche, lo que tejieron durante el día.

Que alguien me diga si ha visto a mi esposo-, preguntaba la doña; se
llama Ernesto X; tiene 40 años, trabaja de celador en un negocio de
carros. Llevaba camisa oscura y pantalón claro. Salió anteanoche y no
ha regresado; no sé qué pensar. Esto antes nunca me había pasado.

Llevo tres días buscando a mi hermana, se llama Altagracia, igual
que la abuela. Salió del trabajo pa' la escuela. Tenía puestos unos
jeans y una camisa blanca. No ha sido el novio. El tipo está en su
casa. No saben de ella en la PSN, ni en el Hospital.

Que alguien me diga si ha visto a mi hijo. Es estudiante de
Pre Medicina. Se llama Agustín. Es un buen muchacho. A veces es
terco cuando opina. Lo han detenido. No sé qué fuerza. Pantalón
blanco, camisa a rayas. Pasó anteayer.

Clara Quiñones se llama mi madre. Es un alma de Dios, no se mete
con nadie. Y se la han llevado de testigo, por un asunto que es no más
conmigo. Y fuí a entregarme, hoy por la tarde y ahora no saben quién
se la llevó del cuartel.

Anoche escuché varias explosiones. Tiros de escopeta y de revólveres.
Carros acelerados, frenos, gritos. Eco de botas en la calle. Toques de
puerta. Quejas. Por Dioses. Platos rotos. Estaban dando la telenovela.
Por eso nadie miró pa' fuera.

¿Adónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro.