miércoles, 27 de mayo de 2009

Sobre las variantes del concepto de traición en la izquierda



        Se lee en diversos foros, por parte de mucha gente que Fulano es un traidor, que Mengano traicionó, que Pérez Mengano es un desertor y otras sorpresas llamativas.

        Que yo sepa hasta ahora hay varios conceptos de traidor y varias visiones de lo que significa traicionar algo o a alguien.

        Está por un lado el CONCEPTO COMUNISTA de traición, según el cual si al dirigente máximo se le antoja sacrificar a un peón, en ese gran ajedrez político que es la correlación de fuerzas para ellos, en ese caso el peón debe dejar sacrificarse. Eso no es traición. "El partido dice quien va preso, quien va al exilio y quién pasa a la clandestinidad", me decía a mí, un obnubilado estaliniano que conocí. En cambio si el peón dice: "No, de ninguna manera, me están entregando como quien entrega basura a un contenedor" y no acata la orden que le dan, en ese caso sí, el peón es un traidor.

        En el concepto comunista el dirigente máximo, el Secretario General, puede cambiar de caballo en la correntada, que eso no es traición; el militante, el peón de ese ajedrez tiene que acatar disciplinadamente siempre, de lo contrario es un traidor.

        Le pregunte una vez a un militante de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) porqué seguían organizados si el golpe de Estado se lo vio venir, no fue un trueno en cielo sereno, sino antes bien, un golpe en cámara lenta que se venía día tras día y me dice: "Sabíamos que se venía el golpe, pero nos quedamos para que no nos acusaran de traidores".

        Por otro lado está el CONCEPTO TUPAMARO de traición, según el cual, el guerrillero puede irse y abandonar la lucha si solicita pase a retiro en la organización, lo que no puede es formar una fracción interna. Si decide irse, luego de una solicitud por desertar, lo sacan del país y se lo llevan para otro lado, fundamentalmente Cuba, porque es como estar en una cárcel con costas, pero si forma una tendencia interna, en ese caso lo matan.

        Son conceptos opuestos: el comunista convive con el fraccionalismo a regañadientes, los tupamaros no lo aceptan, en su deferencia los comunistas no aceptan la deserción individual, los tupamaros sí.

        Otro criterio es el CONCEPTO FRENTEAMPLISTA de traición, que consiste en aplaudir, festejar y premiar con cargos importantes a cuanto blanco y colorado deserta de su partido. Eso no es traición, eso es dar un paso al Frente, en cambio si esa misma persona vuelve a su partido tradicional, ahí si es un traidor de lo peor.

        Concepto este novedoso por lo estrictamente, electoral de la idea de lo que es traicionar.

        Lo que estamos viendo ahora es más novedoso todavía; si ganaba Astori, los comunistas iban a Tribunal de Conducta Política, como todo viene barajado en sentido inverso, no es nada improbable que Valentí tenga que disparar con lo puesto. Quiere decir que el concepto cambió: traidor ahora es el que se queda fuera del aparato y no acepta morir con los ojos abiertos.

        ¡Qué lindo es estar allí!