Hoy por hoy, la enseñanza no puede concebirse fuera de las nuevas tecnologías.
Me refiero concretamente, al rol que juega el paquete de Office y sus añadidos fundamentales.
Las habilidades básicas de carácter tradicional, como lo son las de leer, escribir y calcular, hoy están dadas en el Paquete. Internet, permite leer; los procesadores de texto escribir y las planillas electrónicas, calcular. Pero con eso solamente no alcanza. Se necesitan como añadidos retocadores de foto, creadores de vídeos y formación de blogger y/o páginas Web.
El educando hoy en día debe saber escribir correctamente; visualizar lo que concibe; saber buscar gracias a que fue aleccionado desde la escuela al uso de las palabras claves y además, transmitir ese conocimiento en adecuados generadores de vídeo.
Este conocimiento puede parecer mucho para hombres del siglo XX, pero ha de ser, sin duda alguna, el centro articulador bajo el que ha de girar, el aprendizaje en el siglo XXI.
Los que hemos vivido el surgimiento de todo esto, desde incluso antes de la aparición de Windows 97 y de los programas de Borland, tenemos algo que aportar a las nuevas generaciones, aunque no tengamos la facilidad que ellos tienen de aprendizaje online.
El educando hoy debe saber no tanto de sistemas operativos, como del dominio de aquellas herramientas que conducen, por ejemplo, a un buen uso de los sintetizadores de voz, para poder escuchar aquello que está escribiendo y seguir el modo elocutivo de una forma eficaz al oído. En el entendido, de aquello que decían los griegos: “Si quieres escribir de una manera hermosa, escribe como hablas”.
Hoy en día, en ciertas materias lo que importa no es la memoria por la memoria en sí, sino tener ideas generales, palabras claves y el sentido que tiene esa asignatura.
Las nuevas tecnologías le plantean un desafío a la enseñanza actual que lamentablemente, no está en condiciones conceptuales de abordar, dado que en las épocas de transición no está claro el rumbo de los acontecimientos. Pero a ésta altura, con el camino recorrido desde el primer paquete de Office a la fecha, ya van quedando en evidencia, los grandes mojones de lo que ha de ser la enseñanza en el futuro.
Si el gran José Pedro Varela viviera, hoy, sería ingeniero en sistemas.
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Hay que honrar a José desde el hoy,
no desde el ayer.
