El
partido socialista ha sido en la historia política de nuestro país, más
importante de lo que aparenta ser a primera vista. Les guste o no, son a todos
los efectos un partido tradicional más, que nacido en 1905, lleva 110 años de
existencia en la política nacional.
En
este sentido son más viejos que el partido comunista en el Uruguay, luego
refundado como del Uruguay, que nace en 1920 producto de la escisión que
tuvieron los partidos socialistas a nivel mundial luego de las Tesis de Abril,
en donde Lenin les exigía un apoyo incondicional a todo lo que allí se hacía.
Tradicionalmente, durante mucho tiempo tuvo dos constantes básicas que le daban la identidad
política. Por un lado, un exquisito afrancesamiento de carácter político
siempre del lado del Gran Jaurés y contra el pobre Clemençeau y por el otro, una
obsesión, que era propia de Emilio Frugoni acerca de qué es y no es en verdad,
socialismo. Frugoni tenía la colección de libros de socialismo más importante
del mundo y leía incluso los Diarios de Sesiones de los parlamentos en dónde
existía al menos un representante socialista, porque quería determinar con
precisión, el ser socialista en un parlamento democrático. Parece que también
tenía las Obras Completas de León Trotsky en francés.
Su
identidad en los tiempos de Frugoni y Troitiño era la lucha por la libertad y
la democracia, contra todo totalitarismo, incluyendo el comunismo.
¡Por
qué reconocerles autoridad moral a una secta de escindidos que apoyan la
dictadura de Rusia!
En
los años 60’ y al calor de la revolución cubana, desde aquí en Montevideo, con
una estufita en los pies, un tal Vivían Trías teoriza sobre socialismo y
nacionalismo “en los procesos de liberación” que vienen después de Marruecos y
Argelia y escribe para los tupamaros, que lo tenían como un ideólogo
fundamental.
En
ese momento el partido socialista sufre una escisión de cuadros importantes de
fuerte orientación trotskista que son los que presionan a Raúl Sendic, “El
bebe” o “Rulfo” a que se vaya de allí. Sendic no quería irse porque según
decía: “El partido socialista era una cantera de cuadros políticos para
reclutar tupamaros”. Las cosas llegaron a tal punto de desquicio interno, que
tras la muerte de Frugoni, Pacheco Areco, los ilegaliza.
Cuando
se tocan estos temas, ellos bajan la cabeza, como si lo de los tupamaros, fuera
una cosa de loquitos sueltos y no una tendencia formada teórica y políticamente, por ellos.
Las
características de este partido, antes de entrar al Frente Amplio en el 71’,
era como lo definió muy bien Carlos Real de Azúa, “una secta tan montevideana
como asustadiza”, de perfil urbano y citadino por todo el país.
Con
el Frente Amplio dejó de engordar y empezó a crecer, pero eso no significa que
haya madurado. Un tal Gargáno, que cuando La Trilateral en Cuba defendía la
lucha armada y el mismo Arismendi lo desautoriza, exilado en España se pone
bajo el ala de Felipe González.
Gargáno
en el partido socialista español era un demócrata impoluto, un gran reformista
como los Maestros de Juventud que tuvo el partido socialista en el 900’. Más
allá de eso es evidente que Felipe González lo aviva y Gargáno se deja de decir
pavadas para tontos que no van a la lucha armada “porque ahora no es el
momento”, mientras el ala radical les grita “IPA”,... “IPA CUANDO” y los dirigentes
socialistas, tipo José Díaz mientras se desfogan en los actos políticos, les
contesta a los ultras: “¡Vayan a convencer a Doña Juana, Doña María y Don
José!”
Vuelto
al Uruguay Gargáno se pone bajo el ala de un Cardozo viejo y nostálgico de la
época en donde ser socialista era algo sin importancia, y desde abajo hace las
de las suyas, poniendo a todos los que le llevaban la contra a Frugoni.
Muerto
Cardozo, Gargáno saca de la galera a un tal Tabaré Ramón Vázquez Rosas y se
pone a opinar futbolísticamente para promoverlo.
Como
en ese momento, en los años 90’, el partido comunista pese a la imponente
votación araujista que tuvo Democracia Avanzada, se venía venir el fin del
imperio ruso y a su vez estaba muy mal visto por la gente, porque tenía fama de
llamar por cualquier cosa a una huelga y después negociar con cabezas ajenas el
despido, “los primos” se dejaban insultar por “los latas” y les permitieron
hacer cualquier cosa en el Frente
Amplio. Se dieron con Vázquez el lujo de escupir al niño mimado de los
comunistas, Seregni, el tapado, y no lo dejaron entrar a ningún Comité de Base,
hasta que Seregni desacreditado por la Mesa Política del Frente cuando la
reforma constitucional, renuncia porque no aguantaba más tanto manoseo
vazquista. Curiosamente, hoy el Frente Líber Seregni es el único apoyo que
tiene Vázquez, más allá del niñato y un partido socialista que cuando el aborto
le obligó a Vázquez a presentar su renuncia, como miembro orgánico.
Evidentemente,
con Vázquez en la Intendencia de Montevideo lograron campear la crisis del
socialismo real, con el argumento de que ellos desde los tiempos de Emilio
Frugoni eran demócratas impolutos, cuando todos sabemos que el pobre Frugoni
tuvo que renunciar al partido que había fundado y crear el Movimiento
Socialista, porque eso era una olla de grillos, de revolucionarotes que se
comían los niños crudos.
Aunque
parezca increíble a Frugoni le seguían diciendo “reformista” y “seguidista”,
pese a que era el abogado defensor de Raúl Sendic.
Cuando
gana Vázquez en 2004, según declaraciones de Mujica Cordano: “Se quedaron con
todos los cargos políticos de particular confianza”, y luego en 2009, cuando
gana Mujica Cordano, el MPP les paga con la misma moneda y no les da
absolutamente nada. Esto explica en gran parte la conflictividad que tiene
Vázquez con Mujica hoy en día. Es un juego de suma cero en donde el que gana se
queda con todo y luego encuentra que no tiene mandos medios, ni operadores
políticos para legislar.
Faltos
de Vázquez que se les fue, se ponen a coquetear con $endic no bien deja el 26
de marzo sin devolver la banca, hasta terminar convertidos en una sucursal de
La Cámpora en el Uruguay.
Hoy
en día no quieren en el Frente ni a Mónica Xavier y carecen de todo peso
político y también de pe$o$.
Creían
que La Raulito era una fija para el 2019 y ANCAP mediante, hoy carecen de
fusible de recambio que opere como mascaron de proa creíble para un barco sin
timonel.
La
crisis del partido socialista -triste, solitario y final, como Gardel-, es un
indicador de que “la escuelita”, por donde pasaron todos los grupúsculos del
Frente actual se quedó sin aprendices, los maestros se fueron y los compañeros
ya no comparten el mismo pan.
Gardel
cada día canta mejor, ellos en cambio, cada día se esconden mejor.
Campanea como el cotorro va quedando despoblado