El Partido de la Concertación nacional es una necesidad de la vida. No es un capricho nacido entre gallos y media noche en un Cabildo Cerrado de 4 o 5 iluminados.
Es la gran bandera del General (R) Líber Seregni cuando la Concertación Nacional Programática (CONAPRO), que fracasó porque el sistema financiero no quiso sentarse también a concertar.
Hoy expresa algo más que un simple Frente Amplio para el otro lado, significa antes bien, un clamor, como lo demuestra el hecho de que el Partido Nacional en el balotaje haya superado la barrera psicológica del 40%, aunando a su adversario tradicional.
Es una forma de decirle a los fundacionales: «Marchemos separados, pero votemos juntos por una Monevideo segura, más limpia y decente, que vuelva a ser, aquello que un día supo alcanzar, «La Coqueta».
Es el camino para los demás departamentos del país.
De nosotros depende no defraudar la esperanza, aún en la derrota.
Es la gran bandera del General (R) Líber Seregni cuando la Concertación Nacional Programática (CONAPRO), que fracasó porque el sistema financiero no quiso sentarse también a concertar.
Hoy expresa algo más que un simple Frente Amplio para el otro lado, significa antes bien, un clamor, como lo demuestra el hecho de que el Partido Nacional en el balotaje haya superado la barrera psicológica del 40%, aunando a su adversario tradicional.
Es una forma de decirle a los fundacionales: «Marchemos separados, pero votemos juntos por una Monevideo segura, más limpia y decente, que vuelva a ser, aquello que un día supo alcanzar, «La Coqueta».
Es el camino para los demás departamentos del país.
De nosotros depende no defraudar la esperanza, aún en la derrota.
