lunes, 23 de octubre de 2017

Se terminó el “trauma Cristina” y comienza un nuevo tiempo en Argentina

        El triunfo de Cambiemos en las elecciones de medio término en Argentina, marca un cambio cultural importante en el vecino país.
        Esta no era una elección más, porque no hubo una en dónde hubiera tantos factores externos al debate político: Santiago Maldonado, De Vido, Gils Carbó. No fue solo la elección en sí lo que primó en la opinión pública.
        Después de Las Paso, para estas elecciones nadie preguntaba por las propuestas de los candidatos. Se daba por descontado lo que piensa cada uno y los factores exógenos marcaron la campaña electoral.
        A su vez el caso de Santiago Maldonado no tuvo la repercusión que el sistema político le daba, ni las desdichadas declaraciones de Carrió al respecto, le quitaron la intención de voto que tenía. Al kirchnerismo le gusta ignorar los hechos verdaderos y fabricar la realidad. Seguían culpando a Macri, aún allí en donde la unanimidad de los médicos forenses concluía que el artesano se ahogó. Cuando se ignoran los hechos por razones ideológicas, los resultados son los que ahora están a la vista. Es a su vez una elección rara porque se viene de horas muy dramáticas. Se conocía la identidad de Santiago Maldonado, pero no se sabía cómo había muerto.
        La gente en Argentina se cansó del discurso beligerante de Cristina Kirchner y de La Cámpora. Una retórica de grieta polarizadora quedó demostrado en estas elecciones que es una cuestión del pasado. Mauricio Macri, más allá de su figura y peso político, expresa mejor que nadie el cansancio del argentino con la situación que Cristina generó. La fatiga social es con el sistema político que gobernó allí desde 1983 y Cristina es un exponente de esa aristocracia de la vieja política; ineptitud, impotencia, incoherencia y corrupción. En este contexto adverso a la política tradicional el peronismo quedó decapitado. A su vez se queda sin sucesores y Cristina sigue obturando sus posibilidades, convirtiéndose en ese activo tóxico que no le permite ni dar vuelta la página, ni gestar un nuevo líder. Ahora, sin un liderazgo, se le hace difícil reinventarse, a diferencia de lo que ocurría en el pasado. Se encuentra hoy en el peor de los escenarios: Cristina muere simbólicamente, pero no termina de morir políticamente y pierde la clase media. Cambiemos al conseguir una base amplísima que concentra a los sectores más dinámicos de la sociedad se encuentra con la mejor situación al confrontar con quienes están llamados a terminar como un simple partidito de ultra izquierda. Mauricio Macri ahora es una esperanza nacional en Argentina, mientras Cristina no pasa de ser un problema para el peronismo. Como instrumento político creado en el siglo XXI, la coalición ha demostrado ser eficaz para enfrentar los desafíos del tiempo que se avecina. Expresa la voluntad de un país moderno, una sociedad con derechos, deberes y obligaciones, en una economía fuertemente competitiva, con movilidad social ascendente y descendente. Un país abierto al mundo y no un conjunto de narco estados gobernado por 24 feudos.
        Este shock de votos pone al gobierno en inmejorables condiciones para negociar una reforma de responsabilidad fiscal con los gobernadores de las Provincias. Es un respaldo formidable para continuar con el programa.
        También, el resultado electoral se expresó en la fuerte reacción positiva de los mercados, con la baja del dólar y la suba de acciones y de bonos.
        Esta tendencia alcista le da cierto margen al vecino país para reducir el riesgo soberano, pero el mayor atraso cambiario le quita competitividad en las exportaciones. El tema radica en que el rezago del dólar vino para quedarse mientras el déficit fiscal no se reduzca y la necesidad de financiarlo con deuda genere un exceso de oferta permanente por los dólares.
          El contundente triunfo legislativo abre la posibilidad de un Pacto de la Moncloa en versión argentina, en donde además del sistema político entren los sindicatos y los empresarios. Incluiría a los gobernadores y el presupuesto, junto a muchas cuestiones tributarias. En resumen sería básicamente un trípode signado por un acuerdo fiscal, una reforma tributaria y una rebaja en los aportes patronales.
        Ahora el gobierno encuentra que los sindicatos están más dispuestos a acordar que a confrontar. El sindicalismo ante un fracaso tan grande del peronismo no va a tener más remedio que negociar.
        En 2015 Macri logra ciertos atributos del poder, recién ahora se puede decir que alcanzó el poder real.
        En este nuevo contexto los tiempos judiciales marchan de la mano con los tiempos políticos. Dentro de pocos días Julio De Vido pierde sus fueros y termina en prisión, primer señal de que Cristina Kirchner está más cerca de la cárcel que del Senado.
        La debacle política de la ex Presidenta recién comienza.
        El hecho de que Elisa Carrió, que fue quien más denunció la corrupción haya tenido una elección espectacular es otra señal para el Poder Judicial. Nunca nadie para una elección legislativa sacó el
51 por ciento de los votos.
        El gradualismo continuará a diferencia de la prédica maliciosa de Cristina. Por varias razones, porque no es una opción económica, sino una fatalidad política y porque el voto a Macri no es un voto cantado, es el típico voto volátil de los sectores medios. En la Argentina de hoy, tanto el peronismo como el radicalismo están contemplando que ya no existe más el voto cautivo. En tercer término el gradualismo continuara porque uno de cada tres argentinos está por debajo de la línea de pobreza y una política de shock agravaría la situación social, más de lo que ya es hoy.
        Si cuando se habla de ajuste se piensa en la expulsión de un millón de funcionarios públicos eso no va a existir, pero si se piensa en las tarifas públicas y los sectores subsidiados si se hará.
        Para finalizar se podría decir que esta victoria de Cambiemos se debe a tres cosas básicas. La extensión territorial, la geografía que muestra las regiones económicamente más importantes, y la crisis en la que queda colocado el peronismo.

        A partir de ahora comienza a definirse el verdadero perfil Macri.