Un
posible triunfo de Macri en Argentina, de Piñera en Chile, de la oposición en
Brasil y del partido nacional en Uruguay anuncia, aunque hoy parezca imposible,
un nuevo paradigma en economía.
Basta
ver las elecciones municipales en Paraguay, para darse cuenta que si bien el
febrerismo es más, el partido colorado de allá -que significa el equivalente al
partido nacional de aquí-, ganó en la mayoría de los Municipios, mientras la
minoritaria. pero con presencia regional, oposición de izquierda está dividida,
y Cartes consolida su poder hacia adentro, pero empero pierde presencia hacia
afuera.
Todo
un llamado de alerta a las dirigencias para que afinen y pulan la cosa de aquí
en más.
Para
los blancos Paraguay es el referente por muchas razones, fundamentalmente,
porque hay dos países en el mundo con nombre guaraní: Uruguay y Paraguay.
Hoy
vivimos un Uruguay dividido y fragmentado por obra y gracia de las falsas
oposiciones que el Frente Amplio nos ha impuesto y, que confrontan sectores de
la sociedad que se necesitan mutuamente.
Hoy
hay que tener claro, los derechos y los deberes, porque no se trata de
reclamar, hay que dar a cambio algo. Si bien es cierto que el ciudadano tiene
derechos que reclamar, también tiene deberes hacia la sociedad, el estado y las
instituciones. No es “me tienen que dar”, es también, “tengo que ofrecer”.
Aquello que decía Kennedy, hoy tiene más vigencia que nunca. Sostenía: “No
pregunten lo que el gobierno tiene que hacer por ustedes, pregúntense que es lo
que ustedes tienen que hacer por el gobierno”.
Aquí
no se trata de que un sector ignore al otro. En el Frente Amplio existe gente
valiosa, de lo que se trata es de un plan artiguista de verdadera inserción
regional y no como hasta ahora, el empeño tozudo de volver al Uruguay o
Provincia Argentina o Provincia Cisplatina. En esta difícil coyuntura que
significa ser oriental y uruguayo, el partido nacional tiene una dilatada
experiencia de democracia, republicanismo y libertad.
El
futuro, sostenía Luis Alberto de Herrera, ya no será “entre blancos y
colorados, sino entre nacionales y los que no lo son. Entre nacionales, porque
desean y quieren serlo y entre los que no lo son, o porque no lo sienten o
porque no les conviene”. También el General (R) Liber Seregni sostenía: “Sí a
la unión de los orientales honestos”.
Terminar
con el circulo vicioso de educación, trabajo, respeto a la ley, a la
institucionalidad y progreso que estos gobiernos que vienen de 2005 a la fecha
nos han impuesto y generar un círculo virtuoso, es el gran desafío que los
blancos tienen hoy en día.
El
mensaje que el Frente Amplio le da a la ciudadanía no sólo no prioriza estos
valores republicanos fundamentales, sino que genera y fomenta un mundo de anti
valores. Atorrantismo, Planes Trabajar a la peronista y agobiar a impuestos a
todo emprendimiento privado, sin darle respiro alguno.
Como
bien dice Jorge en el tema educación: “no hay "solamente un problema de
gestión", sino que el verdadero asunto es "una visión ideologizada,
con un gerenciamiento político desequilibrado, que entró en conflicto interno,
y en conflicto con la realidad". Reparar el daño que han hecho estos
aprendices de Gramsci va a costar, pero es posible so pena de hipotecar el
destino de nuestros jóvenes.
El
Uruguay precisa un nuevo contrato político, un gran Pacto de la Moncloa, para
poder pensar de cara al futuro, posibilidades mejores que este esperpento
espantoso, al que quieren llevarnos con total y absoluta irresponsabilidad.
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